Un candidato que escucha pero no obedece
Maragall mantiene su autonom¨ªa, a pesar de los consejos de su nutrida n¨®mina de asesores
El equipo de campa?a de Pasqual Maragall no deja casi ning¨²n resquicio por cubrir: el partido est¨¢ centrado en la movilizaci¨®n, un grupo reducido de asesores forma algo as¨ª como una factor¨ªa de mensajes, existen organismos que coordinan unos con otros, no faltan tampoco los asesores externos. El engranaje funcionar¨ªa como un reloj si no fuera porque un ¨¢rea no precisamente menor escapa a su control: el candidato escucha, pero no siempre obedece.
El propio Maragall lo cont¨® sin tapujos la semana pasada, en el acto en que se comprometi¨® a reformar el modelo de los medios de comunicaci¨®n p¨²blicos tomando como ejemplo la BBC. Empez¨® as¨ª su intervenci¨®n: "No s¨¦ si dar¨¦ un gran titular; los asesores no lo recomiendan, pero ya sab¨¦is que les hago caso con prudencia".
Nadie se sorprendi¨® ante su jocosa iron¨ªa. Toda la maquinaria de la campa?a socialista lo sabe. Maragall no es un pol¨ªtico al uso, que se pliega al dictado de la mercadotecnia pol¨ªtica. En ocasiones ejerce m¨¢s de fil¨®sofo -indomable y con un punto libertario- que de candidato y tiene una gran confianza en sus intuiciones. Sucede a menudo que en sus discursos influyen m¨¢s las improvisadas conversaciones que mantiene minutos antes de subir a la tribuna que los detallados argumentarios preparados a conciencia y sin dejar cabos sueltos por su equipo.
En esta ocasi¨®n, a diferencia de lo que ocurri¨® hace cuatro a?os, la direcci¨®n formal de la campa?a recae sobre el partido. En 1999, el director de campa?a era un asesor externo -Xavier Roig- y el cuartel general se instal¨® en una c¨¦ntrica sede electoral de Ciutadans pel Canvi. Hoy el director es Miquel Iceta, portavoz del Partit dels Socialistes (PSC), y se trabaja desde la calle de Nicaragua, donde est¨¢ ubicada la sede del PSC.
Las diferencias entre las dos campa?as, no obstante, son menores de lo que podr¨ªa parecer sobre el papel. Ahora Maragall preside el PSC y los antagonismos entre ambos mundos -el del candidato y el del partido- han disminuido: el aparato se siente m¨¢s implicado y c¨®modo y Maragall mantiene casi intacto su margen de autonom¨ªa.
Miquel Iceta y Ernest Maragall -hermano de Pasqual- son los v¨¦rtices de ambos mundos en el equipo del candidato y sus despachos est¨¢n pared con pared. El primero, que coloca cada d¨ªa en la web un diario de la campa?a con informaciones muy ¨²tiles para su seguimiento (www.terra.es/personal3/miquel_iceta/diari.htm), es hombre de la m¨¢xima confianza del primer secretario del PSC, Jos¨¦ Montilla, y tiene el partido detr¨¢s. El segundo, que dej¨® el Ayuntamiento tras las ¨²ltimas elecciones -antes incluso de tomar posesi¨®n como edil- para dedicarse al m¨¢ximo a la campa?a auton¨®mica, es el responsable del mensaje y de los actos del candidato. El peso de Ernest Maragall es muy superior al que indique cualquier organigrama: es de los pocos dirigentes capaces de poner firme al candidato, con el que tiene una gran sinton¨ªa pol¨ªtica y personal.
La coordinaci¨®n entre el candidato y el partido se produce en un poderoso ¨®rgano informal que en la jerga del partido se conoce como G-4. Es aqu¨ª donde dos veces por semana -cuando la campa?a empiece, el ritmo previsiblemente decaer¨¢- Miquel Iceta, Ernest Maragall, Pasqual Maragall y Jos¨¦ Montilla analizan la situaci¨®n y fijan las grandes l¨ªneas de la campa?a.
La letra peque?a -a menudo tan importante como las grandes l¨ªneas- queda no obstante para el reducido equipo dirigido por Ernest Maragall, integrado por un selecto grupo de fieles que lleva a?os colaborando muy de cerca con Pasqual Maragall como puntales de su pol¨ªtica de comunicaci¨®n o como jefes de gabinete de ¨¢reas clave, aunque a menudo desde un discreto segundo plano formal. Aqu¨ª se incluye la periodista ?ngela Vinent, responsable de Comunicaci¨®n; el jefe de gabinete del candidato, Jordi Williams, quien dispone de una poderosa agenda territorial reunida en sus a?os en la Diputaci¨®n de Barcelona, y el llamado tridente, la factor¨ªa del mensaje: Jordi Mercader, periodista y miembro en excedencia del Consejo Audiovisual de Catalu?a (CAC); Jaume Bellmunt, ex jefe de gabinete de Joan Revent¨®s y con experiencia en La Moncloa, y Jaume Badia, director gerente en excedencia del Centro de Cultura Contempor¨¢nea de Barcelona (CCCB). Los tres, al igual que Vinent, han trabajado con Pasqual Maragall en el Ayuntamiento de Barcelona.
El candidato, sin embargo, es aut¨®nomo en su propio equipo aut¨®nomo. Mantiene, por ejemplo, una muy fluida relaci¨®n con Xavier Roig, quien ha tomado las riendas de la campa?a en Lleida, y cualquier ciudadano que se le dirija espont¨¢neamente por la calle puede convertirse sin saberlo en un improvisado asesor tan determinante para el mitin del d¨ªa como todo su equipo de campa?a junto.
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