Otra vez el virus de la Navidad
Las fechas m¨¢s famosas del calendario comercial se reinventan cada a?o para mantener su 'gancho'
El pirata que llam¨® Navidad a un mort¨ªfero virus inform¨¢tico lanzado el a?o pasado ten¨ªa, seguramente, alguna cuenta pendiente con las fiestas m¨¢s famosas del a?o, pero las empresas del ramo han dado ya con el antivirus que puede descargarse estas navidades. Es toda una met¨¢fora del poder envolvente de unas festividades capaces de engullirlo todo y transformarlo en objeto de consumo. "Estas fechas son buenas para vender casi todo", reconoce Sebasti¨¢n Cebri¨¢n, director de comunicaci¨®n de Carrefour, uno de los emporios en el sector de grandes superficies afincados en Espa?a. Lo nuevo y lo viejo, lo cl¨¢sico y lo rabiosamente actual, todo obtiene una respuesta ¨®ptima del consumidor cuando se le ofrece envuelto en esta atm¨®sfera de luces deslumbrantes y m¨²sica dulzona. En pocas ¨¦pocas del a?o el despliegue consumista es tan grande y tan atrayente, atizado por una publicidad que maneja h¨¢bilmente los deseos de paz y las aspiraciones de bondad generales.
En estas fechas se?aladas se realiza el 20% de todas las compras del a?o
Por 900 euros se pueden pasar cinco noches y siete d¨ªas en Pek¨ªn
No es casual que en estas fechas se?aladas (desde mediados de diciembre a mediados de enero) se realicen el 20% de todas las compras del a?o. La fuerza de este reclamo religioso-consumista es tal que incluso los que pretenden hacerle frente acaban por ser atrapados en la trituradora navide?a. Por ejemplo, la p¨¢gina web de Terra propone a los que no soportan el tono almibarado de estas fechas un amplio muestrario de pel¨ªculas alternativas, entre ellas El d¨ªa de la Bestia, presentada como "paradigma de la pel¨ªcula anti-Navidad". Y las agencias de viajes trabajan sin descanso para ultimar una oferta novedosa capaz de conquistar el coraz¨®n de los m¨¢s hostiles al esp¨ªritu navide?o. ?Qu¨¦ le parecer¨ªa iniciar el 2004 en Rovaniemi, capital de la Laponia finlandesa, por unas 180.000 pesetas (1.100 euros)? Aunque este a?o, una de las propuestas m¨¢s originales es darse una vuelta por la "China milenaria". Por la asequible suma de 900 euros se pueden pasar cinco noches y siete d¨ªas en Pek¨ªn, a partir del 27 de diciembre. "La oferta incluye cena de fin de a?o a base de pato laqueado [70 euros m¨¢s si se prefiere un men¨² occidental] y asistencia a la ?pera de Pek¨ªn. Otra opci¨®n, con salida el 22 de diciembre, es un recorrido por la China milenaria y diversas ciudades del pa¨ªs. Son 15 d¨ªas (13 noches) por 1.700 euros", informa Ruperto Donat, portavoz de la Asociaci¨®n de Mayoristas de Viajes.
La mayor¨ªa se pliega, sin embargo, a la presi¨®n de unas fiestas familiares regadas con cava y endulzadas con turr¨®n. Las estad¨ªsticas de la Secretar¨ªa de Estado de Comercio y Turismo confirman que s¨®lo el 9% de los desplazamientos tur¨ªsticos se realizan en esas fechas. Y eso que la Navidad, con su ajetreo, "aumenta la crisis" y "la mejor terapia contra el estr¨¦s" es viajar, recomienda la revista Consumer. Marcharse no significa necesariamente decir adi¨®s a los rituales de fin de a?o. La fuerza de estas fechas es tal que muchos de los que optan por salir corriendo se encuentran con que los viajes organizados tienen como gancho esencial las cenas y dem¨¢s celebraciones navide?as. Y es que la Navidad, que se viene anunciando desde el mes de noviembre con un mensaje amplificado por la televisi¨®n, las escuelas y hasta los vendedores de loter¨ªa, lo invade todo como una pesadilla ineludible. La Confederaci¨®n de Consumidores y Usuarios (CECU) ya ha calculado que a cada familia espa?ola la broma navide?a le saldr¨¢ por 845 euros, casi un 5% m¨¢s cara que el a?o pasado. Pero son gastos a los que nadie renuncia, presionado por una atm¨®sfera festiva general a la que se suman ayuntamientos y entidades. El de Madrid gastar¨¢ m¨¢s de 600.000 euros en iluminaci¨®n (el valor de las luces colocadas y el gasto de energ¨ªa) y los concejales rivalizar¨¢n para tomar parte en la tradicional Cabalgata de Reyes.
Por no hablar de ciudades aparentemente m¨¢s confesionales, como Sevilla, donde el propio Consistorio contribuye a crear un clima navide?o lanzando a los cuatro vientos m¨²sica de villancicos. Sorprendentemente, sin embargo, la Iglesia espa?ola se toma las cosas con m¨¢s calma. En muchos templos de Madrid no se ve todav¨ªa un solo bel¨¦n, y los villancicos s¨®lo suenan en el hilo musical de los grandes almacenes. Una costumbre, por cierto, que ha llevado a los sindicatos alemanes a pedir a los comerciantes de Berl¨ªn que concedan a sus empleados un cuarto de hora m¨¢s de pausa al d¨ªa para compensar el desgaste mental que representa tener que aguantar durante toda la jornada los villancicos como m¨²sica de fondo. El diario Bild am Sonntag ha concluido que este tipo de m¨²sica repetitiva es devastadora para las neuronas. De modo que escucharla, lejos de contribuir al clima de alegr¨ªa general, puede tener un efecto depresivo.
A Pedro Rodr¨ªguez, psic¨®logo cl¨ªnico, la cosa no le llama la atenci¨®n. "Las navidades son fiestas tambi¨¦n para la tristeza y la melancol¨ªa, sobre todo si uno est¨¢ especialmente vulnerable, porque el contexto de aparente felicidad general crea un contraste muy duro". Y fiestas para la "culpabilizaci¨®n". Especialmente si, arrastrados por el bombardeo publicitario, terminamos por gastar m¨¢s de la cuenta. "Lo que ocurre es que como ese gasto est¨¢ dentro de la normalidad cultural, por decirlo as¨ª, no nos causa tantos problemas. Otra cosa es ya cuando la persona presenta un cuadro cl¨ªnico maniaco-depresivo". Pero Rodr¨ªguez cree que hay que dejar de lado juicios apocal¨ªpticos.
El director de cine Jos¨¦ Luis Borau piensa lo mismo. "No es que la Navidad sea horrible, s¨®lo que ocurre fuera de temporada, porque estas fechas s¨®lo se viven de verdad cuando somos ni?os". L¨¢stima que estas palabras las pronunciara hace dos d¨ªas en la presentaci¨®n de su ¨²ltimo libro, que lleva por t¨ªtulo precisamente Horrible Navidad.
El abuso del villancico
El catedr¨¢tico de Matem¨¢ticas y Gnoseolog¨ªa de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona V¨ªctor G¨®mez Pin opina que la Navidad, tal y como se vive en Espa?a, "es un abuso de una comunidad que profesa una fe religiosa sobre todos los dem¨¢s". No es casual que los escaparates de los grandes almacenes m¨¢s emblem¨¢ticos de Espa?a est¨¦n decorados con un estilizado bel¨¦n y en el interior haya angelitos colgando por todas partes.
"Porque estas fiestas, por m¨¢s que hayan sido explotadas por El Corte Ingl¨¦s, tienen un origen religioso, y, aunque los obispos se quejen de su excesiva secularizaci¨®n, es evidente que el car¨¢cter religioso se mantiene", a?ade. "Para la gente laica o los que profesan otra religi¨®n, es simplemente abusivo". Y eso aunque, como reconoce, "mucha gente sigue la tradici¨®n de estas fiestas, igual que bautiza a sus hijos, por lograr una inserci¨®n cultural, pero el hecho es que, si los espa?oles estamos obligados a vivir la Navidad casi como una fiesta nacional, es porque el Estado no est¨¢ defendiendo la neutralidad como ser¨ªa lo justo.El Estado no es neutro, estamos motivados a comulgar con esta tradici¨®n. Claro, a r¨ªo revuelto, pues a estas fiestas se apuntan los grandes almacenes y los fabricantes de mu?ecos, o de lo que sea, como hacen en Estados Unidos con el d¨ªa de Acci¨®n de Gracias". G¨®mez Pin considera que las tintas se cargan especialmente en Espa?a. "He vivido a?os en Par¨ªs y el fen¨®meno no es el mismo. El general De Gaulle, que era un hombre de comuni¨®n diaria, era el primero en defender una neutralidad religiosa exquisita".
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