Maragall condiciona el retorno de Carod a su Ejecutivo a que "respete las instituciones"

La tormenta desatada a ra¨ªz de la entrevista de Josep Llu¨ªs Carod Rovira, ex conseller en cap de la Generalitat, con la c¨²pula de ETA lleg¨® ayer al Parlamento catal¨¢n, que vivi¨® un duro debate. El presidente de la Generalitat, el socialista Pasqual Maragall, dej¨® la puerta de su Gobierno abierta al retorno del l¨ªder de Esquerra Republicana, "si su comportamiento es el que debe ser: el de respeto a las instituciones que yo le exijo". Carod hizo una extensa explicaci¨®n de los motivos que le llevaron a ese pol¨¦mico viaje, pero no de sus detalles, e insisti¨® una y otra vez en su idea: "Me equivoqu¨¦ en la forma, no en el fondo".

El presidente catal¨¢n emplaza a Aznar a someterse a una comisi¨®n investigadora

El ex conseller en cap no se apart¨® de ese gui¨®n. Se limit¨® a desgranar un discurso consistente en un elogio del di¨¢logo pol¨ªtico. ?l mismo explic¨® su experiencia mediadora en la entrega de armas de la organizaci¨®n terrorista Terra Lliure hace 14 a?os. Insisti¨® en que sus gestiones recientes con ETA eran para evitar la continuidad de sus actividades en toda Espa?a. Carod, que se consider¨® v¨ªctima de un "linchamiento medi¨¢tico, acus¨® al PP de "criminalizar" a cuantos no comparten su posici¨®n sobre la situaci¨®n pol¨ªtica de Euskadi. "?Qu¨¦ habr¨ªa pasado si de regreso de la reuni¨®n, ETA hubiese anunciado la tregua?", se interrog¨®.

En el discurso de Carod no hubo ataques a sus socios de Gobierno tripartito. Y volvi¨® a reiterar que su "error" hab¨ªa sido aprovechado por el PP para ir "contra Esquerra, contra la Generalitat y contra el PSOE". Las excusas del todav¨ªa consejero -la dimisi¨®n se har¨¢ efectiva el lunes, a pesar de que Maragall la anunciara para ayer mismo- fueron por los perjuicios al Gobierno catal¨¢n.

Pero Maragall no pudo o¨ªr las explicaciones de Carod. Cuando comenz¨® la intervenci¨®n del ex conseller en cap (consejero jefe), el presidente de la Generalitat ya hab¨ªa abandonado la C¨¢mara. Fue una jornada de la Diputaci¨®n Permanente llena de sorpresas, empezando por la inesperada presencia de Maragall. El presidente catal¨¢n tom¨® esta decisi¨®n unas horas antes y todo ello provoc¨® una enmara?ada sesi¨®n desde el punto de vista procedimental. La guinda la puso Converg¨¨ncia i Uni¨® al recordar a la Mesa de la C¨¢mara que el cesado Carod no hab¨ªa tomado posesi¨®n de su nuevo cargo de consejero raso, sin cartera.

La buena voluntad de todos los grupos hizo, no obstante, que la sesi¨®n se desarrollara sin m¨¢s sobresaltos que los generados -y en abundancia- por la propia situaci¨®n pol¨ªtica. El Gobierno tripartito se mostr¨® ayer compacto en su intento de visualizar que el vendaval ha dejado en pie el edificio laboriosamente levantado en largas jornadas de negociaci¨®n. El propio Maragall hizo el diagn¨®stico en tres sentencias: se ha acabado con la crisis en 36 horas; el Gobierno est¨¢ perfectamente cohesionado; la oposici¨®n debe mejorar m¨¢s que nosotros. No obstante, advirti¨® de que el tripartito se ha convertido "en el objetivo a batir por la derecha", contra la que "se tomar¨¢n las medidas oportunas para que no divida a Espa?a en dos". Hubo cierre de filas en torno a un Pasqual Maragall que se mostr¨® muy duro con el error pol¨ªtico de Carod, pero amistoso con su persona.

"Les explicar¨¦ las causas de mi decisi¨®n [de aceptar la dimisi¨®n] y les explicar¨¦ que prefiero las buenas intenciones, la ingenuidad de Josep Llu¨ªs Carod Rovira a la pasividad de los Gobiernos que hemos tenido en los ¨²ltimos ocho a?os. Evidentemente, todo ello a condici¨®n de que Carod no cometa nuevos errores en lo que se refiere a las instituciones", reiter¨®. "Dicho esto, Josep Llu¨ªs Carod debe pedir hoy excusas al Gobierno y al pueblo de Catalu?a por haber utilizado su nombre en una iniciativa personal", dijo un Maragall que consider¨® que el dimisionario deber¨ªa hacer llegar su valoraci¨®n de los contactos con ETA a las instituciones espa?olas, "porque, tanto si nos gusta como si no, quien las gobierna representa a un pueblo que ha sufrido". Llegado este punto el presidente de la Generalitat desgran¨® una relaci¨®n de asesinatos cometidos por ETA, desde el de Fernando Buesa hasta los registrados en Catalu?a. "Aqu¨ª los muertos han sido los concejales del Partido Popular, los urbanos de Barcelona y los mossos d'Esquadra de Roses; aqu¨ª los muertos los han puesto 24 familias en Hipercor", subray¨®.

A partir de ah¨ª, el presidente de la Generalitat gir¨® las torretas hacia el Gobierno del PP. "Parece que se prefiera mantener a ETA viva como un espantajo para justificar el inmovilismo pol¨ªtico, y si no, ?por qu¨¦ el Gobierno espa?ol no orden¨® la detenci¨®n de Antza y Ternera?", arremeti¨®. "Lo que ha conseguido el gesto bienintencionado de Carod es dar a Aznar la posibilidad de poner su visi¨®n pat¨¦tica, corta y miserable de las Espa?as en el centro del escenario pol¨ªtico". El presidente advirti¨® de que su Gobierno est¨¢ evaluando medidas jur¨ªdicas contra el Ejecutivo central. "?Se someter¨ªa el se?or Aznar al escrutinio de una comisi¨®n de investigaci¨®n sobre la licitud de su uso de la informaci¨®n de los servicios de inteligencia como ha hecho el primer ministro brit¨¢nico?", emplaz¨®.

"Hay que poner de nuevo en el centro del escenario pol¨ªtico, si Aznar y Carod nos lo permiten, el aut¨¦ntico debate, que no es entre el nacionalismo catal¨¢n y el espa?ol, sino entre la Catalu?a despierta y la Espa?a plural por un lado y, por otro, los que quieren el enfrentamiento y el empate permanente, frustrante y decepcionante", concluy¨®.

Desde la mayor¨ªa, el consejero de Relaciones Institucionales y Participaci¨®n, Joan Saura (Iniciativa per Catalunya), anim¨® a Aznar a seguir el ejemplo de Maragall y de Carod y "dar explicaciones sobre el uso interesado y partidista" de los servicios de inteligencia.