Un paso m¨¢s
Estamos en el comienzo de un nuevo ciclo pol¨ªtico, marcado por la cita con las urnas y un debate intenso sobre la estructura territorial del Estado, la Reforma de los Estatutos, la ampliaci¨®n y constituci¨®n europea, las consecuencias y condicionantes de la globalizaci¨®n neoliberal en el desarrollo de los pueblos.
En efecto, el mundo est¨¢ asistiendo a cambios espectaculares, con nuevas realidades como son la integraci¨®n y la ampliaci¨®n de la UE, y la redacci¨®n de su Constituci¨®n, el fen¨®meno de la inmigraci¨®n, los efectos de la globalizaci¨®n neoliberal, las nuevas demandas sociales, el nivel de exigencia ¨¦tica a los representantes p¨²blicos en las Instituciones, la calidad democr¨¢tica, la reestructuraci¨®n territorial del Estado, la garant¨ªa en el cumplimiento de los derechos humanos, los temas medioambientales y ecol¨®gicos, etc¨¦tera. Todos ellos son aspectos que justifican, en nuestra opini¨®n, las reformas necesarias para un nuevo Estatuto y un nuevo ordenamiento constitucional.
Hace 25 a?os votamos s¨ª a la Constituci¨®n y contribuimos con decisi¨®n al logro del Estatuto de Autonom¨ªa andaluz, que marc¨® un pelda?o decisivo en el proceso auton¨®mico del Estado, haciendo posible construir el mapa auton¨®mico actual, demostrando que la voluntad democr¨¢tica de la ciudadan¨ªa era un t¨ªtulo tan v¨¢lido, a¨²n mayor, como la historia, la lengua o el sentimiento de identidad. La Constituci¨®n y el Estatuto han servido en estos a?os -a pesar de las dificultades- para encauzar la vida democr¨¢tica de la sociedad espa?ola y andaluza, para avanzar en el camino del bienestar. Tras 22 a?os de autonom¨ªa, los ciudadanos y ciudadanas de Andaluc¨ªa necesitan de nuevos instrumentos, de m¨¢s competencias y recursos para afrontar el reto de nuevos desaf¨ªos colectivos como pueblo, para afrontar los problemas sociales, econ¨®micos, ecol¨®gicos de este principio del siglo XXI sobre la base de la igualdad y la solidaridad.
Lamentablemente, ahora estamos viviendo una situaci¨®n pol¨ªtica que, a nuestro juicio, se aleja de forma preocupante de aquella que permiti¨® en 1978 alcanzar el acuerdo constitucional.
El PP est¨¢ instalado en la prepotencia, la intolerancia, el delirio patri¨®tico y constitucional, la crispaci¨®n, la negaci¨®n del diferente y, desde su incapacidad de di¨¢logo, criminaliza, insulta, sataniza a quienes plantean reformas estatutarias y constitucionales, impidiendo un marco de reflexi¨®n serena para abordar la nueva Espa?a y la nueva Andaluc¨ªa del siglo XXI. El PP olvida que la Constituci¨®n consagra y reconoce una naci¨®n espa?ola cuya unidad es compatible con el derecho a la m¨¢xima autonom¨ªa de las nacionalidades y regiones que la integran. Nada aleja m¨¢s a Espa?a de su unidad que la imposici¨®n y el neocentralismo del PP.
Por otro lado, el PSOE mantiene posiciones contradictorias respecto a la modificaci¨®n de la Constituci¨®n y de los Estatutos auton¨®micos de los distintos territorios. Chaves, por ejemplo, viene anunciando desde hace dos a?os la posible reforma del Estatuto, pero condicionada a no tocar el t¨ªtulo VIII de la Constituci¨®n y a lograr un consenso imposible con el PP. Por tanto, plantea una reforma insuficiente y descafeinada que s¨®lo afectar¨ªa al Senado y a competencias delegadas v¨ªa art¨ªculo 150.2 de la Constituci¨®n.
En cualquier caso, una cosa es que la Constituci¨®n espa?ola y los Estatutos s¨®lo puedan ser reformados por un amplio consenso y otra muy distinta que, tras 25 a?os, no se pueda cambiar ni una coma, ni un art¨ªculo, ning¨²n t¨ªtulo.
IU LV-CA apuesta por profundizar en el autogobierno, reformando el Estatuto, garantizando la cohesi¨®n social y afrontando, con un mejor instrumento y en mejores condiciones, los nuevos retos de futuro de la sociedad andaluza. La reforma que planteamos pretende hacer del Estatuto un instrumento jur¨ªdico-pol¨ªtico actualizado al servicio de la consecuci¨®n de una Andaluc¨ªa sin desigualdades, una ciudadan¨ªa plena, unos ciudadanos andaluces -hombres y mujeres- libres, responsables de su destino, activos, que deliberan y participan en sus instituciones y deciden su futuro.
Plantear esta reforma supone asumir con valent¨ªa la responsabilidad de proponer las medidas concretas y espec¨ªficas para alcanzar mayor autogobierno y las m¨¢ximas cotas de progreso, libertad, igualdad y justicia para los andaluces. Al mismo tiempo, debe suponer el inicio de un proceso federalizante, que avance en la construcci¨®n de un Estado federal, solidario y cooperativo, en el marco de una Europa federal y social. Nuestro proyecto se basa en el reconocimiento de la pluralidad nacional del Estado espa?ol, alejado de todo proyecto independentista, confederal o neocentralista. Se situar¨¢ siempre en la Espa?a plural, en la pr¨¢ctica del di¨¢logo institucional, y en la ambici¨®n de conseguir un m¨¢ximo grado de consenso de la sociedad andaluza y sus instituciones para acometer las reformas que conquisten el futuro.
La apertura de una nueva etapa hist¨®rica de autogobierno no puede ser patrimonio de ninguna fuerza pol¨ªtica. El inter¨¦s general de la sociedad ha de estar por delante de los intereses partidistas. Por ello, la m¨¢xima apertura y acuerdo entre las fuerzas pol¨ªticas y la capacidad de sumar a la inmensa mayor¨ªa de la sociedad andaluza es fundamental para alcanzar el objetivo frente a quienes se resisten a los cambios.
En un proceso de amplia participaci¨®n, somos conscientes de que el debate no puede quedar reducido al ¨¢mbito parlamentario y pol¨ªtico, sino que tiene que cobrar el valor que le otorga el impulso democr¨¢tico y transformador del pueblo, de sus colectivos y organizaciones, sus instituciones locales, haciendo que la reforma suponga dem¨¢s la oportunidad para revitalizar la democracia y recortar las distancias entre la sociedad civil, las instituciones y los representantes pol¨ªticos. Estamos convencidos de que no abriremos camino a un nuevo Estatuto si el pueblo no hace suya la reforma y la siente como un instrumento fundamental de futuro.
En definitiva, nos planteamos una reforma estatutaria para alcanzar m¨¢s autogobierno, m¨¢s poder andaluz, m¨¢s derechos sociales, mejores condiciones de vida, m¨¢s democracia, en pie de igualdad con los dem¨¢s pueblos de Espa?a.
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