La alta abstenci¨®n invalida por tercera vez las elecciones en Serbia
La falta de reformas y el boicoteo de algunos partidos impiden normalizar la democracia
A la tercera no fue la vencida. Por tercera vez en apenas 13 meses, los serbios han sido incapaces de elegir un nuevo presidente. El requisito legal, que obliga a m¨¢s de un 50% de participaci¨®n del censo para que los comicios sean v¨¢lidos, ha frustrado de nuevo las expectativas de normalizar la democracia en Serbia, que vive un periodo de constante inestabilidad desde el derrocamiento de Slobodan Milosevic en octubre de 2000.
La falta de reformas, la grave crisis econ¨®mica y el boicoteo de algunos partidos provocaron que s¨®lo el 38,3% de los serbios se acercara ayer a las urnas. Ni siquiera el indiscutible prestigio democr¨¢tico del profesor universitario y actual presidente del Parlamento federal de Serbia-Montenegro, Dragoljub Micunovic, que logr¨® el 35% de los votos, fue capaz de atraer a una poblaci¨®n cada d¨ªa m¨¢s esc¨¦ptica, m¨¢s agotada y m¨¢s indignada con un aut¨¦ntico torbellino electoral que no resuelve sus problemas cotidianos. La sorpresa salt¨® al resultar el candidato m¨¢s votado el ultranacionalista Tomislav Nikolic, que consigui¨® el 46,5% de los votos.
Con un 30% de paro, una econom¨ªa controlada por las mafias surgidas de las guerras en la antigua Yugoslavia (1991-1999), en pleno proceso de privatizaciones salvajes y en medio de un indudable aislamiento internacional, la mayor¨ªa de los casi ocho millones de serbios percibe que las elecciones no mejoran su calidad de vida. Todo ello explica que muchos de los alrededor de seis millones y medio de serbios convocados ayer a las urnas opinen como Aleksandar Todorovic, estudiante de Econ¨®micas de 22 a?os. "Me niego a ser una marioneta de los pol¨ªticos", comenta este joven belgradense, "y he perdido el inter¨¦s por la pol¨ªtica tras a?os de guerras y embargos y m¨¢s tarde por las esperanzas dilapidadas despu¨¦s de la ca¨ªda de Milosevic".
La apat¨ªa electoral se percibe con m¨¢s claridad entre las generaciones j¨®venes y los sectores profesionales y urbanos que entre la gente jubilada y acostumbrada al ritual electoral, aunque fuera en las mascaradas del largo periodo comunista (1945-1990) o de la ominosa d¨¦cada de Milosevic (1989-2000).
De hecho, los habitantes de Belgrado y de otras grandes ciudades se abstuvieron en un porcentaje mayor que los electores de las zonas rurales. Una anciana confirma que ha votado a la salida de un colegio del centro de Belgrado en una ma?ana soleada y de dulce oto?o. "Un pa¨ªs es como una familia, siempre es mejor tener un padre de familia que no tenerlo. Si despu¨¦s vemos que no nos gusta, lo cambiamos y en paz", declara Radinka Berarov. Milan Lekic, un empleado de la Facultad de Medicina de Belgrado, ofrece otra clave de la elevada abstenci¨®n. Este cincuent¨®n argumenta que se reserva para las elecciones parlamentarias convocadas para el 28 de diciembre. Esta consulta tendr¨¢ que aclarar el confuso panorama pol¨ªtico tras el asesinato en marzo del primer ministro, Zoran Dindjic, y las continuas disputas y acusaciones cruzadas de esc¨¢ndalos entre los 18 partidos que se agruparon en el movimiento DOS (Oposici¨®n Democr¨¢tica de Serbia) para acabar con el r¨¦gimen de Milosevic y aupar a la presidencia al abogado, nacionalista moderado y dirigente del Partido Democr¨¢tico de Serbia, Vojislav Kostunica.
Precisamente el llamamiento a la abstenci¨®n de Kostunica y de su partido figura como otra de las claves del tercer intento fallido para elegir un presidente. Candidato m¨¢s votado en las presidenciales de octubre y de diciembre de 2002, la exigencia del 50% de participaci¨®n dej¨® a Kostunica con la miel en los labios. Ahora se reserva para las parlamentarias cuando su formaci¨®n pol¨ªtica compita con el Partido Dem¨®crata del asesinado Djindjic por la hegemon¨ªa. Entretanto, la autoestima democr¨¢tica de los serbios que han acudido a votar est¨¢ por los suelos y la imagen internacional de Serbia sigue anclada en una foto fija de inestabilidad, corrupci¨®n y ausencia de alternativas. El periodista y analista Perica Vucinic lo resume de este modo: "Est¨¢ claro que las parlamentarias ser¨¢n m¨¢s importantes, pero estas terceras presidenciales hubieran representado un signo de normalizaci¨®n si hubieran sido v¨¢lidas. Adem¨¢s, Micunovic hubiera jugado un buen papel de ¨¢rbitro como presidente de Serbia. Tenemos un pa¨ªs provisional [la Uni¨®n de Serbia y Montenegro] que antes de finales de 2005 ha de elaborar una nueva Constituci¨®n y decidir si quiere permanecer unido. El tiempo hist¨®rico corre en nuestra contra".
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