"El dinero de la reconstrucci¨®n no llega a su objetivo"
Burocr¨¢tica, desinteresada en la reconstrucci¨®n de Irak y demasiado centrada en la visi¨®n militar de la situaci¨®n en el pa¨ªs. As¨ª denuncia el italiano Marco Calamai el comportamiento de la Autoridad Provisional para Irak (CPA en sus siglas en ingl¨¦s), presidida por el estadounidense Paul Bremer. Calamai fue el n¨²mero dos de la CPA en la provincia de Tiqar, cuya capital es Nasiriya, hasta que el pasado noviembre present¨® la dimisi¨®n, seg¨²n cuenta, cansado de la ineficacia del organismo creado y dirigido por Estados Unidos. El atentado del 12 de noviembre en el que 19 italianos perdieron la vida fue el empuj¨®n definitivo a su decisi¨®n.
"La confusi¨®n y el caos en la CPA demuestran que toda la organizaci¨®n planificada para la posguerra iraqu¨ª es puramente militar. Es una filosof¨ªa muy diferente a la que tiene Naciones Unidas", subraya el experto italiano, que cuenta con una larga experiencia en el campo de la reconstrucci¨®n de zonas castigadas por la guerra, especialmente en Bosnia y Kosovo. "Desde el primer momento me di cuenta de que la CPA apenas gastaba dinero en proyectos de reconstrucci¨®n, pero m¨¢s tarde me percat¨¦ de que los fondos que llegaban a la provincia iban destinados a las zonas que, de alguna manera, eran controladas por los ministerios desde Bagdad". Seg¨²n Calamai, a pesar de que se suele decir que desde el final de la guerra el Estado iraqu¨ª ha desaparecido, lo cierto es que contin¨²a existiendo una gran m¨¢quina burocr¨¢tica que llega hasta las provincias y que el dinero destinado a la reconstrucci¨®n se pierde en su mayor¨ªa en este recorrido. "La CPA da dinero al ministerio correspondiente, que a su vez lo coloca en sus delegaciones provinciales. En la zona donde yo trabajaba, buena parte se iba en sueldos para los funcionarios y otras partidas, pero no en proyectos de reconstrucci¨®n. Seg¨²n mis c¨¢lculos, para finales de octubre a la provincia de Nasiriya hab¨ªan llegado unos 20 millones de d¨®lares que ten¨ªan que haber sido utilizados, pero en realidad no hab¨ªan sido empleados en su objetivo".
Para Calamai, mientras el presidente de EE UU, George W. Bush, insiste en sus discursos en que hay que democratizar Irak, las acciones de la Administraci¨®n especial para este pa¨ªs van justamente por el camino contrario. "En la zona de Nasiriya, a principios de noviembre, hab¨ªan sido elegidos democr¨¢ticamente nueve consejos municipales. Se trataba de organismos totalmente democr¨¢ticos para los cuales la CPA revel¨® no tener ning¨²n plan de ayuda. Los gobiernos locales son la primera estructura de la democracia y, aunque se habla mucho de libertad y democracia, lo cierto es que se les deja morir, lo que contribuye a generar una gran frustraci¨®n entre la poblaci¨®n, que ve c¨®mo sus expectativas no se cumplen".
Para agravar a¨²n m¨¢s la situaci¨®n, en opini¨®n del italiano, al error inicial de planteamiento se han a?adido otras decisiones err¨®neas que han sido tomadas sin prever sus consecuencias. "La tensi¨®n social empez¨® a subir r¨¢pidamente, con manifestaciones y protestas. Resulta que algunas categor¨ªas de trabajadores que ten¨ªan un contrato firmado ya despu¨¦s de la guerra hab¨ªan sido despedidas por orden de Bremer, quien, desde Bagdad, alegaba razones presupuestarias". En Nasiriya, con un paro del 80%, las protestas se hicieron masivas precisamente ante la sede de la CPA. "Entonces se pudo ver la diferencia de la concepci¨®n de la misi¨®n en Irak que tienen los estadounidenses y otros contingentes", explica Calamai. "En la CPA quer¨ªan que los carabinieri fueran m¨¢s decididos contra las protestas, pero ellos alegaban que, si no hab¨ªa violencia de por medio, era mejor no intervenir". Seg¨²n el ex responsable italiano de la CPA, los militares italianos en varias ocasiones rechazaron intervenir en cuestiones de pol¨ªtica local en Nasiriya por considerarlo ajeno a su misi¨®n, a pesar de haber recibido indicaciones al respecto de los mandos de la coalici¨®n.
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