Un capricho de megamillonarios
La Copa del Am¨¦rica ya no es de Am¨¦rica; su competici¨®n deportiva nunca fue muy deportiva; su ganador mar¨ªtimo no tiene mar, y su sede para 2007 no tiene tradici¨®n vel¨ªstica. Es la historia de una regata que siempre fue capricho de multimillonarios y refugio de ol¨ªmpicos que saltan de barco en barco en funci¨®n del sueldo.
En siglo y medio se han mantenido invariables el af¨¢n de los millonarios por ganar notoriedad y el desarrollo tecnol¨®gico al servicio de la vela.
En 1851, cuando el yate Am¨¦rica se construy¨® para navegar hasta el Reino Unido, la factura iba ligada al compromiso de construir el yate m¨¢s r¨¢pido. En la primera regata local, con un tal Mar¨ªa, perdi¨®, y el constructor tuvo que devolver el 30% de la factura. Luego, lleg¨® su triunfo, que dio nombre a la prueba.
Ciento cincuenta y dos a?os despu¨¦s, en 2003, el segundo hombre m¨¢s rico del mundo, Larry Ellison, se dej¨® 95 millones de d¨®lares para que su barco Oracle participara. Aparte gastos personales, como su jet para ir durante tres meses del barco (Nueva Zelanda) a la oficina (California) y viceversa.
Al campe¨®n de la inform¨¢tica le gan¨® el campe¨®n de la biotecnolog¨ªa, Ernesto Bertarelli, propietario del Alinghi, suizo, pa¨ªs que, al no tener mar, no puede albergar como le corresponder¨ªa la Copa de 2007.
El Alinghi se las tuvo que ver con el franc¨¦s Areva, pagado por la energ¨ªa at¨®mica; con el sueco Victoria Challenge, de Jan Stenbeck, rey de la prensa gratuita Metro, o el Oneworld, de Criag McCaw, pionero de conexi¨®n sin hilos.
Antes de estos multimillonarios de la tecnolog¨ªa y los medios de comunicaci¨®n llegaron otros con no menos glamour y dinero, como lord Lipton, el del t¨¦ (1899-1930), que persisti¨® en arrebatar la Copa a los americanos y ganarse el favor de su reina. Luego llegar¨ªa el bar¨®n del Bich (1970), el de los bolis. A finales del siglo XX derrocharon los millones los Agnelli y el ag¨¢ Jan. A todos les une el derroche y la derrota.
Glamour y ¨¦xito s¨®lo los atesora Ted Turner, pero, para bien o para mal, no se le recuerda por ganar la Copa en 1977, sino por crear la CNN o por su matrimonio con Jane Fonda.
As¨ª es la Copa del Am¨¦rica, una competici¨®n deportiva con m¨¢s dinero que gloria.
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