"El f¨²tbol espa?ol es mejor, da gusto verlo"
Rostro de las hamburguesas McDonald's, conductor del juego del Bayern, especialista en goles decisivos y ¨²ltima esperanza del f¨²tbol alem¨¢n, a Michael Ballack (Ciudad Karl Marx, ahora Chemnitz, 1976) no le faltan cometidos, ni ep¨ªtetos, ni gente dispuesta a se?alarle con el dedo. Como G¨¹nter Netzer, que le calific¨® de poco ambicioso. O como muchos hinchas del club muniqu¨¦s, que a?oran al gran l¨ªder, Effenberg, que le dej¨® el medio centro.
Pregunta. La ¨²ltima vez que se enfrent¨® al Madrid fue en la final europea de Glasgow, en la que su conjunto, el Bayer Leverkusen, perdi¨® por 2-1. ?Piensa en la revancha?
Respuesta. Aquella derrota me doli¨® mucho. Pero pensar en devolver el golpe es irrelevante. Ahora estoy en otro equipo.
"En la RDA, no hab¨ªa presi¨®n para rendir en el f¨²tbol; pol¨ªticamente hab¨ªa deportes m¨¢s prioritarios"
"Zidane no impresiona por sus palabras, sino por su calidad. A m¨ª me culpan de no levantar la voz"
P. ?C¨®mo piensa que debe jugar el Bayern esta eliminatoria?
R. No ser¨¢n partidos para probar cosas nuevas. Nos falta la autoestima y los resultados del curso pasado, pero eso no es lo fundamental en estos cruces. Creo que no tenemos que fingir ser lo que no somos.
P. El Madrid intent¨® ficharlo. ?Cu¨¢ndo se puso en contacto con usted?
R. Todav¨ªa estaba en el Leverkusen. Fue entre finales de 2001 y principios de 2002. Unos meses antes de Glasgow.
P. ?Con qu¨¦ jugador de la historia del f¨²tbol alem¨¢n se identifica?
R. En el fondo, con ninguno. ?sa es mi ventaja. A m¨ª me gusta jugar en el medio centro y adelantarme para llegar al gol como un delantero. Me gusta ir de atr¨¢s adelante y al rev¨¦s. Mi fuerza es la movilidad. Si me pusieran fijo arriba, no tendr¨ªa tanto efecto. Me gusta retrasarme para tener m¨¢s recorrido y llegar con m¨¢s peligro. En la cantera jugu¨¦ en casi todas las posiciones, aunque siempre descolg¨¢ndome hacia adelante.
P. De peque?o, ?no tuvo un jugador al que imitara?
R. Siempre busqu¨¦ los modelos en mi propio club. Cuando jugaba en el Chemnitz, era Steinmann, que emigr¨® al Colonia, pero apenas jug¨® porque delante ten¨ªa a Littbarsky. Era estupendo. Fue mi ¨ªdolo hasta los 18 a?os. Luego, ya no tuve m¨¢s.
P. ?C¨®mo fue su formaci¨®n en la antigua Rep¨²blica Democr¨¢tica Alemana (RDA)?
R. Durante mi ni?ez jugu¨¦ en la cantera del Rotor Karl Marx. S¨®lo tuve experiencias positivas. El sistema pol¨ªtico no pinta mucho para un deportista juvenil. Cuando cambi¨®, ten¨ªa 12 o 13 a?os, pero el modelo educativo sigui¨® sin grandes variaciones durante un tiempo. Aquello era la combinaci¨®n ideal de la escuela y el deporte. Los profesores orientaban las clases al plan del jugador, considerando los partidos y los entrenamientos. Nunca tuve que decidir entre jugar al f¨²tbol o estudiar. Estudi¨¦ y tuve entrenadores que me dieron las bases f¨ªsicas, t¨¦cnicas y t¨¢cticas. Y no s¨®lo en el f¨²tbol. En el colegio hab¨ªa 20 disciplinas, todas concentradas en unos miles de metros cuadrados. Yo practiqu¨¦ la nataci¨®n, el atletismo, el boxeo, la gimnasia... Todo junto a un campo de f¨²tbol. Era divertido. Adem¨¢s, la presi¨®n para rendir, un t¨®pico de la RDA, no se extend¨ªa al f¨²tbol porque hab¨ªa deportes mucho m¨¢s prioritarios pol¨ªticamente hablando.
P. Frank Beckenbauer, el actual presidente del Bayern, demostr¨® ser un excelente centrocampista ofensivo, pero termin¨® como central. ?Har¨¢ el mismo camino?
R. Ya veremos cuando me sienta viejo... Si yo me puedo adelantar y otro compa?ero me hace la cobertura, a lo mejor lo intento. Porque no creo que le guste al entrenador que me vaya al ataque y deje un hueco. De cualquier forma, hasta los 10 a?os jugu¨¦ de libero. Y luego, en la cantera, marqu¨¦ 35 goles siendo libero hasta los 17 a?os. Ahora el libero ha desaparecido. Se juega en l¨ªnea.
P. Parece m¨¢s obsesionado por marcar goles que por dirigir a su equipo.
R. En Alemania, todos me miden por mis goles a pesar de que soy centrocampista. No es justo porque tengo otras tareas. Pero, personalmente, claro que me planteo marcar. Voy con esa idea.
P. ?No cree que el f¨²tbol germano es demasiado defensivo?
R. Es una mezcla de estilos. T¨¦cnicamente, el espa?ol es mejor y da gusto mirarlo. Pero el italiano es m¨¢s defensivo.
P. ?No siente que le impone una forma de jugar que recorta su capacidad?
R. Depende del tipo de jugadores que tenga a mi alrededor. Eso lo sufro en la selecci¨®n, en la que a veces tengo limitaciones y me encuentro con que siempre hay otras que juegan mejor. En el Bayern hay calidad t¨¦cnica, pero... somos un equipo alem¨¢n: disciplina, lucha y, por ¨²ltimo, t¨¦cnica. Tenemos que respetar esa idiosincrasia. Es la tradici¨®n. Los suramericanos que vienen lo padecen. Pero es lo que hay.
P. ?Cambi¨® mucho su papel al pasar del Leverkusen al Bayern?
R. La temporada pasada, especialmente. En la primera jug¨¢bamos con un sistema distinto, un 4-4-2, y ten¨ªa que defender m¨¢s. Todav¨ªa no me puedo adelantar tanto, pero tenemos un sistema m¨¢s flexible.
P. ?Echa de menos a Basturk, su socio en el Leverkusen?
R. Me gusta tener un jugador que act¨²e detr¨¢s de los puntas porque as¨ª tengo m¨¢s espacios para avanzar. Ahora no tenemos uno as¨ª. Deisler ha estado enfermo y Scholl lesionado. Llevamos m¨¢s de un a?o sin ellos.
P. ?Se siente capacitado para hacer la funci¨®n de un 10 reemplaz¨¢ndolos?
R. Ellos est¨¢n m¨¢s preparados. El 10 no es mi puesto ideal.
P. La prensa alemana dice que es dif¨ªcil hallar un sistema adecuado a sus condiciones. ?Con cu¨¢l se siente mejor?
R. En un 4-2-4, un 3-5-2 o incluso un 4-3-3... Depende de los compa?eros. En el Leverkusen jug¨¢bamos con dos centrales y un pivote-tap¨®n. Los dem¨¢s pod¨ªamos ser ofensivos porque ten¨ªamos jugadores muy buenos.
P. ?Cree que le ser¨ªa m¨¢s c¨®modo jugar en el Madrid?
R. Puede ser. Seguramente.
P. ?Ha terminado de adaptarse al Bayern? Se dice que no levanta el vuelo.
R. En M¨²nich siempre van a discutir a los nuevos. Pero me he integrado bien y hemos tenido ¨¦xito. No soy de los que tienen problemas de adaptaci¨®n. Y el t¨¦cnico [Hitzfeld] dijo que los t¨ªtulos fueron por m¨¦rito m¨ªo tambi¨¦n y en buena medida. En el Leverkusen tuvimos temporadas extraordinariamente buenas de juego, pero siempre quedamos los segundos. Por eso vine a M¨²nich. No s¨®lo para ganar la Liga y la Copa. Quiero ganar la Champions.
P. Cuando fich¨® por el Bayern, ocup¨® el vac¨ªo de Effenberg. ?Se siente el nuevo l¨ªder del equipo?
R. En el fondo, no hay discusi¨®n, pero aqu¨ª [en M¨²nich] s¨ª es un tema. Cuando llegu¨¦, mucha gente se puso cachonda hablando del l¨ªder. Cuando juegas en el centro del campo, ser o no ser un l¨ªder depende de la clase que tengas. Zidane no impresiona por sus palabras ante las c¨¢maras, sino por su calidad en el c¨¦sped. A m¨ª me culpan de no levantar la voz y me comparan con Effenberg, que siempre provocaba. Eso le gusta a la gente en M¨²nich. Tal vez lo necesiten. Yo siempre dije: 'Chicos, yo asumo mi responsabilidad como jugador en el campo y... nada m¨¢s'. Pero hay gente acostumbrada a las formas de Effenberg y Basler. Con sus salidas, todo se calm¨®. Entonces comenz¨® a polemizarse con los l¨ªderes. Pero, deportivamente, no hay que tom¨¢rselo en serio. Si yo no hubiera sido capaz de asumir responsabilidades, el Bayern no me habr¨ªa fichado. Pero nunca he levantado la voz. Doy mi opini¨®n, pero nunca para provocar.
P. ?Por qu¨¦ lleva el dorsal 13, el n¨²mero de la mala suerte en Alemania y poco usado en el f¨²tbol?
R. Exactamente por eso. Cuando jugaba en el Leverkusen, pude elegir entre el 13 y el 15. Pero el 13 no lo quer¨ªan dar porque lo hab¨ªa llevado V?ller, que luego fue el director general. As¨ª es que le pregunt¨¦ directamente a ¨¦l si ten¨ªa algo en contra de que lo usara. 'Si quieres tener el 13, lo liberamos', me dijo. Y, como me fue bastante bien, sigo con ¨¦l.
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