El suicidio, c¨®mo advertir el riesgo y prevenirlo
Este tipo de muerte es la segunda causa de fallecimiento de los j¨®venes de entre 15 y 25 a?os
Demasiadas veces rechazado y estigmatizado en el pasado, el suicidio est¨¢ ya en la agenda de las autoridades sanitarias. Sus alarmantes tasas de incidencia y el hecho de haber comprobado que se puede prevenir han llevado a los profesionales de la psiquiatr¨ªa y a las asociaciones de enfermos mentales a reivindicar su desdramatizaci¨®n y a destapar el tab¨² que todav¨ªa existe a su alrededor. En Catalu?a, el Plan de Salud Mental del Departamento de Sanidad ha fijado por primera vez como uno de sus objetivos reducir en el 10% las actuales tasas de suicidio.
Seg¨²n datos de la Organizaci¨®n Mundial de la Salud (OMS), cada 40 segundos una persona se quita la vida en el mundo. En Espa?a, en 2002 fueron unas 3.500. La mayor¨ªa son j¨®venes (entre 15 y 25 a?os) o muy viejos (a partir de los 75), y entre los primeros es ya la segunda causa de muerte tras los accidentes de tr¨¢fico. Los adolescentes pueden llegar a quitarse la vida por distintos motivos, como fracaso escolar, rupturas afectivas, divorcio de los padres, conductas de imitaci¨®n, y en muchas ocasiones el acto est¨¢ ¨ªntimamente relacionado con el consumo de alcohol y drogas. Entre los ancianos, las enfermedades discapacitantes, la soledad y la desesperanza ante el futuro figuran entre los principales motivos que inducen a cometer un suicidio.
"Parece como si aqu¨ª no se suicidara nadie; estamos en el medievo", sostiene Tejedor
Una de cada cuatro personas que han intentado suicidarse repite la tentativa
?Son evitables los suicidios? ?Son muertes in¨²tiles? ?stas y otras preguntas son las que intentaron responder a principios de mes en Barcelona un grupo de profesionales de la psiquiatr¨ªa en las IX Jornadas de Suicidiolog¨ªa organizadas por el hospital de Sant Pau de la capital catalana. En general hay consenso y se cree que el suicidio es un problema sanitario que se puede llegar a evitar si se localiza a tiempo y se hace un correcto seguimiento del caso. "Si un paciente dice que se va a suicidar, lo va a hacer", advierte Carmen Tejedor, psiquiatra del hospital de Sant Pau y una de las organizadoras de las jornadas. "Nunca se debe tomar como algo anecd¨®tico", se?ala Celsio Arango, psiquiatra y jefe de secci¨®n de la unidad de hospitalizaci¨®n de adolescentes del hospital Gregorio Mara?¨®n de Madrid. "Entonces tenemos que hacer una evaluaci¨®n m¨¢s profunda del paciente porque est¨¢ comprobado que el 50% de las personas que se han suicidado hab¨ªan verbalizado su intenci¨®n", a?ade Arango.
El 95% de los actos suicidas est¨¢ relacionado con alg¨²n tipo de trastorno psiqui¨¢trico y el 5% restante obedece a un factor existencial que hace que la persona en cuesti¨®n vea en el suicidio la ¨²nica manera de poner fin a sus problemas. Los antecedentes familiares, las conductas adictivas (alcoholismo, tabaquismo), el aislamiento y el hecho de haber tenido alguna vez pensamientos suicidas son otros factores de riesgo. Merc¨¨ Mercader, del departamento de Atenci¨®n Psiqui¨¢trica y Salud Mental del Servicio Catal¨¢n de la Salud, cree que para reducir las tasas de suicidio es primordial realizar una detecci¨®n precoz, intensificar el contacto con el paciente y llevar a cabo acciones preventivas en la asistencia primaria. Las cifras hablan por s¨ª solas. "Los suicidas, entre el 50% y el 75%, hab¨ªan visitado a su m¨¦dico un mes antes de quitarse la vida, y hasta el 40% lo hab¨ªan hecho una semana antes", asegura Mercader. Adem¨¢s, hay estudios que se?alan que una de cada cuatro personas que ha intentado suicidarse repite la tentativa, y que el 12% termina por quitarse la vida.
Los especialistas tienen la mirada puesta en la depresi¨®n porque adem¨¢s de tratarse de una enfermedad mental muy com¨²n, es un factor de riesgo importante para hallar posibles conductas suicidas. Seg¨²n Mercader, la depresi¨®n ocupar¨¢ el segundo lugar entre las causas de enfermedad y discapacidad en el mundo en el a?o 2020, tan s¨®lo por detr¨¢s de las enfermedades cardiovasculares, y una de cada cuatro personas sufrir¨¢ alg¨²n tipo de trastorno mental a lo largo de su vida. De aqu¨ª la necesidad de actuar en los primeros estadios de la enfermedad y de realizar un correcto seguimiento del paciente.
La doctora Tejedor opina que todav¨ªa quedan muchos tab¨²es por romper y que la sensibilizaci¨®n de la poblaci¨®n es un factor determinante para abordar el suicidio. "Parece como si aqu¨ª no se suicidara nadie; estamos en el medievo", sostiene Tejedor. "Antes tampoco se hablaba de la depresi¨®n ni de la esquizofrenia", apunta la psiquiatra; "es como si el suicidio siempre estuviera en otro lugar". Pero la realidad no es ¨¦sa y los n¨²meros lo corroboran. Seg¨²n Tejedor, el 15% de la poblaci¨®n ha pensado en alg¨²n momento en poner fin a su vida, el 3% lo ha llegado a intentar y 9 de cada 100.000 personas lo terminan haciendo. Por todo ello, no puede dejar de lamentar que la mayor¨ªa de la poblaci¨®n s¨®lo conozca el suicido a trav¨¦s del cine, que en muchas ocasiones, seg¨²n la psiquiatra, transmite una imagen distorsionada de lo que en realidad representa suicidarse. Prueba de ello es la pel¨ªcula Atracci¨®n fatal, protagonizada por Glenn Close y Michael Douglas. En el filme, Close se corta las venas para evitar que Douglas la abandone. Usar el suicidio como prueba de amor, sostienen los especialistas, conduce a una percepci¨®n err¨®nea del problema.
Que el suicidio sea aceptado como un problema de salud m¨¢s y que deje de ser percibido como un estigma no s¨®lo puede ayudar a las personas con conductas asociadas al problema. Los familiares que sobreviven al suicida o que conviven con alguien que ha intentado quitarse la vida llevan a?os reclamando poder hablar abiertamente del tema. La Asociaci¨®n de Familiares de Enfermos Mentales de Catalu?a hace 18 a?os que lucha para que los familiares acepten la posibilidad del suicidio como un hecho m¨¢s dentro de la complejidad de dichas patolog¨ªas. "Si ha puesto todos los medios para evitarlo, el familiar no tiene que sentirse culpable si el suicidio termina consum¨¢ndose", sostiene Silvestra Moreno, presidenta de la asociaci¨®n. "Lo que no podemos es ofrecer una imagen de peligrosidad", a?ade. "Si una persona que tiene esclerosis m¨²ltiple va a un programa de televisi¨®n y habla de su enfermedad, al d¨ªa siguiente su vecino le preguntar¨¢ qu¨¦ tal se encuentra y si puede hacer algo para ella. Si quien acude a un programa explica que ha intentado suicidarse, la pr¨®xima vez que su vecino lo vea, intentar¨¢ esquivarlo y socialmente ser¨¢ rechazado", lamenta Moreno. "Nosotros ya se lo hemos hecho entender a las familias, ahora nos toca hacer los mismo con la sociedad".
Unidades de hospitalizaci¨®n para j¨®venes
Todav¨ªa hay muy pocas en Espa?a, pero su funci¨®n es fundamental, sostienen los psiquiatras. Se trata de las unidades de internamiento para adolescentes adscritas a los departamentos de psiquiatr¨ªa de los hospitales. Muchos de los j¨®venes que ingresan en estas unidades lo hacen porque han intentado suicidarse. Muchos otros no, pero el suicidio est¨¢ all¨ª, como problema latente. Los especialistas creen que la funci¨®n de estas unidades espec¨ªficas es muy importante porque, seg¨²n ellos, no se pueden abordar de la misma manera los intentos de suicidio de los adultos que los de los adolescentes.
La primera de estas unidades que se cre¨® en Espa?a fue la de Benito Menni Complejo Asistencial en Salud Mental de Sant Boi (Barcelona) en 1994. "Hab¨ªa secciones de psiquiatr¨ªa donde se pod¨ªan hacer ingresos ocasionales, pero vimos que en muchos casos el internamiento era necesario porque el chico o chica necesitaba separarse por un tiempo de su entorno familiar", explica Eul¨¤lia Navarro, del ¨¢rea de hospitalizaci¨®n del centro. Seg¨²n Navarro, el 20% de los ingresos vienen motivados por un intento suicida. Las causas: insatisfacci¨®n personal, baja autoestima, intolerancia a la frustraci¨®n y problemas familiares, entre otros.
Celsio Arango, jefe de secci¨®n de la unidad de hospitalizaci¨®n de adolescentes que se inaugur¨® hace tres a?os en el hospital Gregorio Mara?¨®n, afirma que es muy importante hablar "sin tapujos" del suicidio con los j¨®venes -aunque su ingreso no se deba a un intento suicida- porque en muchas ocasiones lo intentan ocultar. "Hay que descubrirlo a tiempo, saber si hay peligro de suicidio y si el motivo es una situaci¨®n de desesperanza vital o si la persona lo quiere hacer porque ha roto con la novia", explica Arango. "El abordaje terap¨¦utico ser¨ªa distinto en cada caso". Arango comenta que es vital ayudar a los j¨®venes a salir de estas situaciones "con dignidad" porque para ellos es muy importante lo que piensan sus compa?eros y su familia.
La Red Nacional del Suicidio, creada en 2003 por la Sociedad Espa?ola de Psiquiatr¨ªa, est¨¢ elaborando un estudio exhaustivo sobre el problema y ha creado un grupo de trabajo espec¨ªfico para adolescentes. Lola Moreno, del hospital Gregorio Mara?¨®n y coordinadora del grupo, ha empezado a recoger datos de su hospital y espera que otros centros se sumen a la iniciativa. Moreno parte de cero porque, seg¨²n ella, en este tema "Espa?a est¨¢ en pa?ales; no hay estudios".
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