IU se compromete a "levantar las alfombras" de la guerra de Irak si llega al Gobierno

Asturias, la isla roja, el ¨²nico lugar al norte de Madrid donde IU -y antes el PCE- siempre ha obtenido un diputado, desde el que llev¨® en 1977 al Congreso a Dolores Ibarruri, Pasionaria, acogi¨® ayer a la caravana electoral del asturiano Gaspar Llamazares con un mitin especialmente animado. Unas 800 personas apoyaron al coordinador general, que empez¨® su carrera pol¨ªtica con menos de 30 a?os como secretario general del PC asturiano. ?l respondi¨® con la promesa de que IU llegar¨¢ al Gobierno y, como primera medida, presionar¨¢ para "levantar las alfombras sobre la guerra de Irak". Adem¨¢s record¨®, frente a las cr¨ªticas del PP a las coaliciones, que este partido tambi¨¦n es una, "de la derecha y la extrema derecha".

El p¨²blico abarrot¨® una sala del Palacio de Congresos Pr¨ªncipe de Asturias -"de cuyo nombre no quiero acordarme", dijo un orador para mostrar su fe republicana-, que se qued¨® peque?a. Pero no fue el mayor mitin de campa?a, ni siquiera uno de los m¨¢s grandes. De hecho, la prensa local daba cuenta en sendas encuestas de la posibilidad de que IU no obtenga siquiera el diputado, aunque los dirigentes de la federaci¨®n no se plantean ese escenario.

Llamazares y otros oradores, como Rafael Palacios, del Bloque por Asturies, que divirti¨® al auditorio con sus mofas sobre el PP, utilizaron la presencia de IU en el Gobierno socialista de Asturias, donde tiene dos consejeros, para argumentar por qu¨¦ piden el voto: para tirar hacia la izquierda del PSOE, para "garantizar un cambio de verdad", porque la federaci¨®n "no pone una vela a Dios [la izquierda] y otra al diablo [el centro-derecha]".

Visto que estaba en Asturias, donde la reconversi¨®n ha hecho estragos entre los mineros, Llamazares se comprometi¨® a promover la recuperaci¨®n del Ministerio de Industria. Incluso insinu¨® que, como asturiano, no le importar¨ªa nada ocupar esa responsabilidad que tanta influencia tuvo en su tierra cuando exist¨ªa el departamento. Porque Llamazares no cree en ese chascarrillo de que "la mejor pol¨ªtica industrial es la que no existe". El PP s¨ª, dijo, y adem¨¢s, cuando hay alg¨²n problema, como la reciente crisis de los astilleros, opta primero por responsabilizar a las comunidades aut¨®nomas y luego, cuando comprueba que el conflicto sigue sin resolverse, "lo arregla todo a porrazos". Se refer¨ªa a las escenas de violencia vividas en los astilleros de C¨¢diz.

El l¨ªder hizo una encendida defensa de la participaci¨®n de IU en los gobiernos de Asturias, el Pa¨ªs Vasco y Catalu?a. "Lo que m¨¢s le duele al PP es que somos una fuerza leal y s¨®lida en los gobiernos, que no nos dejamos tentar por la frivolidad de los cantos de sirena de ETA [como Carod Rovira] ni nos tiemblan las piernas cuando ataca la derecha [como los socialistas]".

El PP critica las "coaliciones radicales" del PSOE, y ah¨ª incluye a IU. Llamazares le contest¨® que, en realidad, en las elecciones hay que optar entre dos coaliciones. La de la izquierda plural, que sali¨® a la calle y ha logrado, dice, que se tambalee la mayor¨ªa absoluta, o la del PP, "que es la de la ultraderecha con la derecha". "Hay que hacerle una pregunta a Rajoy: ?D¨®nde est¨¢ la extrema derecha espa?ola? ?No estar¨¢ en el PP?".

Aunque ayer estaba en su tierra y recibi¨® un apoyo muy caluroso, la campa?a de Llamazares discurre relativamente alejada del contacto directo con sus posibles votantes. Las dificultades que tiene IU para hacer llegar su mensaje a trav¨¦s de los medios, especialmente la televisi¨®n, hace que pr¨¢cticamente toda la campa?a est¨¦ dise?ada para ocupar esos peque?os espacios que est¨¢n tasados. Salvo algunos contactos con estudiantes, el candidato no hace ning¨²n tipo de acto sectorial, o comidas con personalidades relevantes, empresarios o similar.

Fuera de los m¨ªtines, donde su timidez le dificulta el contacto con sus cada vez m¨¢s numerosos seguidores, sus intervenciones se producen en ruedas de prensa y entrevistas. La necesidad de aparecer en la televisi¨®n -ninguna cadena le ha concedido directos hasta ahora- hace que casi nunca cierre ¨¦l mismo sus m¨ªtines. Muchas veces habla cuando el p¨²blico casi acaba de llegar. La televisi¨®n marca el orden.