C¨®mo sobrevivir al precio de una vivienda
S¨®lo vale la pena vivir para VIVIR. VIVIR debe ser m¨¢s que satisfacer las necesidades b¨¢sicas, debe ser principalmente disfrutar. Pero disfrutar de la vida es sobre todo dejar de ser esclavos de los sufrimientos y de las ansiedades que nos hipotecan, y cuya mejor terapia es una buena dosis de cultura en cualquiera de sus manifestaciones. Cuantificamos la calidad de vida bas¨¢ndonos en nuestra capacidad de adaptaci¨®n al consumo y nos olvidamos que el bienestar no se puede ni contar, ni medir, ni pesar.
Para poder VIVIR se necesita de un continente: la vivienda, que no es m¨¢s que disponer de un espacio propio que permita el m¨ªnimo de intimidad a las c¨¦lulas b¨¢sicas de la sociedad, la unidad familiar en cualquiera de sus formas. Sin vivienda no existe independencia ni emancipaci¨®n y en consecuencia la persona no alcanza cotas suficientes de libertad. No en vano nuestra Constituci¨®n la considera como un derecho fundamental y adem¨¢s le a?ade el ep¨ªteto de digna, para establecer la garant¨ªa del m¨ªnimo de servicios imprescindibles.
En un pa¨ªs donde hist¨®ricamente la propiedad de la tierra ha sido de unos pocos, la vivienda se ha convertido en ese trozo de posesi¨®n b¨¢sica, en patrimonio imprescindible. Hace cincuenta a?os los tecn¨®cratas de la dictadura no encontraron m¨¢s f¨®rmula para que ahorraran "los espa?olitos" que la de embarcarlos en adquirir una vivienda de aquellos pol¨ªgonos densos y carentes de los m¨ªnimos servicios. El sue?o espa?ol entonces era tener un pisito y un se¨ªta, todo en diminutivo para no dejar lugar a sospechas.
El alquiler de una vivienda era considerado m¨¢s propio de los desheredados, justo cuando las pol¨ªticas que marcaban la modernidad en Europa pasaban por una redefinici¨®n del sistema de arrendamientos para evitar la p¨¦rdida de suelo p¨²blico (aunque a¨²n no lo entiendan algunos, suelo de todos) y, a tenor de la mayor flexibilidad del mercado de trabajo, para favorecer la capacidad de micro movilidad a nivel de ¨¢reas metropolitanas y de macro movilidad en un escenario nacional. La existencia de un amplio y din¨¢mico mercado de alquiler, con fuerte intervenci¨®n p¨²blica, hac¨ªa que el precio de la vivienda en Europa estuviera marcado por unos valores muy superiores a los espa?oles.
Hace tan s¨®lo unos d¨ªas hemos sabido que los malague?os ya somos europeos en cuanto al precio de las viviendas, pero que estamos a¨²n muy lejos de la oferta de viviendas en alquiler. Tambi¨¦n sabemos que somos los que m¨¢s proyectos visamos, los que m¨¢s viviendas de precio libre construimos y los que tenemos m¨¢s trabajadores dependientes de la construcci¨®n. Pero tambi¨¦n hemos visto c¨®mo somos los que m¨¢s nos hipotecamos, los que m¨¢s r¨¢pidamente vemos encarecer las viviendas y los que menos viviendas de protecci¨®n construimos.
Dicen aquellos a los que les va bien que esto es bueno, que esto es riqueza, que es desarrollo. Y los dem¨¢s nos planteamos: Bueno, ?para qui¨¦n? ?Riqueza para qui¨¦n? ?Desarrollo para qui¨¦n? Sin dejar de ser verdad que el sector de la construcci¨®n est¨¢ haciendo crecer la tasa de empleo, aunque sean muchos de ellos precarios, y de que hayan aumentado los ingresos familiares, sin embargo, no es menos cierto que las hipotecas, el aumento de los impuestos y la subida de precios de la bolsa de la compra nos hacen tener menos capacidad adquisitiva. Nos quitan mucho m¨¢s de lo que nos dan, pero lo peor es que el "negocio" es de por vida. Recordemos que hoy ya se firman muchas hipotecas por m¨¢s de 30 a?os. Los j¨®venes de hoy para emanciparse est¨¢n obligados a ser esclavos de sus hipotecas por un plazo mayor que el de sus vidas laborales.
Aunque a algunos les cueste creerlo ¨¦sta es buena parte de la herencia que Francisco de la Torre les dejar¨¢ a los malague?os. Tiene a gala presumir que se deshizo durante la pasada legislatura de todo el suelo p¨²blico municipal. Es cierto que con ello obtuvo ingresos extraordinarios para la ciudad que le sirvieron para hacer un par de parques vecinales, algunas rotondas y varias medianas, pero el oscuro objeto de la operaci¨®n era que al desprenderse del suelo p¨²blico, y en consecuencia imposibilitar la construcci¨®n de VPO, el precio de la vivienda se liberalizaba sin tener contenci¨®n alguna por los precios oficiales de la VPO o por una amplia oferta de viviendas en alquiler.
De la Torre sab¨ªa lo que iba a suceder y puso a M¨¢laga en venta, hizo de M¨¢laga pasto de especuladores. Vean si no dos ejemplos.
El coste de producci¨®n (materiales, mano de obra, impuestos y beneficio industrial) de un metro cuadrado de las VPO de la Barriada Garc¨ªa Grana es de 304 euros y el de una vivienda libre de Teatinos de 352 euros. Primera sorpresa, pr¨¢cticamente no hay diferencia de calidades entre unas y otra, tan s¨®lo por valor de 48 euros. Es cierto que a las libres habr¨ªa que sumar el coste del suelo, lo que supondr¨ªa unos 250 euros m¨¢s. En total un metro cuadrado de vivienda construida en Teatinos deber¨ªa costar, con un suelo al que ya se le ha incluido el "impuesto de especulaci¨®n", no m¨¢s de 602 euros y sin embargo hoy se venden por 1.656 eruso. Es decir un beneficio neto por cada metro cuadrado de 1.000 euros. ?C¨®mo se va a querer construir VPO, si ¨¦ste es para los que les va bien el negocio del siglo?
El segundo de los ejemplos lo constituye la picaresca del Parque Tem¨¢tico, un proyecto "emblem¨¢tico". Podemos admitir que un Parque Tem¨¢tico es un lugar para el ocio, que puede tener un valor a?adido de car¨¢cter tur¨ªstico. Pero no se dejen enga?ar por las apariencias: se sabe que un parque tem¨¢tico es de por s¨ª ruinoso. Entonces se exige que haya un desarrollo urban¨ªstico en su entorno, algo as¨ª como diez mil viviendas. Como el proyecto es de inter¨¦s general para los que les va bien, por supuesto de precio libre. De la Torre lo sabe y fomenta entre los especuladores de suelo que vayan posicion¨¢ndose y compren el suelo ahora que es r¨²stico y en consecuencia "baratito": tres o cuatro euros por metro cuadrado de suelo, que una vez convenientemente recalificado se cotizar¨¢ a 250 euros. Si la operaci¨®n les sale se llevar¨¢n entre unos y otros, (a los que les va bien, 700 millones de euros de todos los malague?os).
Se llevan las plusval¨ªas de nuestra tierra, nos venden lo que se construye sobre ella por encima de su valor y nos esclavizan de por vida a pagar una hipoteca. Pero a los que les va bien jam¨¢s entender¨¢n que hay m¨¢s de un 70% de los malague?os a los que para vivir dignamente tienen que pagar un alto coste.
Marisa Bustinduy es portavoz del grupo municipal socialista en el Ayuntamiento de M¨¢laga
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