La voz ronca de Scarlett Johansson susurra a los Oscar
La actriz es doble candidata a los Globos por 'Lost in traslation' y 'La joven de la perla'
Puede ser la nueva lolita de Hollywood, pero una lolita un poco extra?a. No responde al estereotipo carnal de las estrellas adolescentes. Ha sido comparada a Lauren Bacall, sobre todo por su desubicada voz ronca, pero ella, de m¨¢s peque?a, quiso ser Judy Garland o Rosalind Russell. Tom¨® conciencia de su vocaci¨®n cuando Robert Redford la dirigi¨®, siendo una quincea?era, en El hombre que susurraba a los caballos. Y ahora, a sus 19 a?os y cuando era a¨²n una desconocida para el gran p¨²blico, Scarlett Johansson ha recibido de golpe dos nominaciones para los Globos de Oro por sus abismales interpretaciones en dos de las pel¨ªculas grandes del a?o y en la sorpresa a batir en los Oscar.
A sus 19 a?os, se ha trasladado a Los ?ngeles desde Nueva York, su ciudad natal
Ha resultado un a?o crucial para la carrera art¨ªstica de Scarlett Johansson. La suerte, el destino o el buen hacer de su agente, en este caso su madre, Melanie, le han permitido enfrentarse a dos papeles vitales muy distintos, pero complementarios. Sobre todo para confirmar su val¨ªa. El ¨¦xito tan seguido de ambas pel¨ªculas, Lost in traslation y La joven de la
perla, la ha revalidado para proyectos mayores. Scarlett ha superado as¨ª la primera barrera que deben franquear las bellezas m¨¢s frescas del firmamento de Hollywood. Ahora quiere "consolidarse, macerar como mujer y como actriz, y aprovechar el tir¨®n" para sacarle todo el jugo.
Hace muy pocas semanas que Scarlett Johansson ha decidido mudarse a un apartamento a¨²n vac¨ªo en Los ?ngeles desde Nueva York, la ciudad en la que creci¨® y que la ha conferido ese car¨¢cter urbano, intelectual y cosmopolita que tanto encandila a muchos directores. Ser¨¢ porque todav¨ªa no est¨¢ asentada en la ciudad de las estrellas, o porque presume de tener las ideas y metas muy claras, por lo que ha optado por minimizar el impacto medi¨¢tico de tanto galard¨®n dorado. Ante la conmoci¨®n de los Globos, donde ha sido nominada a la mejor actuaci¨®n femenina en el apartado dram¨¢tico y de comedia, Johansson ha respondido desconcertada que sus modestos planes para esa noche eran ver la gala por la tele con su padre (arquitecto) y decidir qu¨¦ tipo de pizza o de comida china se zampaban. A la fiesta del 25 de enero, ahora invitada ya como candidata, ir¨¢ con su madre-agente y ha tenido que empezar a pensar qu¨¦ vestido llevar¨¢ y la respuesta para cuando llegue la clasificaci¨®n para los Oscar, dos d¨ªas m¨¢s tarde.
Desde Italia, donde rueda actualmente con Helen Hunt A good
woman, una adaptaci¨®n de una obra de Oscar Wilde, Scarlett ha llorado de alegr¨ªa, pero sin perder el control. "He tenido mucha suerte. Porque yo nunca siento que tengo que probar nada. Yo s¨®lo llego al escenario y de la forma que soy es c¨®mo soy".
Nadie puede estar preparado, a los 19 a?os, para tanto asedio, fama y halago virulento. Scarlett dice que s¨ª, que apenas ha cambiado. Y sostiene que sabr¨¢ manejarlo, porque, como empez¨® con apenas ocho a?os en Broadway, lleva tiempo en el mundillo.
En realidad comenz¨® a actuar con apenas tres. Lo llevaba ya dentro y los primeros a los que deleit¨® fue a sus padres, a sus dos hermanos mayores y a su mellizo, con el que rivaliz¨® para salir a su primera escena tres minutos antes. Melaine Johansson meti¨® a varios de sus cr¨ªos en el a veces empalagoso mundo de los castings infantiles, y fue ah¨ª cuando Scarlett se llev¨® tambi¨¦n su primer palo. Un d¨ªa prefirieron a su hermano mayor. Scarlett no cej¨®, apareci¨® en algunas obras, algunos anuncios, algunas secuencias.
Y en 1998 Redford la seleccion¨® para el papel de Grace en El hombre que susurraba a los caballos. Fue all¨ª cuando interpret¨® a una urbanita malcriada que viaja al campo a descubrir en el espejo maternal que la vida y la naturaleza est¨¢n inundadas de valores m¨¢s complejos que los que se consumen a diario. Redford valor¨® de Scarlett que no se limitara a hacer de s¨ª misma. Que actuara. La pel¨ªcula no funcion¨®, pero Scarlett s¨ª cuaj¨®.
Entr¨® entonces Scarlett en el elenco de Ghost World. Y acto seguido lleg¨® El hombre que nunca estuvo
all¨ª, de los hermanos Coen, donde Billy Bob Thornton, un taciturno barbero, se quedaba prendado de su car¨¢cter. El actor y cantante ha admitido que le conmocion¨® comprobar, con algo de preocupaci¨®n, "lo inteligente e ir¨®nica que era Scarlett a esa edad. Era como una mujer".
Desde sus primeras audiciones a sus dos ¨²ltimos ¨¦xitos, Scarlett Johansson ha convivido con dos herencias gen¨¦ticas. La primera, su voz profunda, inusual. Algunos directores, al o¨ªrla, le preguntaban si padec¨ªa alguna dolencia de garganta. Ha llegado a ser una pesadilla. La otra caracter¨ªstica es su cualidad para percibir con apenas unas miradas el talante de la gente, descifrar el entorno, intuir el mejor camino para sobrevivir, para actuar.
Una sensibilidad que Sophia Coppola, la hija del maestro Francis Ford Coppola, apreci¨® en sus ojos y en su mirada y que utiliz¨® para construir a su medida el papel de la esposa perdida en Tokio que da r¨¦plica al ¨ªnclito Bill Murray en Lost in traslation. La pel¨ªcula, una de las sensaciones del a?o, cost¨® apenas cuatro millones de d¨®lares y ha recaudado, s¨®lo en casa, 27. Ensalza Sophia Coppola que la inteligencia que se refleja en los ojos de Scarlett no es habitual en una adolescente. Johansson reh¨²sa encuadrarse en ese perfil plano que Hollywood da a muchas actrices j¨®venes. Quiere m¨¢s relleno. Pasa de Britney Spears y se qued¨® prendada cuando conoci¨® este verano a Neil Young. No asume los t¨®picos juveniles relacionados con las drogas y los excesos, aunque ahora est¨¦ sucumbiendo a lujos como el BMW Z4 Roadster y los complementos de Prada.
En este tr¨¢nsito le lleg¨® la misteriosa interpretaci¨®n de la silente y sensible asistenta en La joven de la
perla, basada en la novela hom¨®nima de Tracy Chevalier y dirigida por el debutante Peter Webber. La asistenta acaba transform¨¢ndose en la musa y raz¨®n de ser del pintor holand¨¦s Johannes Vermeer, que muri¨® a los 43 a?os, en 1675, tras revolucionar la pintura con el calado de sus obras en el trazo de las labores de la vida diaria. El retrato de Scarlett se equipara al muy personal que model¨® Nicole Kidman el a?o pasado en Las horas sobre la escritora Virginia Woolf.
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