Barcelona se vuelca en solidaridad con Madrid
Hac¨ªa dos horas que el presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, hab¨ªa presidido los cinco minutos de silencio contra el atentado de Madrid y la plaza de Sant Jaume, de Barcelona, segu¨ªa pr¨¢cticamente llena. M¨¢s de 5.000 personas hab¨ªan acudido a la cita y algo parec¨ªa retenerles pegados a los adoquines del emblem¨¢tico coraz¨®n de Catalu?a. Los corros de ciudadanos generaban conversaciones que recorr¨ªan toda la plaza. El enfado y la tristeza eran patentes en los rostros de los presentes.
Decenas de estudiantes se sentaron en el suelo e improvisaron pancartas. Muchas eran simples folios extra¨ªdos de sus carpetas, otras eran cartones o trozos de cajas desmontadas. "Hoy todos somos v¨ªctimas", "no queremos muertos en ning¨²n sitio", "hoy todos con Madrid", "ya basta, catalanes, vascos, gallegos... digamos basta", "todos tenemos derecho a la vida". Un joven portaba una gran cartulina blanca, sin m¨¢s. Aplausos y manos alzadas contra los atentados. Y alg¨²n grito contra el terrorismo y a favor de la libertad. La pol¨ªtica del Partido Popular tampoco se salv¨® de las muestras de rechazo.
Una cuarentena de colegios profesionales, entidades sociales, organizaciones no gubernamentales, sindicatos y empresarios condenan los atentados
M¨¢s de 3.000 donantes acuden a los bancos de sangre de los principales hospitales y a las unidades m¨®viles instaladas en varios puntos de la ciudad
Los universitarios se movilizan espont¨¢neamente en Barcelona, donde toda la actividad docente se paralizar¨¢ hoy a partir del mediod¨ªa
Mientras, junto a la puerta del Palau de la Generalitat se formaba una cola de ciudadanos dispuestos a donar sangre en una de las cinco unidades distribuidas por la ciudad. En poco m¨¢s de media hora pasaron por ellas m¨¢s de 50 personas.
Barcelona demostr¨® ayer su apoyo y solidaridad con Madrid. Lo hizo de forma espont¨¢nea en muchas partes. La actividad acad¨¦mica universitaria se suspendi¨® y miles de estudiantes improvisaron manifestaciones en distintas zonas de la ciudad.
M¨¢s de 1.000 personas se concentraron a la puerta del hospital Cl¨ªnic y unas 500 en las escaleras del Palacio de Justicia. Cientos de ciudadanos catalanes se dirigieron al Instituto Catal¨¢n del Voluntariado (Incavol) con el fin de ofrecerse como voluntarios para colaborar en las tareas de emergencia en Madrid.
Ni siquiera el bullicio de La Rambla escap¨® al dolor por las v¨ªctimas de los atentados. Tampoco los turistas se mantuvieron al margen de la consternaci¨®n general. "Me fui de Colombia escapando de la violencia y mira...", explicaba un ciudadano de ese pa¨ªs en el vest¨ªbulo del hotel Majestic. Muchas personas segu¨ªan las noticias por la radio mediante auriculares. Las caras se tornaban m¨¢s graves a medida que avanzaba la ma?ana y se desvelaba la dimensi¨®n de la tragedia.
Algunos comercios del centro de la ciudad colocaron cortinas o grandes telas negras en sus escaparates. "Nosotros cerraremos ma?ana a partir de mediod¨ªa. Queremos solidarizarnos con las v¨ªctimas", explicaba Antoni Torrens, presidente de la asociaci¨®n de comerciantes del paseo de Gr¨¤cia. La Federaci¨®n de Asociaciones de Vecinos inst¨® a los ciudadanos a colocar s¨¢banas blancas en los balcones para mostrar rechazo por el atentado de Madrid.
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