"Ocho a?os no es mucho para equipos de gobierno"
Pregunta. ?Por qu¨¦ est¨¢n ustedes tan preocupados por un gobierno catal¨¢n en el que figure, en minor¨ªa, ERC?
Respuesta. La situaci¨®n en Catalu?a y, en distinta medida, en el Pa¨ªs Vasco, hay que enmarcarla en un contexto m¨¢s amplio, qu¨¦ queremos para nuestro sistema pol¨ªtico. Qu¨¦ es lo que acordamos en su d¨ªa, qu¨¦ recorrido hemos hecho y qu¨¦ queremos para el futuro. Si no se contextualiza en ese marco, es dif¨ªcil hacer un an¨¢lisis riguroso. Lo primero es concluir que los espa?oles nos dotamos de un sistema pol¨ªtico democr¨¢tico, en el que tuvieron una base muy importante los dos grandes partidos con dimensi¨®n nacional, la antigua UCD y el PSOE. Se lleg¨® a un acuerdo en torno a un dise?o auton¨®mico que significa que 17 autonom¨ªas iban a asumir progresivamente una serie de competencias en materia legislativa, administrativa, de financiaci¨®n, etc¨¦tera. Ese es el acuerdo y eso es lo que va desarroll¨¢ndose a lo largo de estos 25 a?os. Ahora hemos concluido con ¨¦xito ese desarrollo.
"El PSOE no pone en peligro la Constituci¨®n, pero tiene un ansia prematura de poder"
"A veces creo que habr¨ªa que lanzar un programa que se llamara 'Vascos por el Pa¨ªs Vasco"
P. Bueno, ese es quiz¨¢s el proyecto de los dos grandes partidos nacionales, PP y PSOE, pero no parece que sea el de los nacionalistas.
R. Es un proyecto aprobado por los espa?oles, en quienes reside la soberan¨ªa. Si eso se quiere reformar, habr¨¢ que proponerlo dentro de los cauces que establece la Constituci¨®n. Pero desde el punto de vista de la l¨®gica argumental, la preocupaci¨®n de los ciudadanos, de la inmensa mayor¨ªa de los ciudadanos espa?oles, incluyendo la inmensa mayor¨ªa de los de Catalu?a y del Pa¨ªs Vasco, no es que haya m¨¢s autogobierno...
P. ?Y por qu¨¦ vota precisamente a partidos que proponen mayores cotas de autogobierno un n¨²mero importante de ciudadanos de esas comunidades?
R. La principal preocupaci¨®n de los ciudadanos es que los poderes p¨²blicos, los partidos pol¨ªticos, contribuyan con la m¨¢xima eficacia a que haya m¨¢s bienestar. Es lo que quieren las personas que se levantan cada ma?ana, se duchan, desayunan y salen a la calle a afrontar sus problemas. Ser¨ªa un error interpretar que un voto a un partido nacionalista lleva aparejado un voto a favor de que ese territorio se separe de Espa?a.
P. Pero est¨¢bamos hablando de m¨¢s autogobierno, no de separatismo. ?Considera incompatible votar a un partido nacionalista como CiU y querer al mismo tiempo mejorar la cota de bienestar?
R. El voto nacionalista no necesariamente deriva en un proyecto que se desarrolle al margen de Espa?a. Ser¨ªa el caso del PNV con el plan Ibarretxe o el caso de Esquerra Republicana, pero no fue el caso del PNV hasta que se lanz¨® al Pacto de Lizarra y al acuerdo con ETA ni ha sido nunca el caso de CiU, que siempre se ha insertado en el modelo constitucional. Pero ahora mismo se han planteado en la campa?a catalana propuestas de reforma que s¨ª llevan a una deriva claramente soberanista.
P. ?Le preocupa m¨¢s un Gobierno de ERC con CiU o con PSC?
R. El problema no es ese. Est¨¢ en la definici¨®n de lo que va a ser la iniciativa de ese Gobierno, de lo que va a ser su programa de actuaci¨®n y de si se va a plantear n¨ªtidamente dentro del marco constitucional. Todo depender¨¢ de los acuerdos que alcancen unos u otros para formar ese Gobierno con ERC... Creo que todo esto hay que abordarlo con gran seriedad y rigor, pero sin dramatismo. Y con rigor, es evidente que juntos lo hacemos mejor. La prosperidad de Catalu?a y del Pa¨ªs Vasco, como la del resto de Espa?a, deriva de haber desarrollado un proyecto en com¨²n que nos ha permitido ir avanzando hasta poder decir que tenemos el periodo m¨¢s estable de toda la Espa?a contempor¨¢nea.
P. Usted dice que no hay que dramatizar, pero su partido da la impresi¨®n a veces de transmitir un mensaje dram¨¢tico.
R. No. Yo quiero distinguir situaciones bien definidas Una, de caracter¨ªsticas m¨¢s soberanistas, ha tenido unos rasgos muy dram¨¢ticos, por el tema del terrorismo, en el caso del Pa¨ªs Vasco. Hay quienes no ten¨ªan otra propuesta pol¨ªtica que no fuera la de pedir m¨¢s autogobierno y ahora que se ha concluido el desarrollo del sistema creen que tienen que seguir pidi¨¦ndolo. Los dos grandes partidos nacionales planteaban otras cosas, pero ahora el problema es que el PSOE, que ha sido un pilar fundamental en el desarrollo del proyecto constitucional, lleva unos a?os -desde de las elecciones de 1999- que ha cambiado de estrategia, dir¨ªa que producto de una enorme confusi¨®n que le hace ir siguiendo todos los se?uelos que se le van mostrando. El m¨¢s peligroso es el se?uelo cuyo objetivo es, en cierta medida, romper las reglas del juego.
P. ?D¨®nde? ?En el Pa¨ªs Vasco?
R. No, no. Bueno, no me refiero al Pa¨ªs Vasco. Me refiero, por ejemplo, a Catalu?a, a la alianza que ha hecho en otros sitios, como Baleares, en parte en Galicia...
P. ?Es esa preocupaci¨®n la que lleva al PP a transmitir un mensaje tan dram¨¢tico? ?La deriva soberanista de los socialistas en Catalu?a, Baleares y Galicia?
R. No, no. No hablaba de ninguna situaci¨®n dram¨¢tica concreta. Lo que digo es que el partido socialista no tiene una estrategia clara. Ser¨ªa bueno que recuperara esa funci¨®n de defensa de los principios constitucionales....
P. ?Cree usted que el PSOE esta poniendo en peligro el proyecto constitucional?
R. No. Evidentemente, no pone en peligro el proyecto constitucional. Pero, a mi modo de ver, con este cambio de estrategia ha ca¨ªdo en una ansia prematura por llegar al poder.
P. Pero, seg¨²n usted, en el Pa¨ªs Vasco las cosas son distintas...
R. S¨ª, yo conf¨ªo en que en el Pa¨ªs Vasco se haga una acci¨®n conjunta liderada por los dos partidos. No se trata de que cada uno pierda su identidad, pero s¨ª creo que es posible actuar conjuntamente en torno, por ejemplo, a una idea a la que le daba vueltas el otro d¨ªa, algo as¨ª como Vascos por el Pa¨ªs Vasco. Hace poco acompa?¨¦ al Pr¨ªncipe a la inauguraci¨®n de una exposici¨®n sobre Legazpi y su conquista de Filipinas y le daba vueltas a la idea de que la aportaci¨®n de los vascos a la empresa com¨²n de los espa?oles ha sido espectacular. En muchos casos, los vascos han ido articulando y creando las bases de este proyecto com¨²n. Creo que la mayor¨ªa de la sociedad vasca sabe que esa grandeza est¨¢ entroncada en un proyecto com¨²n y pienso que esa idea de Vascos por el Pa¨ªs Vasco podr¨ªa acoger, con distintas propuestas electorales, a todos aquellos que tiene una visi¨®n tan orgullosa de lo que ha sido y es el Pa¨ªs Vasco.
P. ?Considera usted que su carrera pol¨ªtica est¨¢ vinculada al proyecto Aznar?
R. Desde el punto de vista personal, mi carrera pol¨ªtica ha sido la de compartir el proyecto del PP. Un proyecto vinculado al marco constitucional, como el mejor instrumento para el desarrollo de la sociedad espa?ola y de los individuos que la componen.
P. ?Hasta qu¨¦ punto cree usted que Rajoy mantendr¨¢ los actuales equipos si gana las elecciones?
R. Esas cosas dependen de las situaciones y de los partidos. Depende, por ejemplo, de que los cambios de liderazgo se hagan al poco tiempo de estar en el poder o de si han pasado 20 a?os. En el ¨²ltimo caso se produce tambi¨¦n, por regla general, un cambio generacional. Pero estamos hablando de la posibilidad de que gane las elecciones Rajoy, que tiene la suerte de contar con una gran experiencia personal y con posibilidades muy amplias. Y va a tener la fortuna de contar con equipos que no han pasado mucho tiempo en el Gobierno, porque ocho a?os en una democracia estable y en una sociedad avanzada no es un tiempo largo.
P. En su momento se dijo que usted hab¨ªa rechazado otras carteras porque solo quer¨ªa ser ministra de Educaci¨®n. ?Sigue siendo v¨¢lido ahora?
R. No. Yo entonces no tenia experiencia de gesti¨®n en la Administraci¨®n p¨²blica ni en la pol¨ªtica y no quer¨ªa un ministerio en el que no tuviera tampoco los conocimientos profesionales apropiados. Ahora ya tengo esa experiencia, luego ya no hay ese problema.
P. Sin entrar a hacer balance de su etapa en Educaci¨®n, me gustar¨ªa que hablara de la pol¨¦mica suscitada por el tratamiento que ha dado a la asignatura de religi¨®n.
R. ?De que estamos hablando? Si estamos hablando de que la religi¨®n es una asignatura obligatoria, eso no es cierto. Si dice que la asignatura de religi¨®n va a contar ahora como no contaba antes, tampoco es cierto. No hay ninguna excepcionalidad en este tema. Lo que sucede es que antes se pod¨ªa pasar de curso con todas las asignatura suspendidas, y ahora se tiene que tener como mucho, dos asignaturas. Y con religi¨®n no hay un tratamiento legal excepcional, pasa igual que con las otras asignaturas. Lo que hay, se deriva de los acuerdos con la Santa Sede. Lo fundamental es que no es obligatoria. Los que no la eligen, estudian otra asignatura que se llama "sociedad, cultura y religi¨®n", que les permite conocer el impacto de la religi¨®n con los procesos sociales, pol¨ªticos.
P. ?Es usted partidaria de que la Constituci¨®n europea mencione al cristianismo?
R. Desde luego, no me produce ninguna aversi¨®n. No dir¨ªa que no.
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