Triste realismo, triste victoria
El Barcelona vence a domicilio al Sevilla en un encuentro que desnud¨® las carencias de ambos
El d¨ªa a d¨ªa es algo sustancialmente distinto de la historia, tanto de la antigua como de la reciente. El Barcelona venci¨® ayer en uno de sus campos m¨¢s malditos, con un equipo y un juego que no registrar¨¢n ninguno de los historiadores azulgranas. El f¨²tbol de gusto -basado en el toque y la triangulaci¨®n inteligente, capaz de sorprender y crear situaciones bellas, a la par que efectivas- y el complementario escudero que supone el sudor, tan s¨®lo se vivi¨® en Xavi y Oleguer. El Sevilla, hu¨¦rfano de la inspiraci¨®n indisciplinada y a¨²n no encajada del todo de sus j¨®venes fichajes brasile?os, se olvid¨® de alardes contra los llamados grandes, se bati¨® sobre el fango con un igual y perdi¨®.
SEVILLA 0 - BARCELONA 1
Sevilla: Esteban; Daniel Alves, Javi Navarro, Pablo Alfaro (Hornos, min. 80), David; Mart¨ª, Torrado (Anto?ito, min. 46); Redondo (Gallardo, min. 72), Baptista, Reyes; Dar¨ªo Silva.
Barcelona: V¨ªctor Vald¨¦s; Reiziguer, Oleguer, M¨¢rquez; Xavi, Cocu, Davids; Luis Garc¨ªa (Quaresma, min. 88), Kluivert, Ronaldinho (Overmars, min 64).
Goles: 0-1. M. 30. Kluivert peina un centro de Luis Garc¨ªa.
?rbitro: Mejuto Gonz¨¢lez. Amonest¨®a a Reiziger, Ronaldinho, Reyes, Xavi, Luis Garc¨ªa y expuls¨® a Mart¨ª por doble amonestaci¨®n (min. 83).
40.000 espectadores en el S¨¢nchez Pizju¨¢n.
El Sevilla perdi¨® m¨¢s que el Bar?a gan¨®, al menos el Bar?a que se supone. Al que s¨®lo le quedan ciertos rasgos de altivez que camuflan fallos t¨¢cticos clamorosos, como el no saber aprovechar la fragilidad de la defensa en las bandas del Sevilla para, al menos intentar darle un puntazo de navaja al contrario. Overmars no sali¨® al campo para tratar de aprovechar un esperable despiste en las rotaciones Alves-Redondo hasta mediada la segunda parte. Quaresma sali¨® para perder tiempo.
Ese el Bar?a de hoy en d¨ªa, un equipo en el que hasta Ronaldinho -el profesional que m¨¢s parece disfrutar del juego en esta competici¨®n- se escabull¨® de su calidad, eludi¨® hasta en dos ocasiones los uno contra uno m¨¢s propicios, no en cada mitad. El genial jugador acab¨® sustituido y malhumorado, a la par que amonestado y castigado para la siguiente jornada liguera.
El Sevilla sali¨® desnortado y apabullado y se dej¨® vencer en su trabajo por unos intrusos. La indefinici¨®n t¨¢ctica que supone un decatleta como Baptista en la mediapunta, facilit¨® la primera llegada de Dar¨ªo Silva, tan pronto como el minuto 2. El propio Dar¨ªo mostr¨® su querencia marrullera y golpe¨® a Vald¨¦s, diez minutos despu¨¦s. A la par, Mejuto Gonz¨¢lez castig¨® con amarilla una entrada de Reiziger a Reyes. Cort¨® por lo sano una amenaza de problema. Bien. Tan s¨®lo cabe achacarle la falta de coraje para, al menos amonestar, a Alfaro, cuando agarr¨® a Ronaldinho tras un regate que le dejaba la puerta franca en el minuto 35. Luego, la normal ensalada de tarjetas en un partido f¨ªsico. S¨ª, s¨ª, era un Sevilla-Barcelona. Un supuesto cl¨¢sico.
Entre la falta de coordinaci¨®n del esfuerzo de Davids, la brega de Kluivert -el anti-Ronaldo; mete pocas y lucha balones hasta en defensa, y no es una cr¨ªtica- y la falta de f¨ªsico de Ronaldinho, apareci¨® fuera de lugar Luis Garc¨ªa, que envi¨® un pase bastante malo a Kluivert, que remat¨® tambi¨¦n regular y bati¨® fenomenalmente a Esteban. La historia del Bar?a se desvaneci¨® en es mismo momento. Y la del Sevilla reciente.
Tras el descanso Caparr¨®s apost¨® en demagogia y quit¨® un basti¨®n del centro del campo para meter un segunda punta. Las patadas de Reiziger antes de la tarjeta hab¨ªan acoquinado a Reyes y Dar¨ªo Silva sigui¨® siendo el que es, indiferentemente que su ritmo de partido le conviniera la partido.
El Bar?a brill¨® en defensa, porque atacar, realmente no atacaba. Y Xavi supo jugar el poco f¨²tbol que les gusta a los forofos de sus club. Joaqu¨ªn Caparr¨®s roz¨® el anatema en Nervi¨®n y quit¨® a Alfaro para meter otro punta; el uruguayo Hornos. El capit¨¢n sevillista no est¨¢ en su mejor momento, suele llegar tarde y de espaldas a los balones comprometidos, pero su entrenador mostr¨® una cara a favor de corriente que no le pega. Crucific¨® a su capit¨¢n y al m¨¢s d¨¦bil de su tripulaci¨®n de una tacada.
El Barcelona recul¨® sin remedio y el Sevilla atac¨® sin conocimiento. A¨²n as¨ª, los andaluces pudieron marcar y amargar la fiesta del apresurado y, otrora, mayest¨¢tico equipo que es el Bar?a. Xavi sac¨® una pelota al borde la l¨ªnea cuando se acababa el partido, pero antes, en la primera parte, hab¨ªa fallado Luis Garc¨ªa, y en la segunda mitad el propio Xavi.
Pol¨¦micas taberneras aparte, el partido fue demoledor. Mostr¨® la cruda realidad de dos clubes. Uno, el Bar?a, heredero de lo mejor y actor de lo que puede, y otro, el Sevilla, al que a¨²n le quedan lecciones que aprender, por mucho que hayan vapuleado a los mejores. La vida es aprender. Y s¨®lo queda aprender.
Est¨ªmulo para Kluivert
Acosado desde varios frentes, Kluivert marc¨® un gol decisivo. "En un partido muy dif¨ªcil, he metido un tanto importante", afirm¨® el delantero del Bar?a; "se lo dedico a mi familia". Multado el pasado lunes por llegar media hora tarde al entrenamiento -era la sexta vez que ocurr¨ªa-, ha tenido como ¨²nico defensor p¨²blico a su entrenador, Frank Rijkaard, que ayer le aline¨® al grito de: "Le necesitamos".
En su partido 250 con el Bar?a, Kluivert estuvo determinante en el ¨¢rea contraria y omnipresente en la propia, especialmente en el ¨²ltimo tramo, cuando cabece¨® tantos balones como los centrales. Defendi¨® como zaguero un gol que le convierte en el m¨¢ximo goleador del equipo en la Liga: siete tantos, uno m¨¢s que Ronaldinho, aunque el brasile?o totaliza doce en las tres competiciones por nueve el holand¨¦s.
Deshecho el tridente -Saviola fue suplente-, con Xavi de medio centro y Luis Garc¨ªa abierto a una banda, Kluivert estuvo m¨¢s c¨®modo mientras que Ronaldinho fue sustituido en el segundo tiempo. El brasile?o no podr¨¢ jugar contra el Albacete por sanci¨®n.
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