La segunda oportunidad

No abundan los casos en que a un ciclista se le concede una segunda oportunidad, aunque los hay sonados. Abraham Olano lleg¨® a dar casi por perdida su carrera cuando, tras fichar por el CHCS profesional y despu¨¦s de dos meses sin cobrar, debi¨® regresar al campo aficionado. Aquel 1992 result¨® una de sus experiencias m¨¢s duras como ciclista. Pero volvi¨® al profesionalismo, de la mano del Clas de Juan Fern¨¢ndez, y eclosion¨®. Lleg¨® a ser el mejor corredor espa?ol de su ¨¦poca, la era postIndur¨¢in.

Gaizka Lejarreta no aspira a llegar a tanto. Se conforma, simplemente, con que le concedan esa segunda oportunidad. Casi lo ha conseguido. Tiene "un 90%" de posibilidades de fichar por el Paternina, el modesto equipo en el que este a?o ha despuntado el sorprendente Pecharrom¨¢n. "S¨®lo falta la firma", comenta.

Lejarreta, quien el 16 de febrero cumplir¨¢ 26 a?os, nada tiene que ver con Marino, ni Ismael, ni con Berriz, ni con ning¨²n otro ex ciclista conocido. De hecho, no existe en su familia nadie con antecedentes deportistas. Lo suyo surgi¨® por generaci¨®n espont¨¢nea, a los ocho a?os, cuando decidi¨® trasladar su afici¨®n a la bicicleta a las escuelas de ciclismo de su localidad, Areatza, en Vizcaya. "Poco a poco sub¨ª de categor¨ªa", recuerda.

No s¨®lo le gustaba la carretera. Tambi¨¦n el barro de los circuitos de ciclocross. De hecho, esa modalidad le dio sus primeros ¨¦xitos. En 1994, se proclam¨® campe¨®n de Espa?a cadete. Dos a?os despu¨¦s, repiti¨® t¨ªtulo en categor¨ªa juvenil, e incluso logr¨® la plata en el Mundial de Alemania. Esa especialidad, cada vez m¨¢s en peligro de extinci¨®n, ha dado un buen pu?ado de buenos ciclistas en el Pa¨ªs Vasco. De hecho, los antecesores de Lejarreta en ganar el campeonato nacional de ciclocross fueron el nuevo campe¨®n del Mundo, Igor Astarloa (1993 y 1994), e Iban Mayo (1995).

La ascensi¨®n de Gaizka Lejarreta result¨® envidiable. Utiliz¨® como trampol¨ªn el Iberdrola, el filial del ONCE, y dio el salto a los profesionales con apenas 23 a?os, una edad temprana. Ahora, cuatro a?os despu¨¦s, se arrepiente. "Sub¨ª demasiado joven. Me hac¨ªan falta un par de a?os m¨¢s en aficionados", reconoce.

En tres a?os junto a los grandes no consigui¨® sacar la cabeza. Permaneci¨® dos temporadas en el ONCE-Eroski. Su mayor ¨¦xito fue un sexto puesto en una etapa de la Vuelta a Polonia. Pas¨® desapercibido en el pelot¨®n. "El primer a?o, por ser neoprofesional, no me exig¨ªan mucho. En el segundo no particip¨¦ en muchas carreras y me desanim¨¦". As¨ª, tuvo que aceptar el a?o pasado la oferta del equipo portugu¨¦s La Pecol, donde nunca se encontr¨® a gusto.

Su estrella se apag¨® y en 2003 debi¨® recalificarse como aficionado, en el Alfus-Tedes. El descenso de categor¨ªa es duro, pero pronto remont¨®. Recuper¨® la costumbre de ganar. En enero se aproxim¨® a su vieja afici¨®n al ciclocross y no le pudo ir mejor. Logr¨® la medalla de bronce en el Campeonato de Espa?a, por detr¨¢s de dos consagrados como David Seco, el indiscutible n¨²mero uno, y el navarro Garro. En la carretera tambi¨¦n obtuvo resultados enseguida. Recuerda, sobre todo, su primer triunfo, en Alegia: "Fue algo especial, despu¨¦s de tanto tiempo". Una tras otra, ha sumado seis victorias y el Paternina le ha ofrecido un contrato de un a?o. Ni se lo ha pensado. No siempre pasa el tren por segunda vez.