"Siempre sal¨ª por la puerta grande"
Antic lamenta no tener continuidad y asegura que las lesiones hacen al Celta inferior al Arsenal
La estampa de un solitario Radomir Antic (Zitiste, Serbia,1948), hundido en un apartado sill¨®n del vest¨ªbulo del hotel donde reside en Vigo, ilustra la perpetua interinidad de un entrenador especialista en sacar barcos de las rocas. Su ¨²ltimo encargo se llama Celta y es el quinto peor clasificado de la Liga espa?ola. En Europa, en cambio, el cuadro celeste ha alcanzado los octavos de final de la Liga de Campeones, en la que esta noche recibe en Bala¨ªdos al deslumbrante Arsenal de Thierry Henry y compa?¨ªa.
Antic ha metido la mano hasta el fondo del calcet¨ªn para darle una vuelta completa a la escuadra precavida que Miguel ?ngel Lotina llev¨® a la Champions. Su f¨²tbol de alto riesgo experiment¨® el s¨¢bado su primera decepci¨®n, con la derrota en Bala¨ªdos frente al M¨¢laga. Antic atiende al periodista con un aire de des¨¢nimo que se contradice con su doctrina futbol¨ªstica. Un parte de bajas que no cesa de crecer y el fant¨¢stico comportamiento del l¨ªder de la Liga inglesa -¨²nico equipo invicto en los grandes campeonatos europeos- tienen la culpa.
"Me da igual medirme a Henry o a Ronaldo, mi defensa debe estar adelantada"
"El Arsenal se beneficia de una continuidad enorme, de muchos a?os. Por eso gana"
Dos veces le interrumpe el tel¨¦fono m¨®vil durante la conversaci¨®n. En la primera contesta en ingl¨¦s y en la segunda habla en serbio: s¨®lo se le entienden nombres propios. Son los de los ausentes. Jesuli, Juanfran, Giovanella, Illic, Israel... Est¨¢ claro que se est¨¢ lamentando, como resumir¨¢ despu¨¦s en una frase: "La alineaci¨®n me la est¨¢ haciendo el m¨¦dico".
"Para un entrenador es muy complejo un trabajo en el que no puede elegir. Es una realidad que impide hablar de una motivaci¨®n especial para la Champions", resume con pesar. Es ese el motivo por el que cae en la tentaci¨®n de declararse abiertamente menor al Arsenal. "Siempre he dicho que ning¨²n equipo m¨ªo ha sido inferior a nadie en planteamientos, pero en estos momentos lo somos por una simple raz¨®n: no puedo contar con toda la plantilla".
Es el del Celta un entrenador "cansado" de coger equipos en crisis, de que le consideren una especie de bombero del que s¨®lo se acuerdan cuando se declara un incendio. Los resultados le avalan: levant¨® el vuelo con el Real Madrid, del que fue despedido cuando el equipo era l¨ªder; en la temporada 91-92; logr¨® el hist¨®rico doblete del Atl¨¦tico en el 96 y rescat¨® al Barcelona la pasada campa?a, coloc¨¢ndole en la Copa de la UEFA. Eso s¨ª, de todos esos clubes sali¨® por la puerta de atr¨¢s. "Llegar a un equipo con la temporada ya iniciada acaba molestando, porque a m¨ª me gustar¨ªa confeccionar mi plantilla, pero ocurre que no ha podido ser y ya est¨¢", confiesa, y reivindica su expediente: "Desde mi perspectiva, de todos mis equipos he salido por la puerta grande, porque nadie ha batido mis registros. Delante de m¨ª mismo yo he salido airoso; lo que pasa es que hay una parte del f¨²tbol en la que uno no puede intervenir porque hay decisiones que no toma, que corresponden a otros, y ah¨ª no puedo influir. Es curioso, porque es algo que s¨®lo pasa en el f¨²tbol", reflexiona.
La clave de su rival de esta noche, el Arsenal, reside precisamente "en la continuidad" que a ¨¦l se le niega, lo que le ha supuesto notables enfados. El ¨²ltimo, el mal disimulado con el Bar?a del pasado verano, despu¨¦s de que el ex presidente Joan Gaspart le ofreciera la renovaci¨®n. "Ya dije en aquel momento que me molestaba que no se contara conmigo, pero ahora es pasado", zanja Antic. El equipo de Londres, en cambio, es un ejemplo de los resultados que reporta la confianza en un proyecto. "Es un equipo que se beneficia de una continuidad enorme, de muchos a?os, lo que le ha servido para ganar t¨ªtulos y para estar en disposici¨®n de aumentar su palmar¨¦s".
Los enemigos del Celta se llaman esta noche Pires, Vieira, Reyes y, sobre todo, Henry. Futbolistas veloces, que pueden explotar la amplia franja de terreno que deja el Celta entre la espalda de su defensa y el ¨¢rea del portero, como hizo el M¨¢laga el s¨¢bado. El entrenador serbio asegura que si cambia el producto ser¨¢ como consecuencia de las bajas, no del rival, y justifica su sistema: "El M¨¢laga encontr¨® un gol en una jugada as¨ª, pero tambi¨¦n es cierto que en los ¨²ltimos tres o cuatro partidos no tuvimos problemas defensivos, casi ni nos hicieron ocasiones. Acogerse ahora a una jugada aislada para criticar una forma de hacer f¨²tbol no es correcto. El Celta juega de acuerdo con el equipo que tiene, y las bajas continuas nos limitan para formar un grupo compensado".
"Aqu¨ª no se trabaja con la defensa adelantada porque s¨ª, se hace para estar cerca del juego, para intervenir lo antes posible. Me da igual que delante est¨¦ Henry o Ronaldo, como el domingo pr¨®ximo en el Bernab¨¦u; nosotros debemos saber por qu¨¦ hacemos las cosas y lo que los dem¨¢s opinen nos da igual", contin¨²a un Antic a la defensiva. Entre otros motivos, "para reducir el espacio entre l¨ªneas, crear m¨¢s ayudas y dividir el juego en dos fases: d¨®nde jugar con el bal¨®n y d¨®nde defender cuando no lo tenemos".
En el Celta, el serbio ha recuperado el dibujo de un centro del campo en forma de rombo que le llev¨® a la gloria en el Atl¨¦tico, y al que renunci¨® en Barcelona, porque "cada equipo tiene unos problemas determinados" que a ¨¦l le corresponde resolver. Y si se le pregunta si acaso no seguir¨¢ viviendo del rombo del doblete, en tiempos en los que se ha impuesto el llamado doble pivote, frunce el ce?o y replica: "De eso nada, porque nadie me va a decir que el Atl¨¦tico fue un dibujo. El Atl¨¦tico no vivi¨® de otra cosa que de un alt¨ªsimo ritmo de juego, de una presencia continua en el ¨¢rea y de tirar a puerta m¨¢s que ning¨²n otro equipo".
Las similitudes son tantas que hasta se ha inventado a un medio centro como Giovanella en el papel de extremo, cerca de donde jugaba el Simeone rojiblanco de 1996. "S¨ª, pero siempre para crear espacios en beneficio de un jugador que viene por detr¨¢s, como entonces era Toni y ahora Sylvinho. Adem¨¢s, Giovanella puede proteger a un jugador a su lado m¨¢s creativo como Illic, que no tiene tanta obsesi¨®n como recuperador".
A medida que la conversaci¨®n avanza, emerge el estereotipo de entrenador hura?o, como si temiera que una palabra de m¨¢s pudiera rebajar el comportamiento del equipo en su compromiso de esta noche. As¨ª, nada le impide citar a Boskov -"f¨²tbol es f¨²tbol"- para explicar que el cuarto clasificado de la ¨²ltima temporada marche el decimoquinto en la actual. Tambi¨¦n acaba evitando cualquier alusi¨®n a la veteran¨ªa de una plantilla entrada en a?os o a los motivos por los que eligi¨® a un mediocentro como Illic cuando el d¨¦ficit de la plantilla es de hombres de banda.
Como mucho, se explaya con Mostovoi, pese a sus 35 a?os. "Define bien y ve la jugada antes que los dem¨¢s, pero est¨¢ recuper¨¢ndose de dos meses de inactividad. Marca la diferencia, y en el f¨²tbol hay dos tipos de jugadores: los que marcan las diferencias y sus compa?eros de viaje".
Sorprendentemente, el tipo parco hace una excepci¨®n para finalizar la entrevista. No tiene problemas en defender la candidatura del Real Madrid en la lucha por la Liga. Lo hace por la calidad de sus futbolistas, pero tambi¨¦n por un detalle al que concede una importancia trascendental: "tranquilidad institucional". La que ¨¦l necesita para poder culminar alg¨²n d¨ªa un proyecto propio. Qui¨¦n sabe si en Vigo.
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