280 grabaciones, decenas de recursos, m¨¢s de 11.000 folios...
Jueces e inspectores aseguran que la complejidad del sumario permiti¨® huir a los 'narcos' de la Operaci¨®n Carro
?No se puede juzgar a una veintena de narcos antes de que transcurra el l¨ªmite de cuatro a?os de prisi¨®n preventiva y no quede m¨¢s remedio que ponerlos en libertad? ?C¨®mo ha sido posible que seis de los 22 implicados en la Operaci¨®n Carro por introducci¨®n en Espa?a de m¨¢s de 800 kilos de hero¨ªna se hayan fugado?
De los seis procesados por narcotr¨¢fico que el 27 de octubre no se presentaron ante el tribunal, s¨®lo tres, Jos¨¦ Gomes Pires, el cabecilla de la banda; Gregorio Fern¨¢ndez Ant¨®n, el tesorero del anterior, y un ayudante, Miguel Rui Teixeira, fueron excarcelados por cumplimiento del l¨ªmite de cuatro a?os en prisi¨®n preventiva. Los otros tres estaban en libertad desde antes de que se cumpliera el plazo, al tener implicaciones menos graves.
La polic¨ªa grab¨® escuchas telef¨®nicas a 22 procesados de nueve nacionalidades distintas
La acumulaci¨®n de investigaciones gener¨® un macroproceso de enormes proporciones
El caso de Gomes Pires, un portugu¨¦s de 55 a?os apodado El enano y con una dilatada trayectoria en el mundo de la droga, es especial. A punto de cumplir los cuatro a?os de prisi¨®n preventiva, el tribunal intent¨® una operaci¨®n a la desesperada: entregarlo temporalmente a Portugal para ser juzgado por otra causa pendiente y una vez condenado en su pa¨ªs de origen, reclamarlo para ser juzgado aqu¨ª. Pero en los c¨¢lculos no entraba que Gomes fuera absuelto y excarcelado en Portugal. Cuando Espa?a lo reclam¨®, ya no fue encontrado.
Pero, ?por qu¨¦ no ha dado tiempo a que en cuatro a?os se celebrase este juicio?
Ni el cambio de juez, ni el an¨¢lisis de la droga incautada, ni la traducci¨®n de las intervenciones telef¨®nicas de idiomas como el farsi (persa), o el kurdo al castellano, ni las comisiones rogatorias libradas a Turqu¨ªa, Holanda y Portugal, ni el seguimiento del dinero blanqueado han sido, por separado, causa determinante para haberse alcanzado, el pasado abril, el tope de los cuatro a?os de prisi¨®n preventiva, seg¨²n coincidieron el presidente del tribunal, Siro Garc¨ªa, y los inspectores del Consejo del Poder Judicial que examinaron el caso. Pero el conjunto de todas ellas propici¨® la excarcelaci¨®n de Pires y otros dos de los principales acusados.
En la Audiencia Nacional hay sumarios de delitos econ¨®micos de especial complejidad cuya instrucci¨®n puede llevar el triple de ese tiempo. A¨²n quedan por juzgar algunos asuntos de principios de los a?os 90. Pero adem¨¢s, un sumario con 22 acusados, de nueve nacionalidades distintas, es en s¨ª mismo un macroproceso en el que cada papel que se mueve hay que notificarlo a los 22 implicados. La experiencia demuestra que en los grandes macroprocesos por narcotr¨¢fico se llega raspando al filo de los cuatro a?os, el tope m¨¢ximo de permanencia en prisi¨®n.
En el sumario de la Operaci¨®n Carro, a las primeras investigaciones sobre dos de las tramas de distribuci¨®n de hero¨ªna se acumul¨® otra posterior y despu¨¦s otra m¨¢s sobre el blanqueo del dinero. El sumario fue engordando hasta alcanzar en tres a?os m¨¢s de 11.000 folios. Sin embargo, pudo haberse fraccionado en cuatro, dando lugar a cuatro juicios distintos, tal como sugiri¨® el presidente de la Sala Penal de la Audiencia Nacional, Siro Garc¨ªa, en su comparecencia ante los medios de comunicaci¨®n.
Estas operaciones se acumularon en el mismo sumario, al que adem¨¢s se a?adi¨® la canalizaci¨®n de beneficios desde Espa?a a Turqu¨ªa, por medio de correos de pa¨ªses ¨¢rabes de Oriente Pr¨®ximo, que entre julio y octubre de 1999 enviaron el equivalente e 250 millones de euros (41.600 millones de pesetas) en pesetas, libras, d¨®lares, francos franceses y suizos, marcos, escudos y florines.
El sumario lo inici¨® el juez Manuel Garc¨ªa Castell¨®n en abril de 1999. Durante un a?o y dos meses acumul¨® 6.677 folios en 23 tomos y cuando fue nombrado magistrado de enlace entre Espa?a y Francia para asuntos de terrorismo, las actuaciones las llev¨® su sustituto, Juan del Olmo, que concluy¨® la instrucci¨®n en otros dos a?os y seis meses, totalizando en 39 tomos 11.358 folios.
Para entonces, los intentos de los abogados por alcanzar el l¨ªmite de la prisi¨®n eran m¨¢s que evidentes. En el auto de conclusi¨®n del sumario, el propio juez Del Olmo constat¨® "la estrategia" que evidenciaban "el tipo de diligencias solicitadas por algunos procesados".
Tras la conclusi¨®n del sumario, en diciembre de 2002, los abogados instaron una "avalancha" de recursos de todo tipo -reforma, apelaci¨®n, s¨²plica, queja, incidentes de nulidad y hasta un art¨ªculo de previo especial pronunciamiento- a los que los jueces no pod¨ªan dejar de contestar para no poner en peligro todo el procedimiento. S¨®lo Fernando Pamos, abogado de Logman Ghodsi Maboobalam, present¨® 23 recursos o incidentes. Este letrado, que se dio a conocer en medios jur¨ªdicos al asumir la defensa del ex represor argentino Adolfo Scilingo, ha seguido en ambos casos una estrategia parecida, inundando de recursos a los jueces. ?l asegura que su funci¨®n es defender a su cliente y que ejercita los recursos que la ley pone a su alcance. Los jueces los han considerado posteriormente como maniobra dilatoria, descontando un periodo de cinco meses en el c¨®mputo de la prisi¨®n preventiva de su defendido y otros tres acusados, que siguen presos.
Sea como fuere, en abril, Pires y otros tres de los principales acusados en la Operaci¨®n Carro se dieron a la fuga. Y lo que se vislumbraba como la antesala de otra fuga se materializ¨® la tarde anterior al juicio. Fuentes de la Audiencia Nacional temen que tampoco sea la ¨²ltima. Entretanto, lo ¨²nico que cabe hacer, dicen, es "evitar los macroprocesos".
Farsi, turco, kurdo y sueco
El sumario consta de 11.358 folios, repartidos en 39 tomos, a los que hay que a?adir otros 5.000 de los 10 tomos del rollo de sala y alrededor de 3.000 folios m¨¢s en las piezas separadas de situaci¨®n y de patrimonio.
Durante la instrucci¨®n de la causa y, ahora, durante el juicio, han intervenido numerosos traductores e int¨¦rpretes de ingl¨¦s, farsi (persa), turco, kurdo, sueco, holand¨¦s y ¨¢rabe. Se han tenido que traducir de estos idiomas documentaciones relativas a empresas, como PP Laferink Track, a la que llegaba la hero¨ªna desde Turqu¨ªa escondida en tractores y maquinaria agr¨ªcola. Tambi¨¦n hay una voluminosa comisi¨®n rogatoria internacional traducida del turco.
La polic¨ªa ha tenido que recurrir a traductores de todos esos idiomas para poner en castellano la transcripci¨®n de 280 cintas de escuchas telef¨®nicas a los presuntos narcos.
Han declarado en la causa m¨¢s de 125 testigos que ahora est¨¢n compareciendo en el juicio que se sigue celebrando en la Audiencia Nacional y se han aportado 28 informes periciales de diversos organismos policiales econ¨®micos y cient¨ªficos.
Entre ellos destacan los de documentos copia sobre autenticidad de documentos de identidad y pasaportes portugueses, holandeses, belgas, suecos y australianos; sobre armamento y bal¨ªstica del subfusil y las pistolas intervenidas a los acusados; an¨¢lisis de las diversas partidas de hero¨ªna y coca¨ªna incautadas; tasaci¨®n de la droga; estudios del patrimonio de los detenidos y de las empresas tapadera utilizadas para el blanqueo del dinero.
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