El velo en Ir¨¢n

En la interesante informaci¨®n ofrecida el domingo 21 de diciembre por la Defensora del Lector sobre el hiyab o "velo" isl¨¢mico quedaba poco claro que su contenido cultural se encuentra siempre sometido a un preciso mandato religioso, cuya f¨®rmula, inspirada en el Cor¨¢n, procede del dictamen o hadiz del Profeta seg¨²n el cual la mujer, llegada la primera menstruaci¨®n, s¨®lo dejar¨¢ ver cara y manos (Abu Dawud, "Sunan", 1535,4092).

Sobre esa base fue impuesto el C¨®digo del Vestido de la Revoluci¨®n Isl¨¢mica en Ir¨¢n, gracias al cual las mozas iran¨ªes pueden hoy competir en tocados imaginativos como nos cuenta la Defensora del Lector. L¨¢stima que para alcanzar estos juegos fuera preciso generalizar su uso por bandas de agresores al grito de "?El velo o el palo!" ("rusari y? tusari"), y a partir de 1980 por una legislaci¨®n isl¨¢mica que castigaba la infracci¨®n con penas de hasta dos a?os de c¨¢rcel y 72 latigazos. Pura libertad de la mujer.

Con Jatam¨ª, la aplicaci¨®n es m¨¢s flexible y salen los flequillos. Pero la prohibici¨®n no ha desaparecido, ni las detenciones transitorias de infractoras, como tampoco las lapidaciones de ad¨²lteras. Por algo la Nobel iran¨ª Shirin Ebadi pide la derogaci¨®n de las disposiciones isl¨¢micas que discriminan en su pa¨ªs a la mujer. Significativamente, en el acto de recepci¨®n de la Nobel, Shirin Ebadi, cr¨ªtica de la anunciada ley antivelo francesa, iba con la cabeza descubierta.