Vladivostok, a la sombra de China
La regi¨®n m¨¢s grande y despoblada de Rusia sobrevive pr¨¢cticamente de espaldas a Mosc¨²
A pesar de su estrat¨¦gica ubicaci¨®n a orillas del oc¨¦ano Pac¨ªfico, Primorie, con su capital, Vladivostok, es una de las regiones que va a la zaga en el desarrollo econ¨®mico en comparaci¨®n con otras provincias de Rusia. La industria que aqu¨ª florec¨ªa en la ¨¦poca sovi¨¦tica est¨¢ en decadencia, cada a?o un m¨ªnimo de 70.000 personas emigran de la regi¨®n en busca de mejores horizontes, mientras que los que permanecen sufren de la falta cr¨®nica de agua y, en algunas zonas, de calefacci¨®n; adem¨¢s del paro, de los bajos sueldos y de los altos costos de los malos servicios comunales. Los chinos, mientras, expanden sus negocios en Primorie y miles se instalan en la regi¨®n, creando, en opini¨®n de muchos, una amenaza para el Estado ruso.
Pr¨¢cticamente cada habitante de Primorie ha estado una o dos veces en China
"Aqu¨ª todo es m¨¢s caro que en Mosc¨² o Jab¨¢rovsk. El pan cuesta el doble, la electricidad tambi¨¦n", se queja Mar¨ªa Fi¨®dorovna, que trabaja como cocinera en un barco y gana 9.000 rublos mensuales (257 euros), un sueldo que est¨¢ muy por encima -m¨¢s de un tercio- que el medio en Primorie (5.600 rublos o unos 160 euros). La cocinera vive en un apartamento de dos habitaciones -36 metros cuadrados en total- con su hijo Alex¨¦i, que estudia ingenier¨ªa. "Agua fr¨ªa tenemos s¨®lo tres o cuatro horas al d¨ªa, de la caliente ya nos hemos olvidado. Y eso que las cosas han mejorado: hace ya casi un a?o que no tenemos problemas de electricidad y este invierno hemos tenido calefacci¨®n, un poco debilucha pero en otras regiones de Primorie ni eso hay", dice Fi¨®dorovna.
V¨ªctor Cherepkov, diputado de la Duma Estatal por Vladivostok (cerca de 700.000 habitantes) y el pol¨ªtico m¨¢s carism¨¢tico de la regi¨®n, asegura que el 60% de las personas que atiende vienen a verle para que les ayude a solucionar el problema de sus deudas por los servicios comunales. "Mucha gente no puede pagar por su piso o por el agua y la electricidad. Sobre todo los jubilados, que reciben unos 2.000 rublos en circunstancias que el m¨ªnimo vital es oficialmente de 2.341. El mantenimiento del apartamento, m¨¢s agua y luz les sale a unos 1.600 rublos, y de pagarlos no tendr¨ªan con qu¨¦ comer", explica Cherepkov. Los c¨¢lculos realizados en el Centro de Proyectos Sociales del Pac¨ªfico muestran que la gente gasta un 85% de sus ingresos en comer y en los servicios comunales, lo cual es un p¨¦simo indicador. Significa que para la salud, la educaci¨®n, la ropa, sin hablar ya del ocio, a la mayor¨ªa de la gente le queda s¨®lo el 15%.
Otro factor negativo es la gran diferencia entre los ingresos de una peque?a categor¨ªa de personas y la inmensa mayor¨ªa de los habitantes. "Los contrastes son muy grandes, ya que hay sectores en los que se ganan sumas colosales de dinero", se?ala Zv¨¦rev.
Parad¨®jicamente, la cercan¨ªa de China es "un factor suavizante del clima social". "Es un pa¨ªs que est¨¢ al lado, al que se puede visitar. Pr¨¢cticamente cada habitante de Primorie ha estado una o dos veces en China. All¨ª puede hacer compras a muy bajo precio y comer como un rey por poco dinero. Esto le hace sentirse un gran se?or en China", explica.
El peligro de una conquista demogr¨¢fica por parte de los chinos es real para muchos pol¨ªticos y observadores. Vlad¨ªmir Ivanov, secretario del Partido Comunista local, es uno de los que comparte esta opini¨®n. Asegura que la octava parte de la poblaci¨®n de Primorie ya es china y que esta tendencia continuar¨¢ reforz¨¢ndose. El Extremo Oriente ruso tiene apenas siete millones de habitantes y una superficie de 6,2 millones de kil¨®metros cuadrados -el 36,4% del territorio del pa¨ªs-, lo que lo convierte en el distrito federal m¨¢s grande y al mismo tiempo menos poblado de Rusia. Mientras tanto, limita con ¨¦l la China nororiental, potente regi¨®n econ¨®mica donde viven 300 millones de personas.
La creciente presencia e influencia china es un hecho indiscutible. A cada paso uno encuentra en la calle gente de aspecto oriental: son peque?os comerciantes del gigante vecino. En algunos quioscos venden revistas chinas; los hoteles y muchas casas reciben canales de televisi¨®n chinos y en los museos a las explicaciones en ruso y en ingl¨¦s se les ha agregado el chino.
Zv¨¦rev, sin embargo, no cree en la amenaza demogr¨¢fica del gran vecino, pero s¨ª ve un peligro econ¨®mico. Los chinos paulatinamente est¨¢n tomando bajo su control importantes sectores de la econom¨ªa de Primorie. El transporte transfronterizo ya est¨¢ en manos chinas. Tambi¨¦n en la industria forestal la presencia del gigante oriental es muy importante. Otro tanto se puede decir del turismo. Esto no ser¨ªa preocupante si al menos parte del dinero quedara en la regi¨®n. Pero el problema es que la penetraci¨®n del capital chino se caracteriza por el hecho de que el dinero ganado en los sectores que controlan es sacado fuera del pa¨ªs.
La gente de a pie, en general, no tiene problemas con los chinos y, por el contrario, les est¨¢ agradecida. "Los chinos son una salvaci¨®n", dice Svetlana. "Sin ellos no sobrevivir¨ªamos. Aqu¨ª en Vladivostok vestimos a nuestros ni?os con ropa china, porque es barata. S¨ª, es de mala calidad, pero cuesta tan poco que uno se puede permitir comprarla por una sola temporada o incluso por media. Tambi¨¦n la mayor¨ªa de los productos que comemos son chinos. Desde un punto de vista estatal, puede que representen un peligro, pero en el plano social son una bendici¨®n", sentencia Svetlana, que reconoce que aunque no existe animadversi¨®n hacia los chinos, en cualquier momento los pol¨ªticos pueden crearla artificialmente.
Otro serio problema de Primorie es el paro. Oficialmente es s¨®lo algo superior al 1%, pero la realidad es muy diferente. Los m¨¢s cautos, la ponen por encima del 10%, utilizando para calcularla los m¨¦todos de la Organizaci¨®n Mundial del Trabajo, mientras que Cherepkov y los comunistas estiman que es superior al 20%. Lo que nadie discute es que la industria que exist¨ªa en la ¨¦poca sovi¨¦tica ha sido destruida con el paso a la econom¨ªa de mercado. S¨®lo el a?o pasado, la producci¨®n industrial cay¨® en un 6%, mientras que en la mayor¨ªa de otras regiones de Rusia experiment¨® un aut¨¦ntico boom. Hoy Primorie y Vladivostok se desarrollan en primer lugar gracias al transporte -ferroviario y mar¨ªtimo- y al comercio.
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