?El mismo perro con distinto collar?
Est¨¢n que ladran. Me refiero a Egibar y Arzalluz. Los malpensados aseguran que es porque Arzalluz no soporta que el Papa lleve m¨¢s a?os que ¨¦l en la Santa Sede. En cuanto a Iznogud, por otro nombre Egibar, le saca de quicio que queriendo ser califa en lugar del califa le est¨¦n cambiando de sitio el califato. Y, nada, que se han puesto a ga?ir a d¨²o, rompiendo la vieja m¨¢xima del partido de que la ropa sucia se lava en casa por lo menos hasta llegar al michel¨ªn, momento en que se coge el michel¨ªn y se le echa fuera del vestuario. Total, que por lo que uno y otro han reconocido, el partido andar¨ªa a navajazos, dicho sea figuradamente, pues ya se sabe que Sabino ten¨ªa la navaja por arma de maketos.
Y si anda tan revuelto el gallinero es porque con la sucesi¨®n estar¨ªa en juego la pol¨ªtica de alianzas del partido. Para nadie es un secreto que Egibar apuesta ¨²nicamente por unirse entre nacionalistas, es decir con Batasuna pues con EA ya est¨¢ m¨¢s que unido, mientras que Josu Jon, dicen, ser¨ªa m¨¢s partidario de aliarse con los socialistas. Y aqu¨ª es donde viene y se cabrea Arzalluz porque sabe que, por mucho que le jure y perjure Josu Jon con todo el relevo generacional o vizca¨ªno detr¨¢s, no se puede estar con los socialistas y con el Plan Ibarretxe. Lo que teme ahora no es s¨®lo que haya cartas debajo de la mesa para evacuarle sino que intentan evacuarle con la baraja, el Superpl¨¢n y la Superponencia que busca soldar al nacionalismo
As¨ª que, por si las moscas, ya est¨¢n dos contra uno, porque tambi¨¦n es cierto que Arzalluz todav¨ªa no ha retirado su candidatura. Puede que al final lo haga (o no) a tenor de que calcule que el dividir los votos entre tres candidatos no le favorezca, pero de momento el postularse como opci¨®n le est¨¢ sirviendo para hacer campa?a en cuanto foro puede a favor de la pi?a nacional. Lo cierto es que al viejo Wojtila no le falta raz¨®n porque si Josu Jon pretende a los nacionalistas s¨®lo puede ser a costa de descafeinar lo de Ibarretxe. Con el tiempo a su favor -los plazos del Plan I. podr¨ªan hacerse oportunamente m¨¢s geol¨®gicos de lo estipulado-, Imaz podr¨ªa ir dando pasos en la b¨²squeda de un compromiso con los socialistas que tendiera m¨¢s al autogobierno que al soberanismo, con lo que se atraer¨ªa al sector pragm¨¢tico del partido, que todav¨ªa debe de existir o Arzalluz no habr¨ªa desenfundado el rev¨®lver.
Claro que, esto supondr¨ªa dejar en pelota picada a un lehendakari a quien le han jurado amor eterno. As¨ª que es m¨¢s f¨¢cil pensar que Josu Jon estuviera apostando por una mayor¨ªa parlamentaria a base de aumentar los votos propios a costa de una Batasuna vampirizada y a cuyos restos se les dar¨ªa la patada en el momento adecuado. Una mayor¨ªa en la que entrar¨ªan, por supuesto, EA e IU, y tal vez una parte de Batasuna reconvertida en algo parlamentariamente presentable. Su estrategia diferir¨ªa de la de Egibar en dejar fuera de juego a la Batasuna que existe ahora. De lograr eso contar¨ªa con bazas y tiempo suficiente para desmovilizar a los pragm¨¢ticos, al par que impulsaba el Plan. Pero el tiempo es lo que molesta a Egibar y Arzalluz, porque ven al alcance de la mano la Tierra Prometida. Les basta con apoyarse en Batasuna reeditando lo de Lizarra pero a lo bestia, ?o no son ya independentistas? Pero lo que toman por una opci¨®n rocosa es en realidad fr¨¢gil, ya que Batasuna lo mismo les sale por peteneras mientras les invita a seguir sosteni¨¦ndole en una lucha a la larga perdida contra su ilegalizaci¨®n como SA o lo que sea, con el consiguiente desgaste para el partido. Una mala apuesta, sobre todo con una ETA debilitada, que cualquier d¨ªa entrega la cuchara. Cabe sospechar, pues, que quienes no est¨¢n con Arzalluz y Egibar s¨®lo estar¨ªan pretendiendo librarse de un lastre demasiado pesado y no tanto cambiar de alianzas. ?Bonito, verdad? No se amargue, querido lector, recuerde que uno de los premios Nobel se ha concedido al estudio: Pol¨ªticos, personalidades excepcionalmente simples.
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