"Quiero un eje franco-alem¨¢n integrador"
Pedro Solbes, comisario de Asuntos Econ¨®micos y Monetarios de la UE y guardi¨¢n del Pacto de Estabilidad, ha visto esta semana c¨®mo se tambalea esa estructura clave para la credibilidad de la Uni¨®n. Alemania, gran mentor del Pacto de 1997, y Francia han eludido el castigo por exceder tres a?os consecutivos el 3% del d¨¦ficit p¨²blico. Solbes, promotor de las sanciones, lamenta la indulgencia de los ministros de Finanzas de la Uni¨®n con Par¨ªs y Berl¨ªn, decisi¨®n que ha abierto una brecha de imprevisibles consecuencias al anteponer el juicio pol¨ªtico al jur¨ªdico.
La Comisi¨®n siente que ahora no puede aplicar a otros pa¨ªses la medicina que se negaron a recibir franceses y alemanes. Solbes reconoce que el entendimiento franco-alem¨¢n fue crucial para la construcci¨®n europea, pero, pese a la crisis suscitada por la nueva alianza, expresa su deseo de "ver un eje franco-alem¨¢n activo en favor de la integraci¨®n y no defensivo".
"No propondremos aplicar a unos pa¨ªses lo que no se ha aplicado ahora"
"Me preocupan los procedimientos que hacen m¨¢s f¨¢cil incumplir objetivos"
"Si somos menos eficientes que EE UU, tendremos que competir con los salarios"
Solbes parece muy relajado en su despacho, pese a calificar de grav¨ªsima la nueva situaci¨®n. El comisario ve dif¨ªcil cambiar el Pacto, como han pedido algunas voces, y considera irrenunciable la disciplina fiscal, clave para la recuperaci¨®n econ¨®mica. Cambiarlo para facilitar el incumplimento de los objetivos ser¨ªa un error, dice.
Pregunta. ?El Pacto est¨¢ muerto, suspendido o congelado?
Respuesta. Se ha cambiado la naturaleza del Pacto, se ha pasado de un pacto basado en las reglas, claro y preciso, a un pacto dependiente de una decisi¨®n pol¨ªtica caso por caso, o sea, a un pacto mucho menos previsible con el riesgo que ¨¦ste tiene. No s¨®lo afecta a la predictibilidad, sino sobre todo al trato igual entre todos.
P. La del martes debi¨® ser una noche dram¨¢tica.
R. Una noche que me record¨® a otra, de finales de junio del 1993, en la que ampliamos las bandas del sistema monetario europeo. En el fondo era un problema de naturaleza distinta, pero hab¨ªa igualmente una dificultad en solucionarlo a partir de los procedimientos vigentes, que no eran aceptados por algunos pa¨ªses. Eso supon¨ªa y supone una innovaci¨®n de las normas que est¨¢n escritas y plantea una situaci¨®n grav¨ªsima, como veremos en los pr¨®ximos meses, en t¨¦rminos de contradicci¨®n entre lo decidido jur¨ªdicamente y lo decidido pol¨ªticamente.
P. ?Qu¨¦ va a pasar en los pr¨®ximos meses?
R. Desde nuestro punto de vista, la anterior recomendaci¨®n sigue en vigor, no se puede modificar una decisi¨®n formal del Consejo aunque ¨¦ste haya pretendido hacerlo el otro d¨ªa. Por lo tanto, hay una obligaci¨®n jur¨ªdica para Francia y Alemania de quedarse por debajo del 3% en 2004. Pero no tiene el menor sentido desde el punto de vista econ¨®mico. Eso conlleva muchos problemas. Tendremos que analizar los programas de estabilidad en todos los pa¨ªses. Pero, ?qu¨¦ doctrina aplicamos: lo legalmente aceptado por los pa¨ªses miembros o lo pol¨ªticamente decidido por algunos de ellos?
P. ?Hay ilegalidad en esta decisi¨®n del Consejo?
R. Espero el informe jur¨ªdico para poder hablar con m¨¢s precisi¨®n. Visto desde fuera, y por alguien que no se dedica al Derecho, da la impresi¨®n de que cuando hay un procedimiento claramente establecido para llegar a un resultado, el aceptar el resultado sin aceptar el procedimiento es un fraude de ley. Pero antes de llegar al Tribunal de Justicia hay que estudiar el caso muy atentamente.
P. ?Existe en la Comisi¨®n el ambiente pol¨ªtico para acudir al Tribunal si el estudio jur¨ªdico deja abierta la posibilidad?
R. Creo que el estudio jur¨ªdico ser¨¢ un elemento clave.
P. ? No habr¨ªa que cambiar el Pacto, hacerlo mas ambiguo?
R. Si estuvi¨¦ramos debatiendo el fondo, no estoy de acuerdo con que se haga m¨¢s ambiguo. Creo que debemos mantenerlo predecible. Pero no estamos hablando de la sustancia del Pacto, sino de la seguridad jur¨ªdica y la igualdad de trato de los Estados miembros.
P. Algunos dicen que un mayor d¨¦ficit puede alentar la recuperaci¨®n econ¨®mica.
R. Es un viejo tema el de si el Pacto es restrictivo o no en t¨¦rminos de crecimiento econ¨®mico. Este punto hay que verlo de dos maneras. En primer lugar, el Pacto pretende conseguir un equilibrio presupuestario a lo largo del ciclo, por lo tanto, si logramos una posici¨®n estructural b¨¢sicamente equilibrada, quiere decir que en una situaci¨®n de crisis econ¨®mica hay margen para actuar. No hay que olvidar que los problemas de Francia y Alemania nacen de no haber conseguido esta posici¨®n en momentos anteriores. A partir de all¨ª el Pacto establece una norma r¨ªgida: no superemos nunca el 3% en t¨¦rminos nominales. Y a m¨ª me parece bien. No ha habido restricci¨®n fiscal alguna que impidiera el crecimiento, lo que sucede es que hay una tendencia a considerar que los problemas de Europa se resuelven con m¨¢s gasto p¨²blico. Yo creo que los problemas de Europa no son de m¨¢s gasto p¨²blico. El incremento de gasto publico tiene que estar muy bien definido para tener un impacto positivo. La historia de Europa es de exceso de gasto p¨²blico y de dificultad de aprovechar los buenos momentos de crecimiento por exceso de gasto p¨²blico. El problema de Europa es c¨®mo mejorar nuestra capacidad productiva, c¨®mo mejorar nuestro potencial de crecimiento y eso es lo que incluimos en el Proceso de Lisboa, que en pocas palabras quiere decir m¨¢s gente trabajando y de forma m¨¢s eficiente y productiva. Eso es lo que llamamos reformas estructurales. Si no las hacemos, al tener m¨¢s gasto p¨²blico vamos a tener m¨¢s inflaci¨®n y no necesariamente m¨¢s crecimiento.
P. Controlar el gasto es una medida t¨¦cnica factible. En cambio, las reformas estructurales requieren modificaciones sustanciales en la forma de ser europea: exceso de burocracia y reglamentaci¨®n, anquilosamiento del sector servicios, barreras a negocios transfronterizos... Desde la Comisar¨ªa de Mercado Interior se mantiene que de aplicarse en la UE el sistema sobre servicios de EE UU se crear¨ªan 36 millones de empleos.
R. Creo que esto es parte del problema. Estamos en medio de un proceso de globalizaci¨®n y la globalizaci¨®n en s¨ª misma trae m¨¢s crecimiento porque nos permite trabajar con una visi¨®n m¨¢s amplia. Pero trae consigo tambi¨¦n m¨¢s competencia y esto implica suprimir todos los obst¨¢culos que hasta ahora hemos considerado normales. Consider¨¢bamos normal mostrar el pasaporte en las fronteras, tener monedas diferentes, controlar las mercanc¨ªas. Son todas situaciones que han desaparecido. Pero tenemos que seguir avanzando. El hecho de tener una moneda ¨²nica en 12 pa¨ªses no quiere decir que tengamos un mercado financiero ¨²nico en 12 pa¨ªses. Por eso, nuestros costes financieros son m¨¢s altos que los de EE UU y, en consecuencia, lo ser¨¢n tambi¨¦n los costes de las empresas y seremos menos eficientes que EE UU. Si somos menos eficientes, tendremos que competir con los salarios, que tendr¨¢n que ser m¨¢s bajos.
P. Las previsiones de crecimiento se?alan que la econom¨ªa de EE UU crecer¨¢ en 2004 por encima del 4%, mientras que la UE no llegar¨¢ al 2%, con diferentes estrategias de d¨¦ficit fiscal.
R. No es un problema de m¨¢s o menos d¨¦ficit publico. La historia nos demuestra que la raz¨®n del incremento del d¨¦ficit en Europa es muy diferente de la de EE UU. Para nosotros es mucho mas dif¨ªcil eliminar el d¨¦ficit. La diferencia de crecimiento no es consecuencia de una pol¨ªtica fiscal expansiva. Todos los estudios de la Comisi¨®n ponen de relieve que dos tercios de la diferencia de crecimiento se deben fundamentalmente al sistema de trabajo en sentido amplio, cu¨¢nta gente trabaja, horas de trabajo..., y un tercio se debe a la productividad. La pol¨ªtica fiscal contribuye muy poco.
P. Alemania y Francia siguieron afirmando que hab¨ªan cumplido el Pacto, y al final hubo una declaraci¨®n com¨²n con grandes alabanzas sobre el papel que sigue cumpliendo el Pacto.
R. La Comisi¨®n fue invitada a firmar este documento, pero decidimos no hacerlo. Nos parec¨ªa un poco como en los viejos textos del catecismo, al final de la confesi¨®n, el prop¨®sito de la enmienda. Pero el prop¨®sito de la enmienda exigir¨ªa tambi¨¦n cumplir la penitencia, cambiar y corregir la situaci¨®n actual, cosa que no se hace. El problema fundamental es que nosotros ve¨ªamos una gran contradicci¨®n entre lo que se estaba haciendo y lo que se estaba diciendo.
P. ?Se ha sentido la Comisi¨®n desautorizada?
R. Siempre tuvimos una l¨ªnea bastante clara, conscientes de que nos iban a tachar de bur¨®cratas, de imponer los reglamentos... por eso nunca me sent¨ª atacado personalmente. Queremos ser lo m¨¢s fieles posible a la norma.
P. ?Hay alguna manera ahora de aplicar las normas, si ya hay dos pa¨ªses a los que no se aplican?
R. No cabe duda de que la decisi¨®n del otro d¨ªa nos pone ante una contradicci¨®n importante entre decisiones jur¨ªdicas, que tenemos que respetar como Comisi¨®n, y una decisi¨®n pol¨ªtica, que no tiene car¨¢cter legal, pero que nosotros como Comisi¨®n tampoco debemos menospreciar. Lo que nos comunica esta decisi¨®n pol¨ªtica es que hay Estados miembros que no est¨¢n dispuestos a votar a favor de determinadas medidas. Nosotros como Comisi¨®n no propondremos aplicar a otros pa¨ªses lo que no se ha aplicado ahora. Me parecer¨ªa injusto que plante¨¢ramos tratamientos diferenciados a otros pa¨ªses. Todo eso nos est¨¢ llevando a una reflexi¨®n a nivel t¨¦cnico para ver c¨®mo vamos a seguir trabajando en el futuro. Se seguir¨¢ en la l¨ªnea de respecto al Pacto, pero esto incluye innovaciones que habr¨¢ que tomar en consideraci¨®n.
P. Italia est¨¢ llamando a la puerta con una previsi¨®n de d¨¦ficit en torno al 4% en 2005.
R. Estas previsiones se realizan sobre la base de no cambio de pol¨ªticas y en el caso italiano no discutimos las cifras, sino la utilizaci¨®n excesiva de medidas excepcionales. Nosotros insistimos en que Italia tiene que hacer esfuerzos adicionales, que cada vez tendr¨¢n que ser mayores si no se corrigen los verdaderos problemas estructurales.
P. Tras la decisi¨®n del martes se abre una brecha para la no aplicaci¨®n del Pacto en otros pa¨ªses.
R. La Comisi¨®n tiene que seguir siendo coherente. Si hay pa¨ªses que corren el riesgo de superar el 3%, tenemos que lanzar alertas tempranas y, si superan el 3%, tenemos que lanzar d¨¦ficit excesivos.
P. Algunos pa¨ªses, como Francia y Luxemburgo, dicen que hay que modificar el Pacto, pero cuando la situaci¨®n est¨¦ m¨¢s fr¨ªa, en 2005/2006. ?Hay que modificarlo?
R. El Pacto son dos cosas: unos conceptos b¨¢sicos y unos procedimientos. Los conceptos b¨¢sicos son irrenunciables. Nos parece razonable tener un marco fiscal para toda Europa parecido y que se base en equilibrios presupuestarios a medio plazo. Me parece muy dif¨ªcil modificar esas ideas de base. Podr¨ªamos plantearnos si vale la pena modificar la cifra del 3%. Pero, ?cambiar¨¢ algo poner el 2,75% o el 4%? ?En qu¨¦ cambia el caso cuando lleguemos al 4%? Con pol¨ªticas fiscales m¨¢s expansivas, volver¨ªa a plantearse el problema. Ahora ya estamos en el 4,2% para Francia y Alemania en 2003. Si lo que queremos es cambiar el procedimiento, todos son v¨¢lidos siempre que nos permitan alcanzar los objetivos. Lo que me preocupa es que se planteen procedimientos que hagan m¨¢s f¨¢cil no cumplir los objetivos. Si se trata de eso, es un error.
P. ?Qu¨¦ credibilidad puede tener para el futuro un nuevo plan si el anterior no se ha cumplido?
R. De ah¨ª la gran innovaci¨®n que supone la decisi¨®n de cambiar un pacto basado en normas a un pacto basado en acuerdos pol¨ªticos. Es un error desde el punto de vista de los mercados, que tienen que saber c¨®mo se toman las decisiones y cu¨¢ndo se puede esperar que la decisi¨®n se produzca en un sentido o en otro. Que las decisiones finales del Consejo se adopten sin un procedimiento jur¨ªdico claro, no creo que sea buena soluci¨®n. Adem¨¢s, es importante se?alar que el Pacto puede ser modificado solamente por unanimidad.
P. ?Sorprendi¨® la posici¨®n de Espa?a, que vot¨® por la aplicaci¨®n estricta del Pacto?
R. La posici¨®n de Espa?a fue digna de elogio, de gran coherencia a lo largo del debate. No puedo m¨¢s que agradecer a Espa?a su posici¨®n.
P. ?Y ahora qu¨¦? Usted mismo ha dicho que nos hallamos ante una crisis institucional grave.
R. Vamos a tener de inmediato que buscar soluciones a problemas tan importantes como qu¨¦ hacemos con los programas de estabilidad. Habr¨¢ que debatir la posici¨®n de cada uno de los Estados miembros y buscar la soluci¨®n a las contradicciones entre lo jur¨ªdico y lo pol¨ªtico. No s¨¦ si ser¨¢ posible. En todo caso, esta decisi¨®n tiene consecuencias para el gobierno econ¨®mico de la Uni¨®n. Por lo tanto es muy importante que los peque?os pasos hacia adelante dados por las Convenci¨®n para reforzar la gobernabilidad econ¨®mica no sean puestos en tela de juicio por la Conferencia Intergubernamental.
P. ?Tendr¨¢ lo ocurrido en el Ecofin consecuencias sobre el ambiente negociador de la Conferencia Intergubernamental, cuando faltan dos semanas para la te¨®rica conclusi¨®n de sus trabajos?
R. Es evidente que la negociaci¨®n se est¨¢ produciendo en un contexto en que cualquier elemento puede ser considerado por un pa¨ªs u otro como un indicador de posibles problemas. Ya veremos.
P. ?Est¨¢ justificado el temor a la potenciaci¨®n del eje franco-alem¨¢n, ahora que algunos lo interpretan como un intento de ambos de imponer sus criterios al resto?
R. El eje franco-alem¨¢n ha sido fundamental en la construcci¨®n europea y va a seguir si¨¦ndolo. A m¨ª me gustar¨ªa ver un eje franco-alem¨¢n activo en favor de la integraci¨®n y no defensivo.
P. ?Qu¨¦ impacto cabe esperar de esta esta crisis sobre los tipos de inter¨¦s y el euro?
R. Sobre los tipos de inter¨¦s bueno no va a ser, desde luego. Hoy d¨ªa, el tipo de cambio del euro est¨¢ m¨¢s definido principalmente por los datos de la evoluci¨®n de la econom¨ªa estadounidense.
P. Los mercados no han reaccionado ante esta crisis.
R. Estos problemas nunca hay que verlos a corto plazo, con una reacci¨®n mec¨¢nica y autom¨¢tica. El cambio de un modelo claro de norma fiscal por un modelo indefinido no es bueno para el euro.
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