"S¨®lo tendr¨ªa sentido un debate con la coalici¨®n de gobierno del PSOE"
Pregunta. Usted ha dicho que el PP afronta las elecciones en las mejores condiciones. Si no revalida la mayor¨ªa absoluta, ?recomendar¨ªa despedir al candidato?
Respuesta. No. Despedir¨ªa al director de campa?a.
P. Acaban de prometer el carn¨¦ de conducir por puntos que rechazaron hace dos meses en el Congreso.
R. El momento de hacer programas electorales es el de replantearse cuestiones. En esto hemos revisado nuestra posici¨®n.
P. ?Reconocen un error?
R. No, reconocemos que hay que hacer m¨¢s ante los accidentes de tr¨¢fico, que nos preocupa.
P. En el PSOE dicen que les copian su programa.
R. Es dif¨ªcil copiarlo porque cambia cada semana.
P. En el carn¨¦ por puntos...
R. Quiz¨¢ les hayamos copiado lo que tiene bueno en una de sus m¨²ltiples versiones.
"Es dif¨ªcil copiar el programa del PSOE porque cambia cada semana"
"En el carn¨¦ de conducir por puntos, hemos revisado nuestra posici¨®n"
P. Como director de campa?a, ?qu¨¦ tiene que hacer para garantizarse la mayor¨ªa absoluta?
R. Obtener la confianza de los espa?oles. Convencerles de que es m¨¢s conveniente un Gobierno estable, con capacidad de gesti¨®n. El votante tiene que optar entre estabilidad e incertidumbre, entre un equipo consolidado y una coalici¨®n desconocida.
P. ?Han estudiado los asuntos que pueden quitarles votos? ?Por ejemplo, cu¨¢ntos perder¨¢n por el comportamiento del alcalde de Toques o del edil de Orihuela?
R. Las cosas no se plantean as¨ª. Los ciudadanos cuando votan su Gobierno toman en consideraci¨®n muchos elementos. Tienen una opini¨®n sobre la pol¨ªtica del Gobierno de lucha contra los delitos sexuales o cu¨¢l es la actitud del PP o del Gobierno en la lucha contra la corrupci¨®n.
P. Un ejemplo de lucha contra la corrupci¨®n: ?Un alto cargo puede mediar ante un ministerio para agilizar los tr¨¢mites a favor de una empresa en la que participa su mujer y que no pase nada?
R. Bueno, un alto cargo lo que est¨¢ obligado es a defender los intereses de su provincia. Incluidos los empresariales.
P. Otro ejemplo de cumplimiento de normas. El alcalde de Sada gobierna con votos de tr¨¢nsfugas. ?Va a seguir haci¨¦ndolo?
R. Los casos de transfuguismo se han limitado enormemente. Todos los espa?oles saben que la corrupci¨®n y el transfuguismo son dos fen¨®menos que en 2004 est¨¢n muy claramente en l¨ªmites muy inferiores a los de 1996.
P. ?La cosa va de l¨ªmites; de tener mucha corrupci¨®n o poca?
R. La cosa va de mejorar. Y yo creo que la responsabilidad del Gobierno no es obtener la felicidad absoluta o la perfecci¨®n absoluta en el funcionamiento del Estado sino ir en la buena direcci¨®n. Ir acotando los problemas, incrementando los controles e incrementando los niveles de bienestar. Eso es claramente un ¨¦xito del PP y del Gobierno.
P. El debate de la reforma del Estatuto en Catalu?a, ?le da o le quita votos al PP?
R. El PP tiene, ha tenido y va a tener una posici¨®n muy clara sobre qu¨¦ es lo que entiende que interesa a Catalu?a, a los catalanes y al conjunto de los espa?oles. Esa claridad yo creo que le va a reportar un respaldo mayor de los ciudadanos.
P. Imagine que la reforma estatutaria en Catalu?a sale adelante con los votos de todos menos el PP y est¨¢ dentro de la Constituci¨®n. ?La respaldar¨ªan en el Congreso?
R. Son dos preguntas. Una, si el contenido de la propuesta es constitucional o no, que habr¨ªa que verlo. Y otra, quienes tienen la legitimidad para reformar un Estatuto. Los Estatutos se aprueban por una doble legitimidad: el Parlamento auton¨®mico y las Cortes Generales, que representa al conjunto de la naci¨®n. Si el PP tiene la mayor¨ªa en las Cortes Generales, l¨®gicamente emitir¨¢ el voto en el sentido en el que se haya comprometido con los ciudadanos. Y ambos son leg¨ªtimos.
P. ?Enfrentar legitimidades?
R. Es el PSOE quien ha quebrado la l¨ªnea de avance pol¨ªtico en el desarrollo del Estado de las autonom¨ªas de estos 25 a?os. Y ¨¦sta es la consecuencia. Hasta ahora, todas las reformas de los Estatutos que se han hecho hab¨ªan sido pactadas previamente por el PP y el PSOE. Estamos ante la consecuencia de la ruptura del consenso por el PSOE.
P. Y si el PP tiene mayor¨ªa absoluta, ?aceptar¨ªa una ampliaci¨®n de las competencias de, entre otros, el Pa¨ªs Vasco?
R. ?se no es el debate. En Espa?a hay Estatutos que se han modificado tres, cuatro, cinco veces. L¨®gicamente, para ampliar sus competencias. Uno no puede hacer una negativa gen¨¦rica. Ser¨ªa descartar opciones que ni siquiera conocemos. Nosotros tenemos criterio formado sobre las propuestas concretas que se han planteado. Y discrepamos en la que se ha presentado en el Parlamento vasco, el plan Ibarretxe. Pero, ?cabe potencialmente una reforma de esos Estatutos en la que el PP pudiese entrar? Claro, como lo ha hecho en el pasado con muchas reformas.
P. El d¨ªa 14, adem¨¢s de elecciones generales, hay elecciones en Andaluc¨ªa. ?Chaves es imbatible o es que el PP ha decidido no presentar a su mejor candidato?
R. Chaves no s¨®lo no es imbatible sino que ha sido batido en su mayor¨ªa absoluta. Otra cosa es que haya podido formar coaliciones de gobierno que le han permitido permanecer. Los resultados locales en Andaluc¨ªa hace casi un a?o fueron muy buenos para el PP, sobre todo en los grandes n¨²cleos de poblaci¨®n, y aspiramos a continuar en esa l¨ªnea. Creemos que lo hacemos con la mejor candidata.
P. ?Por qu¨¦ Rajoy le ha dejado a Aznar la cr¨ªtica al PSOE?
R. No es eso. El presidente del Gobierno y el candidato est¨¢n en posiciones distintas y tienen que desarrollar papeles distintos. Rajoy es nuestro candidato y su obligaci¨®n b¨¢sica ahora es dar a conocer a los ciudadanos cu¨¢l es el proyecto con el que aspira a gobernar durante los cuatro pr¨®ximos a?os. L¨®gicamente, ¨¦se no es el papel de Aznar.
P. ?Es cre¨ªble como presidente alguien como Rajoy que elude siempre la confrontaci¨®n?
R. Perfectamente. Los ciudadanos conocen su capacidad pol¨ªtica y c¨®mo defiende sus ideas. Lo han visto cuando ¨¦se ha sido su papel.
P. Ahora, ?por qu¨¦ no?
R. Porque est¨¢ explicando nuestro programa.
P. De aqu¨ª a la campa?a electoral, ?se ver¨¢ a ese otro Rajoy?
R. Inevitablemente, las campa?as en su ¨²ltimo tramo siempre adquieren m¨¢s intensidad. Y los mensajes m¨¢s constructivos van quedando ahogados en el fragor de la batalla. Al final de la campa?a la discusi¨®n dial¨¦ctica sube de tono. Si ahora opt¨¢semos por entretenernos en peleas, estar¨ªamos abdicando de lo que es m¨¢s importante para nosotros: explicar lo que queremos hacer.
P. La falta de debate, ?resta calidad a la democracia?
R. Eso es completamente falso. La democracia m¨¢s consolidada de Europa es la brit¨¢nica, no realiza debates y nadie ha dicho que por eso est¨¦ en riesgo su democracia. Y, sobre todo, no vivimos en un pa¨ªs ni bipartidista ni presidencialista, sino multipartidista, en el que lo que se elige es un primer ministro. Por eso es l¨®gico que en Espa?a nunca haya habido debates salvo el caso excepcional de 1993. No quiere decir que no puedan existir nunca. Y en estas elecciones no es informativo ni ilustrativo confrontar al PP y al PSOE como si fuesen dos alternativas de gobierno en iguales condiciones. No lo son, lo sabe todo el mundo. El PP aspira a tener un respaldo por s¨ª mismo y el PSOE aspira a formar una coalici¨®n de Gobierno que desplace al PP. En esos t¨¦rminos, lo que deber¨ªamos conocer y, en su caso, con quienes deber¨ªamos debatir, es con los integrantes de esa coalici¨®n de gobierno.
CARN? DE IDENTIDAD
Gabriel Elorriaga, madrile?o de 41 a?os, inspector de Hacienda, casado y con dos hijos peque?os, cuenta que dud¨® entre estudiar Derecho o Arquitectura. "Pero la tradici¨®n familiar iba m¨¢s bien por las ciencias sociales". Asegura que su libro favorito es Camino de Servidumbre, el emblema del liberalismo que escribi¨® Frederik von Hayek en 1944. Y que su pel¨ªcula, sin duda, es El Tercer Hombre, en la escena de la noria.
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