La f¨¢brica de mensajes del PP

"Bueno, a ver... Pues hoy tienes un acto con la ministra de Medio Ambiente. Vais all¨ª, pase¨¢is por el parque... Ah, luego es cuando sueltas los patos en el estanque y justo despu¨¦s haces declaraciones...". "S¨ª, s¨ª, lo mismo que en la campa?a anterior. Recuerdo aquel d¨ªa. Muy bien". Esperanza Aguirre corta en seco a su colaborador, sonr¨ªe y sigue repasando la agenda de la jornada. Ella pregunta mucho, sus asesores responden lo justo. Est¨¢ a punto de terminar la reuni¨®n matinal del equipo de campa?a del PP en la calle de G¨¦nova, sede del partido. Dieciocho personas en torno a una mesa empapelada con peri¨®dicos y propaganda electoral. Doce hombres y seis mujeres, incluida la candidata. Algunos leen la prensa, otros bostezan. Casi nadie fuma.

"Esperanza es muy indisciplinada, muy intuitiva, para bien o para mal"

Alguien acaba de dejar una bandeja llena de tazas y caf¨¦ humeante en una esquina. Pero nadie se sirve: la reuni¨®n, como admitir¨¢n despu¨¦s los asistentes, es "m¨¢s bien de atrezzo". Primero, porque, cuando a las 9.00 se deja pasar a la periodista, todo lo "importante" ha sucedido ya: han repasado la prensa, comentado la actualidad, fijado los mensajes del d¨ªa y elaborado las r¨¦plicas a los rivales. Segundo, porque, en realidad, los 18 miembros del equipo de Aguirre no se ven todos juntos pr¨¢cticamente nunca.

"Una reuni¨®n como ¨¦sta, a primera hora de la ma?ana, s¨®lo la hacemos a diario los grupos encargados de argumentarios y los que organizan la agenda", explica el jefe de campa?a, Juan Carlos Vera, hombre muy cercano al secretario general del PP, Mariano Rajoy.

Aguirre no asiste a estas reuniones: despacha por tel¨¦fono con Vera y alg¨²n otro colaborador. El equipo al completo s¨®lo se re¨²ne dos o tres veces esta campa?a: "No necesitamos m¨¢s". Hace exactamente un a?o que Aguirre dej¨® la presidencia del Senado para aspirar a la presidencia de la Comunidad de Madrid en las elecciones del pasado mayo, y las encuestas le dan ahora la mayor¨ªa absoluta que no alcanz¨® entonces. Su equipo est¨¢ tranquilo, la campa?a es casi una repetici¨®n de la anterior. Todo muy aburrido o, en lenguaje popular, "poco agresivo".

No hay extra?os en el equipo de Aguirre: s¨®lo personas de su confianza, fontaneros de la direcci¨®n del PP y gente que lleva trabajando con la ahora candidata desde su ¨¦poca de ministra o incluso desde que empez¨® como concejal. Del anterior Grupo parlamentario Popular, capitaneado por Alberto Ruiz-Gallard¨®n, quedan en este n¨²cleo duro el portavoz, Miguel ?ngel Villanueva; el que fuera consejero de Hacienda y hombre fuerte de Ruiz-Gallard¨®n durante a?os, Antonio Beteta; el ex consejero de Urbanismo, Luis Eduardo Cort¨¦s, y otros tres diputados: G¨¢dor Ongil, Paloma Adrados y el hoy concejal Manuel Troiti?o. El 80% de los miembros del equipo de campa?a va tambi¨¦n en la lista electoral de Aguirre, incluida su jefa de prensa y uno de sus negros de toda la vida: el fabricante de discursos Regino Garc¨ªa-Badell.

"Soy un gabinetero t¨ªpico: un negro. No s¨¦ nada de agenda, ni de log¨ªstica ni de actos electorales. Yo lo que hago es dar el ¨²ltimo brochazo a los mensajes, redactar discursos y preparar el fondo argumental de los bolos [actos] del d¨ªa. Aunque no siempre: Esperanza es muy indisciplinada, muy intuitiva, para bien o para mal. Y yo tengo fe en su instinto pol¨ªtico: al final es ella quien decide qu¨¦ dice y qu¨¦ no", asegura Garc¨ªa-Badell.

Pero ?qu¨¦ hace exactamente un "argumentarista" electoral? "Mi equipo de argumentarios y yo nos citamos a las 8.00 para leer la prensa y hacerle un resumen a la candidata. De todo, ?eh? Informaci¨®n local, nacional, internacional, deportes, econom¨ªa... Si durante el d¨ªa los periodistas se le acercan y le preguntan algo, cualquier cosa, ella tiene que saber de qu¨¦ va el asunto. Luego preparamos el bolo del d¨ªa, repasamos los mensajes y ya est¨¢", dice Garc¨ªa-Badell. Al margen del programa, los "mensajes" del PP en esta campa?a son dos: la herencia de los "fabulosos" ocho a?os de Gobierno de Ruiz-Gallard¨®n y la lucha contra la "coalici¨®n social-comunista". El primero fue la consigna estrella en los comicios de mayo; el segundo, fruto de la crisis institucional que vino despu¨¦s. Aguirre no se quita de la boca ninguno de los dos.

Muy cerca de la candidata trabajan tambi¨¦n los n¨²meros dos y tres de la lista: Miguel ?ngel Villanueva, portavoz de campa?a, y Juan Jos¨¦ G¨¹emes, encargado de los actos sectoriales, ex secretario de Estado de Turismo y hombre de confianza del vicepresidente primero del Gobierno, Rodrigo Rato. La funci¨®n del primero es "poner la voz, dar la r¨¦plica a los rivales", y, de nuevo, "perfilar los mensajes". La de G¨¹emes, "buscar el soporte medi¨¢tico id¨®neo para cada propuesta: un d¨ªa es un parque; al siguiente, un colegio".

Aguirre est¨¢ saliendo muy poco a la calle en esta campa?a, a pesar de que, como recuerda Villanueva, "afortunadamente se acab¨® el acoso" de los manifestantes del No a la guerra. Por la ma?ana, los actos sectoriales (programados para lanzar promesas electorales) se celebran en lugares cerrados y con el p¨²blico preseleccionado. Y todas las tardes, sin excepci¨®n, toca reuni¨®n con los apoderados e interventores del PP -"los aut¨¦nticos agentes electorales del partido"-, coordinados por otro miembro del equipo de campa?a: Francisco Granados, alcalde de Valdemoro y presidente de la comisi¨®n parlamentaria de investigaci¨®n que trat¨® de averiguar las causas de la espantada de los tr¨¢nsfugas Eduardo Tamayo y Mar¨ªa Teresa S¨¢ez.

Y qu¨¦ ser¨ªa de una campa?a sin un equipo de comunicaci¨®n e imagen. Lo coordina Isabel Mart¨ªnez-Cubells, jefa de prensa de Aguirre desde hace diez a?os y ahora n¨²mero 28 de su lista. Mart¨ªnez-Cubells asegura que "detr¨¢s de la candidata no hay ning¨²n asesor de imagen": "Es ella la que elige la ropa que se quiere poner. Todo eso de que en mayo cambi¨® el estilo para parecer m¨¢s accesible, y se vest¨ªa de Zara y llevaba mochila... Eso son cosas de la candidata". Para esta nueva cita electoral, la candidata ha dejado la mochila en el armario y "nadie le dice si se tiene que vestir de rojo o de azul".