La Audiencia de C¨®rdoba condena a 11 a?os a un cura por abusar de seis ni?as

La Secci¨®n Primera de la Audiencia de C¨®rdoba ha desestimado el recurso interpuesto por la defensa de Jos¨¦ Domingo Rey Godoy, sacerdote de la parroquia de El Salvador de Pe?arroya (C¨®rdoba) que, el pasado 2 de mayo, fue condenado a 11 a?os de c¨¢rcel por abusos sexuales a seis menores de entre ocho y nueve a?os. El obispo de C¨®rdoba, Juan Jos¨¦ Asenjo, y el Consejo Episcopal aseguraron ayer que respetan la sentencia de la Audiencia. No obstante, manifestaron su apoyo al sacerdote, que contin¨²a en activo en la parroquia de El Salvador.

La Audiencia de C¨®rdoba confirm¨® la condena del sacerdote, p¨¢rroco de El Salvador desde 1981: 11 a?os de prisi¨®n y pago de 1.500 euros a cinco menores y de otros 600 euros a la sexta ni?a implicada. Esta misma pena fue establecida por el Juzgado de lo Penal n¨²mero 1 de C¨®rdoba.

El Obispado de C¨®rdoba manifest¨® ayer su "apoyo y cercan¨ªa" al p¨¢rroco de Pe?arroya-Pueblonuevo e indic¨® en un comunicado que el sacerdote "ha declarado reiteradamente a su obispo no haber incurrido nunca en comportamientos morales incompatibles con su condici¨®n sacerdotal". No obstante, el Obispado resalt¨® que "los hechos, de ser ciertos, son siempre deplorables, moralmente condenables y causa de sufrimiento para todos".

Los hechos probados de dicha sentencia, que ahora ratifica la Audiencia, reflejan que el sacerdote, entre octubre de 2000 y junio de 2001, realiz¨® tocamientos vaginales en repetidas ocasiones a seis menores de la localidad durante la catequesis. Los tocamientos con "prop¨®sito lascivo" ocurr¨ªan en el confesionario o en el propio despacho del cura, que cog¨ªa las manos de las menores y las llevaba a la zona p¨²bica, seg¨²n la sentencia.

Defensa

La defensa del sacerdote de Pe?arroya hab¨ªa basado su recurso en la necesidad de unos informes periciales psicol¨®gicos de las menores, as¨ª como en las supuestas contradicciones en las declaraciones de las ni?as y de otras cuatro mujeres que declararon haber sufrido en el pasado tocamientos similares. Tambi¨¦n esgrimi¨® la defensa la falta de intencionalidad del ¨²nico acusado, al entender que s¨®lo les cog¨ªa las manos "como gesto de cari?o y para tranquilizarlas".

La sentencia de la Audiencia insiste en que la prueba pericial psicol¨®gica que solicita la defensa est¨¢ sustentada, y remite al informe del Equipo de Investigaci¨®n de Casos de Abusos Sexuales. La Audiencia tampoco considera que exista contradicci¨®n en las declaraciones de las menores afectadas, ya que la diferente terminolog¨ªa recogida en dichas manifestaciones en la fase de instrucci¨®n y en del juicio oral responde a que en la primera ocasi¨®n es el juez el que las redacta, a diferencia de las grabaciones del juicio oral. El argumento de falta de intencionalidad del sacerdote esgrimido por su defensa tambi¨¦n fue desmontado por la Audiencia. La sentencia alude a los testimonios de las menores y a que, incluso "cuando alguna se retiraba, la volv¨ªa a traer para s¨ª", como atestigu¨® una de las afectadas.

El abogado Luis Serrano, que ejerci¨® la acusaci¨®n particular en el caso, inst¨® al Obispado de C¨®rdoba a que suspenda en su labor pastoral o traslade a otra localidad al sacerdote. En declaraciones a Efe, el letrado que representa a las familias de las v¨ªctimas respond¨ªa as¨ª al comunicado de la Di¨®cesis.

Serrano indic¨® que "es tremendamente chocante que una persona que est¨¢ condenada por abusos sexuales a menores siga ejerciendo su labor dentro del seno de la Iglesia e, incluso, contin¨²e actualmente dando catequesis a los ni?os que van a hacer la comuni¨®n".

En su opini¨®n, "si la Iglesia no cesa en sus funciones a este sacerdote, o al menos lo traslada a otro municipio, pueden ocurrir enfrentamientos dentro de un pueblo tan peque?o como ¨¦ste". En tal sentido, consider¨® "normal" el apoyo mostrado por el Obispado hacia el p¨¢rroco, "aunque una cosa es el aliento moral, y otra muy distinta la realidad jur¨ªdica".

El abogado explic¨® que la defensa del sacerdote tiene un plazo de 20 d¨ªas para presentar un recurso de amparo ante el Tribunal Constitucional. Si recurre, la condena queda en suspenso.