Los llamados

Chaves necesita banquillo. Cuatro personas de su equipo toman las de Madrid. Zapatero toc¨® a rebato y en ese gobierno a la sombra que quiere formar hay cuatro experimentados pol¨ªticos andaluces. Otra cosa es que vayan a gobernar.

Magdalena ?lvarez, inasequible al desaliento, maltratada por su dureza en defensa del patrimonio econ¨®mico andaluz, insultada porque reclama lo que al pueblo andaluz se le debe, tiene ahora la oportunidad de relanzar una pol¨ªtica solidaria y justa para todas las autonom¨ªas y que el Gobierno central pague a Andaluc¨ªa lo que le debe. Muchas sacrist¨ªas respirar¨¢n tranquilas. Magdalena ?lvarez, dura como el pedernal, deja Andaluc¨ªa, seg¨²n Montoro, con un crecimiento por encima de la media nacional.

Y se va Carmen Calvo, apasionada luchadora por la cultura, con la medalla de Picasso en el coraz¨®n y en su haber, con el talante de haber ejecutado una pol¨ªtica abierta, solidaria, dialogante y participativa, que no es poco en tiempos del ordeno y mando.

Y tambi¨¦n se va Alfonso Perales, el pol¨ªtico discreto, que sabe estar en segundo plano, pero con mucho criterio y al que se le oye cuando habla. Desde una consejer¨ªa demasiado gris articul¨® competencias diversas, busc¨® soluciones a la inmigraci¨®n y, sobre todo, hizo sentir Andaluc¨ªa a los andaluces, dentro y fuera de nuestra comunidad. Como el propio presidente andaluz dijo en el mensaje de final de a?o, los andaluces empezamos a sentirnos orgullosos de serlo y a ello ha ayudado en gran manera Perales con iniciativas varias y con las comunidades andaluzas fuera de Andaluc¨ªa.

Y se va un apasionado de la pol¨ªtica que ha hecho de la misma su pasi¨®n. Con los deberes cumplidos y que despu¨¦s de tantos a?os es capaz de levantarse cada d¨ªa con nuevas inquietudes. Javier Torres Vela, uno de los m¨¢s estrechos colaboradores de Chaves, junto con Gri?¨¢n, es llamado tambi¨¦n por Zapatero. Torres Vela no cierra Andaluc¨ªa sino que abre Espa?a para, posiblemente, volver en su momento.

Quien s¨ª dice adi¨®s definitivo es Felipe Gonz¨¢lez. Lo menos que hay que hacer es respetar su decisi¨®n. Felipe Gonz¨¢lez no es hombre de banco y de bot¨®n. Felipe Gonz¨¢lez es patrimonio de su propia historia que, al fin y al cabo, es la historia de 14 a?os gobernando Espa?a. Ah¨ª es nada.