Contra los accidentes en la construcci¨®n
Las patronales de servicios de prevenci¨®n ajenos reclaman asumir la organizaci¨®n de la seguridad en las obras
Gobierno, patronal y sindicatos han alcanzado un acuerdo para que las promotoras, y no las constructoras, se responsabilicen de la prevenci¨®n en las obras. En la construcci¨®n se llegan a juntar hasta 15 empresas subcontratadas, cada una con sus propios planes preventivos. Las patronales que agrupan a las empresas de prevenci¨®n reclaman asumir la organizaci¨®n de todos esos planes dispersos mediante un ¨²nico mando organizador.
ASPA afirma que la existencia de 12 o 15 servicios de prevenci¨®n pertenecientes a cada subcontratista es una fuente constante de siniestralidad
La patronal propone la prohibici¨®n del uso de tel¨¦fonos m¨®viles privados entre los trabajadores de la construcci¨®n durante su jornada laboral
Imaginemos un pa¨ªs con escasa implantaci¨®n sindical en el sector de la construcci¨®n; en el que dicha ¨¢rea productiva no contase habitualmente con delegados de prevenci¨®n en las obras; en el que los planes preventivos contra riesgos laborales de las empresas fuesen de escasa calidad; en el que creciese el recurso a la subcontrataci¨®n, y en el que perviviese una cultura del riesgo en un amplio n¨²mero de trabajadores, poco dados a usar medios de protecci¨®n. Este pa¨ªs contar¨ªa con muchas probabilidades de presentar unos elevados ¨ªndices de accidentalidad en la construcci¨®n. Este pa¨ªs existe y es el nuestro.
Son s¨®lo algunas de las deficiencias end¨¦micas que Espa?a arrastra en esta materia. Quien las rese?¨® fue Fernando Villalobos, director del Instituto de Salud Laboral de las Islas Baleares (ISLIB). Su an¨¢lisis, en el que recalc¨® que "la situaci¨®n preventiva siempre es m¨¢s fiable si existe un comit¨¦ de empresa bien organizado", se produjo durante las recientes jornadas sobre seguridad en la construcci¨®n organizadas en Madrid por la Asociaci¨®n de Servicios de Prevenci¨®n Ajenos (ASPA). Es ¨¦sta una de las dos patronales que agrupan a las empresas de un sector que surgi¨® a partir de 1997, al amparo de la Ley de Prevenci¨®n de Riesgos Laborales, que incorporaba la opci¨®n de externalizar este servicio, encomend¨¢ndoselo a compa?¨ªas especializadas.
Las jornadas sirvieron para que ASPA diese a conocer sus propuestas de reformas legales para el sector de la construcci¨®n, coincidiendo con el final de la tramitaci¨®n parlamentaria de la modificaci¨®n de la Ley de Prevenci¨®n de Riesgos Laborales. Su presidente, Juan Prats, lament¨® que dicha revisi¨®n legislativa no las haya tenido ya en cuenta, por lo que su esperanza se centra ahora en que sus reivindicaciones se introduzcan en el desarrollo reglamentario de la ley. Entre las m¨¢s destacadas figura la separaci¨®n obligatoria de la direcci¨®n ejecutiva de la obra y la responsabilidad de la seguridad.
"No es razonable", apunt¨®, "que gravite sobre una misma persona, por un lado, la obligaci¨®n de terminar una obra a fecha fija y en determinadas condiciones de edificabilidad y, por otro, tener que garantizar la seguridad, porque si surge cualquier problema lo l¨®gico ser¨¢ que supedite la prevenci¨®n a la finalizaci¨®n y ejecuci¨®n de la obra". En opini¨®n de ASPA, el Gobierno debe regular la incompatibilidad de ambas funciones en una sola persona, ¨²nica forma de lograr que los criterios de seguridad est¨¦n por encima de los econ¨®micos.
Planes de prevenci¨®n
Asociada a la anterior, otra reforma reclamada por Prats es la de acabar con la tremenda dispersi¨®n de planes de prevenci¨®n que hoy por hoy se juntan en una obra, al existir gran cantidad de subcontratas. "Queremos un ¨²nico servicio de prevenci¨®n en cada obra, que evite la confrontaci¨®n y disgregaci¨®n de recursos actual", manifest¨® el presidente de ASPA, para quien esta desuni¨®n, que a menudo se traduce en la existencia de 12 o 15 servicios preventivos pertenecientes a cada subcontratista, es una fuente constante de siniestralidad.
Para la Asociaci¨®n Nacional de Entidades Preventivas Acreditadas (ANEPA), la reforma de la Ley de Prevenci¨®n de Riesgos Laborales adolece de varias carencias. Entre ellas, Jos¨¦ Luis P¨¦rez, presidente de esta patronal, cita el no hacer hincapi¨¦ en la figura de la auditor¨ªa de sistemas de prevenci¨®n, "existente, pero infrautilizada, y que hecha con rigor moviliza recursos preventivos en las empresas, con una percepci¨®n por parte de ¨¦stas de mejora de la gesti¨®n y no de mera imposici¨®n". En su opini¨®n, hay que acabar con la prevenci¨®n "formal y a la defensiva" e incorporarla a los procesos productivos.
Falta de formaci¨®n
Felipe Arispe, director general de Controlex, la empresa que lidera en Espa?a el sector de servicios de prevenci¨®n de riesgos en la construcci¨®n, considera que "la falta de formaci¨®n, unida a la escasez de medios y de procedimientos para poner en pr¨¢ctica los sistemas de prevenci¨®n", sigue siendo un problema cr¨®nico que hay que acotar. Reclama menos paternalismo y m¨¢s profesionalizaci¨®n, para lo que "es necesario que la externalizaci¨®n de la prevenci¨®n en empresas expertas sea algo que fluya con naturalidad". Controlex promueve la creaci¨®n de una patronal espec¨ªfica de las empresas de prevenci¨®n del sector de la construcci¨®n, para que pueda actuar como interlocutor ¨²nico ante la Administraci¨®n.
Entre las propuestas de ASPA llama la atenci¨®n la que hace referencia a la necesidad de prohibir por ley el uso de m¨®viles privados entre los trabajadores de la construcci¨®n durante su jornada laboral. Para el presidente de esta patronal, la idea "surge como fruto de la experiencia" y deber¨ªa ponerse en marcha, cuanto menos, en determinadas tareas de especial riesgo, como el manejo de maquinaria pesada o trabajos en altura, "donde el riesgo es muy elevado y la concentraci¨®n necesaria para el desarrollo de tales funciones no es menor que la que se requiere para la conducci¨®n de un autom¨®vil".
En la iniciativa que ASPA ha hecho llegar a la Administraci¨®n, encaminada al desarrollo de la reforma de la Ley de Prevenci¨®n de Riesgos Laborales, se menciona expresamente esta prohibici¨®n, "que deber¨ªa ser tan amplia como para abarcar no s¨®lo la atenci¨®n de la llamada telef¨®nica, sino la propia tenencia del tel¨¦fono m¨®vil en la obra, pues el mismo sonido de la llamada puede provocar la distracci¨®n necesaria para que el accidente se produzca".
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