El cineasta Pedro Costa presenta su primera videoinstalaci¨®n en el Museo de Bellas Artes

El Bellas Artes de Bilbao presenta una videoinstalaci¨®n realizada por el cineasta Pedro Costa (Lisboa, 1959), con la que se adelanta a la proyecci¨®n de dos pel¨ªculas del realizador portugu¨¦s que Zinebi, el Festival Internacional de Cine Documental y Cortometraje de Bilbao, ofrecer¨¢ el pr¨®ximo s¨¢bado. Las pel¨ªculas seleccionadas para mostrar el trabajo de Costa son

O¨´ g?t votre sourire enfoui? (2001), protagonizada por los veteranos cineastas Jean-Marie Straub y Dani¨¨lle Huillet, inmersos en la tarea del montaje de una de sus obras y en las reflexiones sobre el oficio de contar historias con im¨¢genes, y No quarto da Vanda (2000), premiada en los festivales de Cannes, Locarno y Yamagata, en la que el director sigue el quehacer cotidiano de una joven drogadicta (auditorio del Museo de Bellas Artes; 29 de noviembre, 16.00 y 18.00, respectivamente).

Costa es miembro del jurado del premio Zinebideok, creado este a?o para distinguir al mejor largometraje documental. La videoinstalaci¨®n que muestra ahora en Bilbao es la primera incursi¨®n del cineasta en el videarte, una pr¨¢ctica que considera muy lejana a su trabajo. La obra fue montada este mismo a?o por encargo del Museo Witte de With, de Rotterdam, y esta realizada con las im¨¢genes tomadas para la pel¨ªcula No quarto da Vanda. Costa emplea monitores de grandes dimensiones para mostrar en paralelo dos filmaci¨®n de una hora de duraci¨®n, en la que se suceden las escenas rodadas para el filme sin ser sometidas a cortes ni montaje.

"Las im¨¢genes se muestran sin edici¨®n, sin montaje, de principio a fin. Las relaciones entre las dos pantallas son las que dan un sentido a la narraci¨®n", explic¨® ayer el director. Costa no sabe si volver¨¢ a utilizar el material de sus pel¨ªculas para crear videointalaciones. "No me gusta el videoarte que veo en los museos", asegur¨®. El realizador opina que son trabajos pretenciosos y pobres en sus aspectos filos¨®ficos, que se alejan de sus intereses de cineasta al estilo tradicional. Costa cree, adem¨¢s, que las salas de exposici¨®n son lugares solitarios; ¨¦l prefiere las salas de cine donde compartir experiencias.