Lecciones ib¨¦ricas

En apenas cinco meses se incorporar¨¢n a la UE diez pa¨ªses, algunos de los cuales tienen, al menos, un rasgo com¨²n con el que defin¨ªan Espa?a y Portugal cuando formalizaron su integraci¨®n en las instituciones comunitarias: proced¨ªan de reg¨ªmenes pol¨ªticos no democr¨¢ticos. El an¨¢lisis de la experiencia de los quince primeros a?os en la UE de esos dos pa¨ªses, con el fin de deducir lecciones que pudieran ser transferidas a los pa¨ªses del este de Europa, fue el prop¨®sito de la conferencia que tuvo lugar en la Universidad de Harvard, organizada por los editores del libro, los profesores Sebasti¨¢n Royo y Paul Christopher Manuel.

Los dos pa¨ªses peninsulares exhiben suficientes diferencias, antes y despu¨¦s de su integraci¨®n en la UE, que convierten el an¨¢lisis comparado que se hace en varios de los cap¨ªtulos del libro en un ejercicio de gran inter¨¦s. Las relaciones entre ambos pa¨ªses no permiten verificar la existencia de una "identidad ib¨¦rica", aun cuando la pertenencia a las instituciones europeas y, muy especialmente, a un mercado cada vez m¨¢s unitario, ha deparado mayor grado de consideraci¨®n de la Pen¨ªnsula como una regi¨®n. Sebasti¨¢n Royo y Philippe C. Schmitter, en los ensayos que cierran el libro, dan cuenta de las posibilidades de extender las experiencias de la ampliaci¨®n de 1996 a la de 2004.

La identificaci¨®n como comunes de algunas de las implicaciones econ¨®micas derivadas de la integraci¨®n (aumento del grado de apertura comercial y financiera, intensificaci¨®n de las reformas, consecuci¨®n de una mayor estabilidad macroecon¨®mica, aceleraci¨®n de la convergencia real, etc¨¦tera) son similares en Espa?a y Portugal, pero mucho m¨¢s por raz¨®n del menor grado de desarrollo con el que part¨ªan frente al promedio de las econom¨ªas comunitarias que por raz¨®n de su historia pol¨ªtica y, mucho menos, de su ubicaci¨®n en una misma zona geogr¨¢fica. Ambas econom¨ªas ya ven¨ªan definiendo desde a?os antes de la integraci¨®n, coincidiendo con la llegada de la democracia en los a?os setenta, las condiciones para ese despegue al que contribuyeron tanto las ayudas europeas como los est¨ªmulos asociados a la participaci¨®n en los proyectos de perfeccionamiento de la din¨¢mica de integraci¨®n europea, el de unificaci¨®n monetaria de forma particularmente importante.

Esa dificultad para aislar rasgos espec¨ªficamente ib¨¦ricos en modo alguno reduce la importancia de los ensayos que se ocupan de las transformaciones pol¨ªticas de ambos pa¨ªses, como el de Robert M. Fishman y el de Luis Salgado de Matos, de las actitudes de la poblaci¨®n portuguesa y espa?ola hacia la integraci¨®n; de Marina Costa y Juan D¨ªez Nicol¨¢s; de sus clases pol¨ªticas, abordado por Charles Powell, y del dif¨ªcil fortalecimiento de la sociedad civil en Espa?a, analizado por Kerstin Haman.

Los trabajos espec¨ªficamente centrados en la evoluci¨®n de las econom¨ªas y de la pol¨ªtica econ¨®mica (de Jorge Braga de Macedo para el caso de Portugal y de Manuel Balmaseda y Miguel Sebasti¨¢n, para Espa?a) son de gran inter¨¦s, especialmente en estos a?os en los que en Espa?a se hacen frecuentes balances. Las experiencias comparadas del dise?o del estado de bienestar en ambos pa¨ªses y del papel del Estado en el mercado de trabajo son abordadas respectivamente por Ana Guill¨¦n, Santiago ?lvarez y Pedro Adao e Silva, por un lado, y por Jos¨¦ Da Silva, por otro.