El "so?ador de sue?os"
En 1924, el pintor Hermann Eber pidi¨® a su amigo Thomas Mann que dedicara una introducci¨®n a su carpeta de dibujos sobre la historia b¨ªblica de Jos¨¦ y sus hermanos; ello indujo al escritor a releer el azaroso episodio del G¨¦nesis, que lo deslumbr¨® por su enjundia y por su fecundo poder de atracci¨®n. Un viaje por el Mediterr¨¢neo en 1925, su visita a El Cairo, la contemplaci¨®n de las pir¨¢mides y de la momia de Akenat¨®n, enfrentaron al so?ador Thomas Mann con la belleza cruel de unos paisajes primigenios y tambi¨¦n con la arcaica simplicidad tr¨¢gica de los mitos fundamentales de la cultura europea. Enseguida plane¨® una nouvelle en la que el viejo patriarca Jaacob, sus esposas L¨ªa y Raquel, los hijos de ¨¦stas, el joven Jos¨¦ junto a sus once hermanos, ser¨ªan protagonistas de unos avatares tan antiguos como el mundo conocido, pero que mostrar¨ªan las pasiones humanas en toda su esencia intemporal. Como sol¨ªa ocurrirle a Mann -as¨ª sucedi¨® con la Monta?a m¨¢gica- el breve relato creci¨® tanto que cobr¨® una inquietante dimensi¨®n: al final, cuatro vol¨²menes que satisfac¨ªan con mucho la ilusi¨®n que tambi¨¦n tuviera Goethe en su juventud, quien tambi¨¦n coquete¨® con la idea de reelaborar una historia que le parec¨ªa "muy hermosa pero demasiado corta". Thomas Mann se entreg¨® al desarrollo de leyenda de Jos¨¦ durante casi dieciocho a?os: los dos primeros t¨ªtulos de la tetralog¨ªa, Las historias de Jaacob (Ediciones B, 2000) y El joven Jos¨¦, vieron la luz en 1933 y 1934, pero los siguientes, Jos¨¦ en Egipto y Jos¨¦ el proveedor ya no aparecer¨ªan hasta 1943, y en el exilio pues, entretanto, Mann hab¨ªa sido proscrito por los nazis y abandonado Europa. El joven Jos¨¦ es un canto a esa belleza anhelada por Mann, ambigua y tierna. Pero tambi¨¦n una reflexi¨®n sobre la envidia y el remordimiento, pues diez de los once hermanos de Jos¨¦, celosos del cari?o que le demostraba Jaacob (trasunto del escritor), y cohibidos ante la personalidad encantadora de Jos¨¦, el "so?ador de sue?os", harto distinto de ellos, decidieron venderlo como esclavo a los ismaelitas. Con la venta y la desesperaci¨®n del anciano Jaacob termina el episodio. En una ¨¦poca en que Europa rabiaba de antisemitismo, el autor de Tonio Kr?ger hall¨® un para¨ªso privado en una Galilea tan fant¨¢stica como grata. La traducci¨®n es excelente y actualiza la anterior de la editorial Labor.
JOS? Y SUS HERMANOS II. EL JOVEN JOS?
Thomas Mann.
Traducci¨®n de Joan Parra, Diego Friera y Mar¨ªa Jos¨¦ D¨ªez
Ediciones B. Barcelona, 2003
268 p¨¢ginas. 19,50 euros
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