La alta abstenci¨®n en el refer¨¦ndum complica el plan de reformas del presidente colombiano
La escasa participaci¨®n impide la mayor¨ªa de los cambios pol¨ªticos y fiscales de Uribe
La abstenci¨®n registrada en el refer¨¦ndum constitucional "contra la corrupci¨®n y la politiquer¨ªa" complic¨® el proyecto pol¨ªtico del presidente colombiano, ?lvaro Uribe. Escrutado el 97,9% de los votos, ayer no se hab¨ªa alcanzado el 25% de participaci¨®n exigido para su validaci¨®n: 6.267.443 votos. El conteo del 2,1% restante podr¨ªa acabar valid¨¢ndolo, pero la mayor¨ªa de las 15 preguntas gubernamentales probablemente quedar¨¢ derrotada. Uribe deber¨¢ recurrir al Congreso o a los decretos para sacar adelante sus reformas pol¨ªticas y fiscales.
Las nuevas cautelas contra los "auxilios parlamentarios", el dinero entregado a los congresistas para hacer pol¨ªtica, no prosperaron. Prohibidos en la Constituci¨®n de 1991, el Gobierno proclam¨® que se endurec¨ªa su fraudulento uso. La oposici¨®n sostuvo la corrupci¨®n revestir¨ªa nuevas modalidades con la reforma constitucional propuesta.
Varapalo al proyecto de ajuste fiscal
La abstenci¨®n complica el margen de maniobra del Gobierno para acometer los pretendidos ajustes fiscales. La reducci¨®n de los gastos de funcionamiento del Estado, el cierre de oficinas gubernamentales y la congelaci¨®n de los salarios de buena parte del mill¨®n de empleados p¨²blicos, durante dos a?os, no recibieron el apoyo esperado. Las prisas del Gobierno en aplicar las reformas, tampoco. S¨®lo el 23,6% de los votantes apoy¨® la aplicaci¨®n inmediata de aquellas que fueran aprobadas. Tampoco fue entusiasta la iniciativa contra la atomizaci¨®n pol¨ªtica: s¨®lo el 23,68% refrend¨® la pregunta que prohibir¨ªa participar en las elecciones a los partidos con menos del 2% de apoyo popular y en las presidenciales, si no suman el 5%.
El presidente Uribe hab¨ªa proclamado que el fin de los recortes era disponer de m¨¢s ahorro para obras sociales y ordenar las finanzas nacionales para evitar crisis como la argentina. La oposici¨®n y los sindicatos argumentaron que esa austeridad ser¨ªa encajada por los pobres.
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