Un volc¨¢n activo para Lara Croft

Sobre una remota y abrasada planicie, en el noroeste de Tanzania, se eleva un imponente volc¨¢n: el Oldonyo Lengai, la Monta?a de Dios para los masai, principal tribu de la regi¨®n.

Se eleva a 2.886 metros sobre el nivel del mar y es el ¨²nico volc¨¢n activo del pa¨ªs. Fue el ¨²ltimo en formarse de la cadena Crater Highlands, compuesta por volcanes surgidos a lo largo de cuatro millones de a?os que se derrumbaron convirti¨¦ndose en calderas. Entre ellos, el famoso Ngorongoro.

Pero, pese a su proximidad con los parques nacionales de Serengeti y Ngorongoro, el Lengai no figura entre los destinos m¨¢s frecuentados por los turistas. Los m¨¢s monta?eros suelen optar por subir el Kilimanjaro, el pico m¨¢s alto de ?frica (5.896 metros), o el monte Meru (4.566 metros), volcanes extintos cuya ascensi¨®n puede precisar varios d¨ªas para evitar el mal de altura. Por ello el Lengai es un destino perfecto para monta?eros que desean ascender y descender en una sola jornada.

Las gu¨ªas no le dedican p¨¢ginas, y en algunos mapas ni aparece. Pero la ascensi¨®n al Lengai es "como un viaje a otro planeta", o al menos as¨ª la han definido personas con amplia experiencia viajera como el fot¨®grafo de la revista National Geographic Carsten Peter. Prueba de su similitud con un escenario de ciencia-ficci¨®n es que su cr¨¢ter fue elegido como una de las localizaciones de la pel¨ªcula Lara Croft. Tomb Raider: La cuna de la vida. La breve toma que sobrevivi¨® a la edici¨®n del filme muestra a la actriz Angelina Jolie saliendo de una de las chimeneas.

Desde el punto de vista geol¨®gico, el volc¨¢n tiene el aliciente de ser el ¨²nico en el mundo que escupe lava nitro-carbonatada, un tipo que emerge a una temperatura muy baja: 510 grados cent¨ªgrados, en comparaci¨®n con los 1.000 grados que suele alcanzar en los volcanes de lavas bas¨¢lticas.

Erupciones moderadas

El Lengai es un volc¨¢n joven (370.000 a?os) cuya ¨²ltima erupci¨®n masiva tuvo lugar en 1966. Desde entonces ha registrado una actividad constante pero de baja escala, con un par de erupciones moderadas en 1983 y 1993. Pero esta actividad de baja escala dejar¨¢ al espectador boquiabierto.

El volc¨¢n est¨¢ a 120 kil¨®metros de Arusha, ciudad de la que parten la mayor¨ªa de los safaris por el norte de Tanzania. Pero las distancias en ?frica no se miden por el sistema m¨¦trico, sino por el tiempo que se tarda en recorrerlas. En este caso, el viaje, que requiere un todoterreno, lleva algo m¨¢s de cuatro horas, las dos primeras por una carretera pavimentada en muy buen estado, y el resto por una adventure road, lo que equivale a baches y polvo, pero tambi¨¦n a un bell¨ªsimo paisaje de cr¨¢teres extintos y praderas sin fin.

Aunque no hay alojamientos en la zona, es posible recalar en el c¨¢mping Kamakia, junto a un r¨ªo, a medio camino entre el lago Natr¨®n y el volc¨¢n, con instalaciones muy b¨¢sicas pero equipado con duchas y agua caliente. Desde all¨ª se puede localizar a un gu¨ªa que lidere la expedici¨®n, evite p¨¦rdidas y sopese los riesgos. Su tarifa no es elevada, y si se va con un viaje organizado, suele estar incluida, por lo que s¨®lo se a?ade la propina.

La ascensi¨®n suele realizarse de noche, o antes del amanecer, para huir del calor que abrasa el paraje por el d¨ªa. Se suben 1.700 metros de desnivel, no en zigzag, sino en pendiente vertical por un camino de cenizas resbaladizas. Un bast¨®n ser¨¢ de gran ayuda. Los monta?eros con experiencia pueden hacer cima en cuatro horas; los menos preparados, en seis y media. Es una subida muy exigente, que pone a prueba piernas, gemelos y tendones de Aquiles -adem¨¢s de la moral y los nervios-, pero, a diferencia de otras monta?as de la zona, la altitud no supone un problema.

La cima de la Luna

En los ¨²ltimos trescientos metros, la monta?a se endurece y se asciende por la lava seca y dura de pasadas erupciones. Finalmente, cuando se llega al borde del cr¨¢ter, ¨¦ste recuerda demasiado a la Luna. Algunos de los conos volc¨¢nicos expiden borbotones de lava negra, que de noche puede ser naranja incandescente. Humo y gases salen de las fumarolas, la monta?a ruge inquietante y el suelo se queja a cada paso sobre la costra blanquecina de ceniza y lava solidificada. Un escenario de otro mundo al que se suman las vistas espectaculares del Rift Valley, de su muro oeste -que separa el Serengeti del lago Natr¨®n- y de la m¨ªtica cumbre nevada del Kilimanjaro.