Una lucha de poder en el norte del pa¨ªs
La shar¨ªa (interpretaci¨®n estricta de los preceptos del Cor¨¢n) es conocida en el mundo occidental, sobre todo, por sus aplicaciones m¨¢s brutales, como son las lapidaciones con las que son perseguidas sobre todo las mujeres que han cometido adulterio, las mutilaciones con las que pagan su sanci¨®n los ladrones o las flagelaciones que reciben los bebedores de alcohol.
Los enfrentamientos provocados por las protestas contra la celebraci¨®n de la elecci¨®n de Miss Mundo 2002 en Nigeria, y los procesos de lapidaci¨®n de Safiya Huseini y Amina Lawal son las principales referencias de la aplicaci¨®n de esta pol¨¦mica ley religiosa.
La shar¨ªa se aplicaba en Nigeria desde el siglo XVIII s¨®lo para uso civil (separaciones, herencias...), pero la pol¨¦mica lleg¨® cuando 12 Estados del norte del pa¨ªs extendieron la shar¨ªa al derecho penal hace cuatro a?os. Esta aplicaci¨®n caus¨® gran indignaci¨®n en los cristianos y desencaden¨® fuertes enfrentamientos entre ¨¦stos y los musulmanes que acabaron con varios muertos.
La poblaci¨®n de Nigeria es de alrededor de unos 130 millones de personas: la mitad musulmanas, el 40% cristianas y el resto profesan religiones tradicionales.
El presidente de Nigeria (pa¨ªs democr¨¢tico desde 1999), Olasung Obasanjo, fue reelegido en abril de este a?o con el apoyo de la mayor¨ªa musulmana del norte pese a que es cristiano. "Para ganar necesitaba el apoyo de los Estados del norte, y a cambio permiti¨® la implantaci¨®n de la
shar¨ªa", explica Alfred Bosch, profesor de Historia de ?frica de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona.
Bosch subraya que en los 12 Estados donde se aplica la shar¨ªa viven unos 50 millones de personas. En su opini¨®n, poco tiene que ver la shar¨ªa en la negativa de estos estados a suministrar las vacunas contra la poliomielitis. Lo simplifica a la reacci¨®n de los notables de estas regiones y en especial al emir de la ciudad de Kano, "quien gobierna y manda m¨¢s que muchos ministros". "Deben de haber orquestrado una campa?a contra las vacunas, porque se han sentido ofendidos al no haber sido consultados", precisa.
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