Sociedad de la informaci¨®n
A principios del siglo XIX, en Francia se consigui¨® poner en funcionamiento el primer sistema de telegraf¨ªa ¨®ptica. Nacieron as¨ª las telecomunicaciones modernas. En 1866 ya funcionaba un cable transatl¨¢ntico que un¨ªa telegr¨¢ficamente Europa con Am¨¦rica. Pocos a?os despu¨¦s, en 1876, Graham Bell patent¨® un invento que supuso un decisivo paso en el desarrollo de las telecomunicaciones: el tel¨¦fono. Durante todo el siglo XX los avances t¨¦cnicos fueron formidables, hasta alcanzar el mundo de Internet, que naci¨® en el seno de las instituciones de defensa norteamericanas. Hoy hay en el mundo aproximadamente 700 millones de usuarios de Internet, el 11% de la poblaci¨®n mundial.
La revoluci¨®n tecnol¨®gica de la que hemos sido testigos excepcionales en los ¨²ltimos a?os ha provocado unos cambios en nuestra sociedad cuyos ¨²nicos precedentes los encontramos en las consecuencias coyunturales e hist¨®ricas de la revoluci¨®n industrial. La sociedad de la informaci¨®n, que, sin duda, ya se ha colado en nuestras vidas, merece, con todos los honores, una evaluaci¨®n en los t¨¦rminos del a?o reci¨¦n comenzado.
Resulta cr¨ªtico impulsar la seguridad en las transacciones de comercio electr¨®nico
Un porcentaje muy bajo de los hogares tiene acceso a Internet, lo que deber¨ªa hacer reflexionar
Antes de realizar este an¨¢lisis, me voy a permitir realizar una menci¨®n especial a un acto que se celebra hoy en Madrid, que formalmente podr¨ªa no diferenciarse de los muchos eventos sociales que diariamente tienen lugar en la capital. Sin embargo, su trascendencia es enorme para el tema que tratamos, ya que supone la puesta de largo de los notarios como parte del elenco de protagonistas de la sociedad de la informaci¨®n. Se constituye en Madrid el Observatorio del Notariado para la Sociedad de la Informaci¨®n en Espa?a, un foro de an¨¢lisis que, liderado por el Consejo General del Notariado, pretende ser un punto de encuentro para las personas m¨¢s relevantes del mundo de la industria, la Universidad, el derecho y el periodismo bajo el com¨²n denominador que es la sociedad de la informaci¨®n. Y remarco la relevancia de este acto por provenir de un colectivo, los notarios, que goza de una extraordinaria imagen entre los ciudadanos, pero que resulta alejada de las nuevas tecnolog¨ªas. Si bien es cierto que el notariado ha realizado una apuesta extraordinaria en el desarrollo de aplicaciones que integran perfectamente la funci¨®n notarial en la sociedad de informaci¨®n, se echaba en falta que un colectivo tan relevante adoptase una actitud activa sobre las nuevas tecnolog¨ªas. Tenemos que pensar que la sociedad de la informaci¨®n no s¨®lo es de los tecn¨®logos, sino sobre todo de los ciudadanos, sin exclusi¨®n.
A pesar de que las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n se han enriquecido con el papel relevante de colectivos no tecnol¨®gicos, Espa?a contin¨²a rezagada en el desarrollo de la sociedad de la informaci¨®n con respecto al resto de la Uni¨®n Europea. Los factores que explican esta situaci¨®n son, por orden de importancia, la falta de una sociedad del conocimiento, el gasto p¨²blico en tecnolog¨ªas de la informaci¨®n, el entorno empresarial y la necesidad de fortalecer la innovaci¨®n tecnol¨®gica espa?ola. Un porcentaje muy bajo de los hogares espa?oles tiene acceso a Internet. Esto deber¨ªa hacer reflexionar profundamente a la Administraci¨®n y a todos los agentes implicados en el desarrollo de la sociedad de la informaci¨®n. No obstante, haciendo gala de su sociabilidad, Espa?a presenta un grado de acceso a Internet desde cibercaf¨¦s superior a la media europea. Unos 4.000 cibercaf¨¦s operan en Espa?a. M¨¢s desalentador se presenta el panorama cuando comprobamos que uno de los usos principales de Internet que realizan los internautas espa?oles es la descarga de archivos MP3.
Sin embargo, no en todos los sectores de actividad, ni incluso en todos los servicios p¨²blicos el grado de utilizaci¨®n de Internet es tan elevado. Un repaso sobre la situaci¨®n en que se encuentra nuestro pa¨ªs confirma este comentario.
En efecto, de acuerdo con los datos del eEspa?a 2003. Informe anual sobre el desarrollo de la sociedad de la informaci¨®n en Espa?a, que elabora la Fundaci¨®n Auna, que dirige Fernando Ballestero, la situaci¨®n de nuestro pa¨ªs presenta aspectos muy positivos y, al mismo tiempo, aspectos en los que a¨²n estamos muy rezagados. Uno de los ¨¢mbitos en los que destacamos es, precisamente, la eAdministraci¨®n, con un buen desarrollo tanto en el nivel de la Administraci¨®n central como en muchas comunidades aut¨®nomas y municipios. Por su positiva contribuci¨®n a la actividad empresarial destaca, junto con la Agencia Tributaria, la Tesorer¨ªa de la Seguridad Social, que permite la gesti¨®n por Internet de las variaciones laborales y sus cotizaciones.
Tambi¨¦n es obligado mencionar el alt¨ªsimo grado de penetraci¨®n de la telefon¨ªa m¨®vil en todos los escalones de la sociedad con m¨¢s de 35 millones de usuarios, o la evoluci¨®n del nivel de usuarios de Internet que, tras un leve frenazo en 2002, est¨¢ repuntando de nuevo. Seg¨²n el ¨²ltimo dato presentado por Red.es, el n¨²mero de internautas entre la poblaci¨®n de m¨¢s de 15 a?os alcanzar¨ªa ya los 11,6 millones de personas, un 33,4% de ¨¦sta. Por ¨²ltimo, otros datos evidencian el dinamismo de la sociedad espa?ola, entre ellos, la creciente aparici¨®n de comunidades WiFi, el alto nivel de utilizaci¨®n eficaz de la web por parte de museos, hospitales, empresas de turismo, y la creciente utilizaci¨®n por ciudadanos y empresas de la banca por Internet, sector que tiene tambi¨¦n un efecto important¨ªsimo en la actividad de las empresas.
En el lado m¨¢s negativo no podemos olvidar otros datos que menciona el citado informe. As¨ª, sigue existiendo el riesgo de brecha digital en algunos sectores. Por ejemplo, el n¨²mero de usuarios de Internet entre la poblaci¨®n mayor de 45 a?os apenas si llega al 12% cuando esta poblaci¨®n supone un 40% del total. El parque de ordenadores, en t¨¦rminos relativos, sigue siendo inferior al del resto de los pa¨ªses m¨¢s desarrollados, el grado de utilizaci¨®n de Internet por las pymes sigue siendo bajo y el comercio electr¨®nico avanza con lentitud. Cierto es que, seg¨²n datos de la Asociaci¨®n Espa?ola de Comercio Electr¨®nico, se estima que el n¨²mero de personas que cerraron alguna compra por Internet supera ya los 2,8 millones, estim¨¢ndose que el volumen de transacciones en 2003 puede haber superado los 2.000 millones de euros, cifra que reflejar¨ªa un fuerte avance respecto a a?os anteriores.
El desarrollo del comercio electr¨®nico desempe?a un papel clave en el propio desarrollo de la sociedad de la informaci¨®n. Si las empresas y los ciudadanos se habit¨²an a realizar transacciones a trav¨¦s de la Red, las ventajas en ahorro de costes y mejora de la competitividad se traducir¨¢n en progreso econ¨®mico. Al igual que sucede con las declaraciones fiscales, el ciudadano o la empresa que realiza por primera vez su transacci¨®n en la Red lo hace, en general, con incertidumbre o preocupaci¨®n por el resultado y por la seguridad que supuestamente se le promete. Cualquiera de nosotros puede recordar la primera vez que compr¨® algo, sea un libro, un billete de avi¨®n o la compra del supermercado. Despu¨¦s, el que prueba repite. De ah¨ª que resulte cr¨ªtico impulsar la seguridad en las transacciones, tanto en el comercio electr¨®nico como en el env¨ªo de documentos. Este impulso se logra con el compromiso y la acci¨®n de instituciones y empresas que incorporen procedimientos seguros, as¨ª como divulgando la conveniencia del uso de Internet para estas actividades. La decisi¨®n de los notarios espa?oles de involucrarse a fondo en las nuevas tecnolog¨ªas es un gran paso adelante en esta direcci¨®n.
Es evidente que la sociedad espa?ola camina a paso firme, pero lento, hacia una verdadera sociedad de la informaci¨®n. La Administraci¨®n p¨²blica no ha conseguido encontrar a¨²n la f¨®rmula que incentive ese proceso, en el que tanto est¨¢ en juego. La sociedad civil a¨²n no ha plantado bandera en la geograf¨ªa digital, y los l¨ªderes pol¨ªticos est¨¢n llamados, por ello, a la acci¨®n. Espa?a camina, rezagada pero firme, y con formidables posibilidades de recuperaci¨®n, hacia la tierra prometida de la sociedad de la informaci¨®n.
Javier Cremades es abogado y presidente del Observatorio del Notariado para la Sociedad de la Informaci¨®n.
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