Lo viejo y lo nuevo
Mimosas y almendros florecieron hace d¨ªas como presagio de lo nuevo que nos aguarda. Cada a?o ocurre igual, as¨ª que lo nuevo es un hecho antiguo, viejo. Son las paradojas de la naturaleza: lo nuevo y lo viejo coexisten perfectamente. Tengo aqu¨ª una peque?a lista de asuntos de estos ¨²ltimos d¨ªas que gozan de esta doble perspectiva: parecen nuevos, pero son antiguos, casi eternos.
* Gran ¨¦xito en la reuni¨®n de Davos de una sesi¨®n titulada Me, Inc. (Yo, SA). La discusi¨®n pareci¨® novedosa por explicitar lo que todo el mundo ejerce desde hace a?os: la vida de cada cual es una empresa, todos los actos humanos (hasta los m¨¢s primarios, como nacer, comer, el sexo y morir) tienen una dimensi¨®n econ¨®mica. "La vida propia", dijo Jaques Attali, "se gestiona como una cartera de valores". S¨®lo los muy ricos se ven, acaso, libres del self-management: los dem¨¢s somos individuos empresa que vendemos lo que hacemos en esta vida. ?Qui¨¦n lo duda? La cosa debi¨® de comenzar por el siglo XV.
* Yola Berrocal entra en el museo. De la mano de un artista local, Antonio Ortega, el famoseo adquiere la categor¨ªa de obra de arte en la Fundaci¨®n Mir¨® de Barcelona. Maravilloso: es lo que tocaba, no en vano somos una potencia mundial en la fabricaci¨®n de famosos y Yola es un perfecto prototipo. ?No hizo algo parecido Jack Lang cuando meti¨® la moda en el Louvre? ?No est¨¢n en los museos todos los h¨¦roes de las sucesivas ¨¦pocas hist¨®ricas? ?No es el kistch una manifestaci¨®n art¨ªstica por s¨ª misma? ?Alguien puede rasgarse las vestiduras? Yola es el icono m¨¢s visible de la Espa?a de Aznar, la Espa?a eterna de majas, soldados y frailes. Barcelona es la primera en reconocerlo, lo cual tampoco es nuevo.
* Encuestas diversas de principios de a?o sobre los espa?oles. "Somos m¨¢s viejos y nos divorciamos m¨¢s" es un titular que resume una novedad. ?Es nuevo que los espa?oles seamos m¨¢s viejos o que nos divorciemos m¨¢s? Seguramente es lo que todos sabemos perfectamente que ocurre desde hace mucho tiempo. Incluso cuando no hab¨ªa divorcio, la gente pod¨ªa divorciarse sin decirlo.
* El resumen del a?o judicial nos informa, como dijo el ministro de Justicia, de que los espa?oles "robamos menos". El se?or ministro no a?adi¨® algo imprescindible para entender la cosa: robamos menos, pero matamos m¨¢s. Es decir, el modelo americano funciona a tope. Las c¨¢rceles espa?olas (y las catalanas) desbordan. ?Alguna sorpresa? Es tan viejo que el ministro se calle la mitad de la realidad como que nuestro modelo es Estados Unidos.
* Leo en EL PA?S: "Los obispos relacionan la violencia dom¨¦stica con la revoluci¨®n sexual". La Conferencia Episcopal ata cabos y saca sus conclusiones. Estaba ya en el G¨¦nesis (3): "A la mujer le dijo (Dios): Parir¨¢s con dolor los hijos. Y buscar¨¢s con ardor a tu marido, que te dominar¨¢". La ciencia ha conseguido el parto sin dolor: muchos hombres ya no dominan a las mujeres m¨¢s que a golpes y con miedo. ?Ser¨ªa ¨¦ste el m¨¦todo de los obispos? ?No es la resignaci¨®n cristiana (femenina) una cosa antiqu¨ªsima?
* Paralelamente, el presidente Bush anuncia que gastar¨¢ 1.500 millones de d¨®lares en la defensa del matrimonio tradicional: el 10% con relaci¨®n a los gastos estadounidenses de armamento. ?Hay que parir hijos para mandarlos a la guerra? ?No lo muestra, con toda claridad, la historia, que han hecho los hombres (no las mujeres)?
Lo viejo y lo nuevo: ?d¨®nde est¨¢ la frontera? Hay quien dice que lo sabe. Siempre son j¨®venes impulsivos y autocomplacientes los que creen que inventan algo nuevo cuando ya todo estaba inventado. Se ufanan mucho, pero s¨®lo reciclan. Y reciclar es lo que se ha hecho siempre: la Semana de la Moda de Barcelona es una buena muestra de ese reciclaje eterno. Estamos donde est¨¢bamos: mimosas y almendros florecen antes de la primavera. S¨®lo la ignorancia destruye lo importante de la experiencia humana.
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