Achero Ma?as retrata el conflicto norirland¨¦s a trav¨¦s de dos ni?os

Patrick Barnes y Carl Framton son dos adolescentes de Belfast. Asisten al mismo gimnasio, donde habitualmente practican boxeo. Tienen otras muchas cosas en com¨²n, pero no lo saben porque viven en dos mundos distintos. ?La raz¨®n?: uno es cat¨®lico, y el otro, protestante. El cineasta Achero Ma?as (Madrid, 1966) los eligi¨® precisamente a ellos para retratar una sociedad dividida: la norirlandesa. Lo har¨¢ el director de El Bola en un documental, Blackwhite, un proyecto de Produce + para la serie Valor humano, en la que ya han participado otros cineastas como Isabel Coixet, Miguel Bardem y Mar¨ªa Ripoll. Para Ma?as, que rodar¨¢ en Belfast a partir del 7 de marzo y durante cuatro semanas, Blackwhite significa su debut en el g¨¦nero, despu¨¦s de haber dirigido dos largometrajes y tres cortos de ficci¨®n.

"No puedo ni quiero hacer de analista pol¨ªtico. Ser¨ªa un error tremendo intentarlo"

"Me apetece mucho dirigir un documental. Y en este caso m¨¢s si cabe, porque representa una magn¨ªfica excusa para sumergirme en la historia y el conflicto de Irlanda del Norte, que siempre me han interesado", cuenta el director. "Aunque ¨¦sta es la primera vez que empleo el g¨¦nero, en realidad, todas mis pel¨ªculas tienen un tono documental. Mi cine se ha alimentado bastante de ¨¦l", a?ade mientras saborea una taza de humeante chocolate amargo. Est¨¢ en una cafeter¨ªa de Barcelona, ciudad donde apura los d¨ªas anteriores a su viaje a Belfast buscando casa, ya que piensa trasladarse a vivir a la capital catalana. Aqu¨ª dirigi¨® el rodaje de su primer corto, Metro, hace ya 10 a?os.

A Ma?as, la idea de Blackwhite le lleg¨® a trav¨¦s de la productora, pero el gui¨®n es ¨ªntegramente suyo. En ¨¦l se mezcla el seguimiento a los dos chicos protagonistas en sus actividades habituales con entrevistas, tanto a ellos y a sus padres como a analistas del problema norirland¨¦s, pol¨ªticos, miembros de grupos paramilitares y, particularmente, al profesor de la Universidad de Belfast Rogelio Alonso, buen conocedor del conflicto, cuyos libros le han servido al cineasta para documentarse a fondo. "Me he pasado cuatro meses leyendo libros y art¨ªculos sobre Irlanda del Norte", explica Ma?as, que adem¨¢s ha preparado el documental in situ. Pas¨® 10 d¨ªas en la capital norirlandesa recogiendo abundante informaci¨®n y hablando con representantes de diversas asociaciones y entidades. Entre ellos, Jerry Carson, director del gimnasio La Sagrada Familia, donde excepcionalmente coinciden personas de ambas comunidades enfrentadas, entre ellas Patrick y Carl, las estrellas de la pel¨ªcula.

"Lo que me interesa es ilustrar el momento actual de Irlanda del Norte a trav¨¦s de la historia de los dos muchachos. Pero sobre todo pretendo captar su mirada, fresca e ingenua, de hecho como la m¨ªa, sobre el conflicto, m¨¢s sobre el pasado que sobre su futuro. Descubrir c¨®mo lo perciben justamente ellos, que han crecido en pleno proceso de paz, con un alto el fuego que ya dura casi cinco a?os. Su generaci¨®n es la primera que puede ver las cosas distintas a como las han visto las que la preceden, y quiero recoger eso", declara el director.

En esta ocasi¨®n, Ma?as regresa a los ni?os para contar una historia. Pero ¨¦l niega paralelismos en este sentido entre Blackwhite y El Bola o el cortometraje Cazadores: "Esta vez no voy a trabajar con los chicos. Me voy a limitar a retratarlos en su realidad. No es un rodaje convencional, no voy a forzar nada. Contrariamente a lo que suelo hacer en mis pel¨ªculas de ficci¨®n, en las que dejo un espacio a la improvisaci¨®n, aqu¨ª est¨¢ todo previsto. No tiene que haber sorpresas. S¨®lo me permito una peque?a parte on¨ªrica, en la que voy a filmar unos sue?os de los ni?os que me sirven como met¨¢fora".

El cineasta es consciente de lo peliagudo de abordar la divisi¨®n y el sectarismo en la sociedad norirlandesa, con muy graves episodios de terrorismo en su haber, m¨¢xime cuando en la nuestra tambi¨¦n sufrimos esa lacra. "S¨ª, lo s¨¦, pero hay una diferencia esencial entre Irlanda del Norte y el Pa¨ªs Vasco: jam¨¢s el Parlamento de Stormont ha tenido las atribuciones del de Vitoria. No hay color. Las competencias norirlandesas son rid¨ªculas en comparaci¨®n con las vascas", opina Ma?as, que subraya sin embargo que su idea no es entrar de lleno en el aspecto pol¨ªtico de la cuesti¨®n. "No puedo ni quiero hacer de analista pol¨ªtico. Ser¨ªa un error tremendo siquiera intentarlo. Lo que me interesa es el factor humano, centrado en la nueva generaci¨®n de norirlandeses", concluye.