Lo que Woody Allen le dir¨ªa a Eichel
Carezco de la cultura cinematogr¨¢fica que Juan Antonio Rivera derrocha en su reciente ensayo Lo que S¨®crates le dir¨ªa a Woody Allen -ganador del premio Espasa de este a?o-. Por eso recuerdo s¨®lo entre brumas a un Woody Allen que, dispuesto a ingresar en la c¨¢mara donde se encuentra un peligroso enemigo, pide a sus colaboradores que le encierren y no le dejen salir, por encarecidamente que lo pida. A los pocos segundos, presa del p¨¢nico, reclama con desesperaci¨®n que le abran, renegando de cuanto dijo minutos antes.
Esa escena guarda estrecha relaci¨®n con lo acaecido esta semana en Bruselas. El martes, el Consejo de Ministros de Econom¨ªa y Hacienda rechaz¨® las recomendaciones de la Comisi¨®n Europea relativas al d¨¦ficit presupuestario "excesivo" de Alemania y Francia. La Comisi¨®n no propon¨ªa todav¨ªa aplicarles sanciones, sino que se limitaba a darles un a?o m¨¢s para que rebajaran su d¨¦ficit presupuestario por debajo del 3% del producto interior bruto (PIB) y, a cambio, les exig¨ªa que adoptaran ciertas medidas concretas para conseguirlo. Pero si el Consejo de Ministros hubiera aprobado las recomendaciones de la Comisi¨®n, el siguiente paso futuro podr¨ªa ser ya, si las recomendaciones se incumpl¨ªan, la imposici¨®n de multas a ambos pa¨ªses. Viendo acercarse ese humillante cadalso, el martes, Alemania y Francia lograron que el Consejo no aprobara la recomendaci¨®n de la Comisi¨®n y, con ello, bloquearon el procedimiento sancionador. La cuesti¨®n de fondo en esta controversia es la interpretaci¨®n de los l¨ªmites que el Tratado de Maastricht estableci¨® para los d¨¦ficit presupuestarios "excesivos". A tenor del Tratado, un d¨¦ficit se presume tal si supera el 3% del PIB, a menos que el exceso sea peque?o y, adem¨¢s, tenga car¨¢cter "excepcional y temporal". El Tratado se?ala, adem¨¢s, que al enjuiciar si un d¨¦ficit presupuestario es excesivo la Comisi¨®n Europea deber¨¢ tomar en cuenta si rebasa el nivel de inversi¨®n p¨²blica, pues un d¨¦ficit presupuestario nacido de un gran esfuerzo inversor parece menos grave que el derivado de una debilidad presupuestaria m¨¢s estructural. La Comisi¨®n tambi¨¦n deber¨¢ tomar en cuenta "los dem¨¢s factores relevantes, incluida la situaci¨®n econ¨®mica y presupuestaria a medio plazo" del pa¨ªs en cuesti¨®n. En suma, el Tratado estableci¨® un l¨ªmite a los d¨¦ficit presupuestarios, pero consider¨® inevitable cierto grado de discrecionalidad a la hora de determinar cu¨¢ndo deb¨ªan calificarse de "excesivos" y, en consecuencia, dar pie a posibles sanciones.
Se est¨¢ exagerando la trascendencia de lo acaecido en Bruselas
A partir del verano de 1995, sin embargo, el ministro alem¨¢n de Finanzas, Theo Waigel, empez¨® a decir que esas reglas del Tratado eran demasiado flexibles: hab¨ªa que reforzarlas para aquellos pa¨ªses que quisieran integrarse en el euro. Tras meses de negociaciones, naci¨® el llamado Pacto de Estabilidad, que, rebautizado por influencia francesa como Pacto de Estabilidad y Crecimiento, fue aprobado en julio de 1997. Su primer objetivo -bastante sensato- fue sentar el principio de que, a medio plazo, los Estados miembros no deben conformarse con mantener un d¨¦ficit presupuestario inferior al 3% del PIB, sino que deben aspirar al equilibrio presupuestario o incluso a lograr super¨¢vit. El segundo objetivo fue definir de manera precisa y rigurosa qu¨¦ circunstancias "excepcionales y temporales" permitir¨ªan que un d¨¦ficit presupuestario, a pesar de rebasar el 3% del PIB, no fuera calificado de "excesivo". A tal efecto, el Pacto estableci¨® que por situaci¨®n excepcional debe entenderse un "acontecimiento inusual ajeno al control del pa¨ªs en cuesti¨®n" o una "recesi¨®n econ¨®mica severa". Y este ¨²ltimo concepto se defini¨® como una disminuci¨®n anual del PIB de al menos el 2% (art¨ªculo 2.2 del Reglamento 1467/97). Se permiti¨®, empero, que el Consejo de Ministros admitiera ca¨ªdas del PIB menos intensas, siempre que hubieran sido "abruptas" o hubieran entra?ado una "ca¨ªda acumulativa del PIB" de car¨¢cter excepcional. Para evitar, sin embargo, que esa excepci¨®n se convirtiera en una c¨®moda puerta de escape, los signatarios del Pacto se comprometieron a invocarla s¨®lo si el PIB les hab¨ªa ca¨ªdo al menos un 0,75% anual (Resoluci¨®n del Consejo Europeo, apartado 7). En alg¨²n momento, sin embargo, alguien pens¨® que el rigor de esos preceptos pod¨ªa resultar excesivo, de manera que en la versi¨®n final del Pacto se se?ala que los citados criterios cuantitativos se aplicar¨¢n "como regla general" (as a rule), lo que t¨¢citamente abre la puerta a posibles excepciones. Finalmente, como complemento de esa definici¨®n m¨¢s precisa de un d¨¦ficit "excesivo", el Pacto estableci¨® que las sanciones a los Estados incumplidores sean siempre pecuniarias -el Tratado contempla una gama m¨¢s amplia, que incluye, por ejemplo, exigir a los infractores que publiquen informaci¨®n adicional cuando emitan deuda-, y cuantific¨® el importe de las multas.
A mi juicio, se est¨¢ exagerando la trascendencia de lo acaecido en Bruselas. El Pacto de Estabilidad es elogiable en muchos aspectos -sobre todo cuando afirma que el 3% no es un objetivo para tiempos de bonanzas-. Pero cabe pensar que pec¨® de excesivo rigor al exigir una ca¨ªda absoluta del PIB del 0,75% para que un pa¨ªs pueda incurrir en un d¨¦ficit superior al 3% del PIB. Alg¨²n ministro intuy¨® ese exceso de rigor y logr¨® que se dejara un portillo de escape -el c¨¦lebre as a rule-. La gran paradoja ha sido que Hans Eichel, el ministro que ha implorado que se lo abrieran, procede del mismo pa¨ªs que insisti¨® en que la c¨¢mara del Pacto fuera acorazada y estanca. Como dice Juan Antonio Rivera, el cine encierra mucha filosof¨ªa: si la memoria no me falla, a Woody Allen tambi¨¦n le acababan abriendo.
Manuel Conthe es socio-director de Analistas Financieros Internacionales (AFI) y ex secretario de Estado de Econom¨ªa.
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