Mi Carod

Mi Carod no es el puppet que aparece en el espacio electoral televisivo de ERC. Tampoco es el cabezudo que, d¨ªa s¨ª, d¨ªa tambi¨¦n, se presenta en los m¨ªtines festivos del l¨ªder republicano ("una forma barata de atraer la atenci¨®n del p¨²blico", puntualiza con datos el senador Carles Bonet: cada cabezudo cuesta 360 euros y en esta campa?a se emplear¨¢n 25. Esto es, 9.000 del ala en cabezudos).

Mi Carod no es un puppet ni un cabezudo. Mi Carod es el que esta ma?ana (por la de ayer) se planta a las 11.00 en la explanada de Can Zam de Santa Coloma de Gramenet para visitar la tuneladora de la l¨ªnea 9 del metro. Industria pesada, hormig¨®n, viga: ese es mi Carod.

La llegada de mi Carod a la obra viene precedida por angustiosos rumores: una veterana periodista radiof¨®nica, ducha en visitas de obra republicanas, me informa de que no es seguro que pueda hacerse ¨¦sta y de que Jordi Portabella ya lo intent¨®, sin ¨¦xito, durante las municipales. Al mun¨ªcipe no debi¨® de gustarle ese fiasco, pues esta ma?ana ha vuelto al lugar de los hechos, confiado en que su jefe de filas tendr¨¢ mejor suerte.

En la verja de acceso diversos carteles conminan al uso obligatorio de botas, casco, gafas, mascarilla y protector auditivo. A la hora de la verdad, pasamos con casco y un no prescrito chaleco fosforito. De gafas, mascarillas y protectores auditivos ni rastro, aunque tampoco hacen ninguna falta. En cambio, unos buenos botos hubieran venido que ni pintados (la veterana periodista los lleva). El acreditado barro de Can Zam nos ataca sin piedad. Acabamos con los bajos hechos una pena. ERC, manos limpias, zapatos sucios.

En un barrac¨®n junto a la entrada el ingeniero da explicaciones sobre la obra. Insiste en la diferencia ontol¨®gica entre la tuneladora de arena y la de roca dura. La que aqu¨ª se utiliza es de roca dura, con un di¨¢metro de 11,95 metros, una longitud de 140, un peso de 2.300 toneladas, un empuje de 90.000 kilovatios nominales y una "cantidad de gatos" (sic) de 30 kilonewtons. Carod atiende con fijeza. Su mujer, Teresa Comas, tambi¨¦n.

Carod, tuneladora: lentos pero determinados, avanzan entre 300 y 400 metros al mes, perforando las entra?as de la tierra catalana. Ambos no esperan ver culminada la obra antes de 2010.