La OPEP, cogida en su propia trampa

La OPEP ha perdido el rumbo. Su t¨¢ctica para controlar el precio del crudo, que tan buenos resultados le ha dado durante 20 a?os, no s¨®lo se ha agotado, sino que ha hecho crecer a sus enemigos. Si el cartel no hubiera defendido un precio del barril en torno a los 20 d¨®lares desde los a?os ochenta, el sector petrolero de los pa¨ªses que hoy compiten con la organizaci¨®n -Noruega, Rusia, varios pa¨ªses africanos, la zona del mar Caspio y Alaska- no se hubiera desarollado tanto.

Desde hace algo m¨¢s de un a?o la OPEP vive metida en una espiral que s¨®lo la permite tomar decisiones a muy corto plazo, lo que, en vez de dar estabilidad al mercado como es el primer objetivo del cartel, lo pone m¨¢s nervioso, con importantes repercusiones en pa¨ªses pobres y ricos.

Atrapada en su propia pol¨ªtica, la organizaci¨®n no quiere que los precios desciendan, pero eso le acarrea una constante p¨¦rdida de clientes. La ¨²nica salida a esta situaci¨®n ser¨ªa que el cartel estuviera dispuesto a un descenso controlado de los precios hasta alcanzar una media de 14 d¨®lares. Ello supondr¨ªa sacrificos para los pa¨ªses dependientes del petr¨®leo, pero tambi¨¦n recuperar mercado.