Berlusconi: "Ninguna intimidaci¨®n nos apartar¨¢ de nuestra voluntad de ayudar"
El ataque golpea a la sociedad italiana, que se manifest¨® contraria a la guerra
El atentado de Nasiriya sumi¨® a los italianos en una conmoci¨®n profunda. Y reabri¨® las heridas sociales causadas por una guerra impopular. El presidente del Gobierno, Silvio Berlusconi, compareci¨® ante las dos C¨¢maras del Parlamento para expresar su dolor y prometer que sus tropas seguir¨ªan en Irak. "Ninguna intimidaci¨®n nos apartar¨¢ de nuestra voluntad de ayudar", manifest¨®. Por su parte, Massimo d'Alema, como principal dirigente de la oposici¨®n, habl¨® en cambio de la necesidad de replantearse la presencia militar en territorio iraqu¨ª una vez concluyera el duelo oficial por la tragedia.
El Gobierno pidi¨®, una y otra vez, que el pa¨ªs permaneciera unido, mientras las televisiones cancelaban su programaci¨®n y se dedicaban exclusivamente a informar sobre una jornada dif¨ªcilmente olvidable. Hubo unidad absoluta en el dolor. La lista de muertos, que ascend¨ªa a 18 a primera hora de la noche, pesaba en todas las regiones italianas.
Se percibieron de inmediato, sin embargo, las primeras se?ales de un debate largo y tenso. M¨¢s del 70% de los italianos se opuso a la guerra en Irak; el env¨ªo de tropas, aprobado cinco meses atr¨¢s por el Parlamento con los votos en contra de toda la oposici¨®n, no result¨® especialmente conflictivo mientras la misi¨®n, denominada Antigua Babilonia, se desarroll¨® en un ambiente pac¨ªfico. El destacamento italiano, de casi 2.000 efectivos, era bien considerado por la poblaci¨®n iraqu¨ª de la regi¨®n que circunda Nasiriya. Las cosas cambiaron ayer. Todo el pa¨ªs comprendi¨® que la de Irak es una posguerra m¨¢s sangrienta que la de Afganist¨¢n o los Balcanes.
El presidente de la Rep¨²blica, Carlo Azeglio Ciampi, que se dispon¨ªa a viajar a Washington, asumi¨® su funci¨®n institucional y expres¨® en un mensaje el dolor de toda Italia. Record¨® tambi¨¦n que los Carabinieri, una fuerza similar a la Guardia Civil espa?ola, y los otros cuerpos del Ej¨¦rcito cumpl¨ªan en Irak "una misi¨®n de ayuda, de reconstrucci¨®n, aprobada por el Parlamento".
El presidente del Gobierno, Silvio Berlusconi, habl¨® tambi¨¦n de la "misi¨®n humanitaria y de libertad" que cumpl¨ªan los 18 fallecidos y sus compa?eros. El ataque "era de temer", dijo. "Pero era nuestro deber estar ah¨ª, y lo hemos cumplido. Ninguna intimidaci¨®n", a?adi¨®, "nos apartar¨¢ de nuestra voluntad de ayudar". El mensaje de firmeza no ocult¨® por completo la inquietud de la Administraci¨®n conservadora. El ministro de Defensa, Antonio Martino, que anunci¨® que viajar¨ªa hoy mismo a Nasiriya, habl¨® de la necesidad de "acelerar al m¨¢ximo" la devoluci¨®n de la soberan¨ªa a los iraqu¨ªes, en referencia indirecta a su deseo de retirar las tropas lo antes posible.
Massimo d'Alema, portavoz de los Dem¨®cratas de Izquierda, record¨® que nunca, desde la Segunda Guerra Mundial, hab¨ªa sufrido el Ej¨¦rcito italiano una jornada tan negra. "Si nosotros hubi¨¦ramos estado en el Gobierno, esos soldados no habr¨ªan estado en Irak", declar¨®. "No ser¨ªa razonable ni digno discutir hoy sobre este asunto", sigui¨®, "pero llegar¨¢ el momento de hacerlo; hay que realizar un examen objetivo y sereno de la realidad, hay que salir de esa situaci¨®n desastrosa". "Irak", concluy¨®, "no est¨¢ en v¨ªas de pacificaci¨®n". Refundaci¨®n Comunista, Verdes y el resto de la izquierda radical exigieron, por su parte, una retirada inmediata de la misi¨®n. El papa Juan Pablo II se declar¨® solidario con los italianos y calific¨® el atentado de "acto vil contra la paz". El presidente de la Comisi¨®n Europea, Romano Prodi, probable rival de Berlusconi en las pr¨®ximas elecciones generales, evit¨® polemizar: "Los soldados y carabinieri estaban ah¨ª en nombre de todos nosotros", manifest¨®.
Homenajes espont¨¢neos
La lista de los muertos fue creciendo a medida que avanzaba el d¨ªa y poco a poco se difundieron las historias personales que el atentado hab¨ªa roto: la de quien deb¨ªa volver el s¨¢bado y ten¨ªa una fiesta preparada en casa, la de quien hab¨ªa partido hacia Irak para superar la muerte de un hijo, la de quien hab¨ªa establecido ya amistades profundas en Nasiriya... Las banderas ondearon a media asta en todos los edificios oficiales. La organizaci¨®n de municipios convoc¨® para hoy una jornada de luto que se extender¨¢ hasta el fin de semana en los ¨¢mbitos m¨¢s diversos: los participantes en competiciones deportivas deber¨¢n lucir un brazalete negro en se?al de duelo.
Los acuartelamientos del cuerpo de Carabinieri, en muchos casos casas cuartel donde residen tambi¨¦n las familias, fueron objeto de m¨²ltiples homenajes espont¨¢neos. Decenas de ramos de flores, mensajes y peque?os objetos simb¨®licos fueron depositados a la puerta de los acuartelamientos. En Roma, m¨¢s de un centenar de personas se congregaba anoche ante el destacamento de la c¨¦ntrica plaza de Venezia.
Los dos muertos civiles de la tragedia de Nasiriya eran t¨¦cnicos cinematogr¨¢ficos que trabajaban para el director Massimo Spano, localizando escenarios en la ciudad para una futura pel¨ªcula cuyo t¨ªtulo provisional era Soldados para la paz.
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