Racionalismo

Con motivo de la celebraci¨®n de la II Semana de la Arquitectura. Sevilla 2003, se ha montado una exposici¨®n en la Plaza Nueva sobre "Arquitectura del Racionalismo. Inicios y continuidades". Est¨¢ colocada en una nave met¨¢lica muy bonita, y, aunque las fotos no son especialmente buenas, es interesante reconocer edificios que se acostumbran a ver sin detenimiento, formando parte de un paisaje conocido por el que caminamos con frecuencia. Son muchos los edificios expuestos: en el cat¨¢logo hay una relaci¨®n de 269 obras y proyectos; algunos tan conocidos como el Mercado de la Puerta de la Carne. Despu¨¦s de ver la exposici¨®n puede resultar gratificante prestarles la atenci¨®n que merecen.

Entre todos ellos, el que m¨¢s me admira es la Universidad Laboral, ahora Universidad de Pablo de Olavide, proyectada por Luis G¨®mez Estern, Alfonso Toro Buiza y Felipe y Rodrigo Medina Benjumea en 1949. Tras pasar muchos a?os sin visitarla, fui por all¨ª hace pocos meses y la vi como una novedad: sigue siendo moderna. La fachada con la enorme escalinata curva me parece excepcional. El ritmo es pausado y preciso, rompiendo la monoton¨ªa con alg¨²n adorno leve, diferentes alturas y orientaciones de los edificios y esas amplias curvas en las que hubieron de utilizar t¨¦cnicas muy nuevas; como las que se aplicaron para conseguir, por ejemplo, las c¨²pulas de hormig¨®n de los gimnasios. Un arquitecto me hizo ver la claridad del plano del proyecto, en el que es muy f¨¢cil comprender la distribuci¨®n y el funcionamiento de los espacios que se pueden adaptar a otros usos sin grandes obras, cambiando tan s¨®lo divisiones interiores.

El racionalismo es una actitud que da prioridad a la raz¨®n sobre la voluntad y la emoci¨®n; un parapeto para esa emoci¨®n a la que a veces resulta tan agradable darle rienda suelta. Pero como de todo tiene que haber, afortunadamente siempre surgen creadores y pensadores que van rectificando y abriendo nuevos caminos.

Raz¨®n implica reflexi¨®n, utilidad, comodidad -que es muy parecido- y austeridad, que tambi¨¦n tiene mucho que ver. Estoy segura de que para conseguir hacer belleza de todo eso hay que vivirlo intensamente, y no deja de ser extraordinario el haberlo vivido en aquellos a?os en Sevilla.