"Debo m¨¢s a 'Salamb¨®' que a 'Conan el B¨¢rbaro"
Guerreros, espadas, brujos y objetos m¨¢gicos; un mundo ex¨®tico te?ido de barbarie y hechicer¨ªa por el que transitan dragones y ogros. M¨¢scaras de matar, la novela ganadora del primer Premio Minotauro de narrativa fant¨¢stica (fallado el 10 de febrero y dotado con 18.000 euros), contiene todos esos elementos cl¨¢sicos del g¨¦nero y tambi¨¦n muchos ingredientes novedosos, como las barrocas m¨¢scaras que centran la trama, el vocabulario lleno de t¨¦rminos y nombres propios derivados del castellano y el gallego, o el inusual hecho -en este tipo de literatura- de que un personaje baile una jota.
El argumento de la novela gira en torno a una especie de ejecutor profesional al que se le encarga localizar y eliminar a una bruja en una sociedad en la que es com¨²n el uso de m¨¢scaras como signo de identidad. El autor de la novela, reci¨¦n publicada, es Le¨®n Arsenal, nombre bajo el que escribe Jos¨¦ Antonio ?lvaro (Madrid, 1960), ex marino mercante, director de la revista Galaxia y, aparte de cultivador de la narrativa hist¨®rica, uno de los mejores autores espa?oles de ciencia-ficci¨®n y fantas¨ªa, con t¨ªtulos como La noche roja (2003) o la antolog¨ªa de relatos Besos de alacr¨¢n (2000). El escritor reivindica el g¨¦nero fant¨¢stico, pero advierte de que ¨¦ste debe huir de los mimetismos y de las reductoras exigencias de lo pol¨ªticamente correcto.
Respuesta. Lo que uno escribe es hijo de lo que ha le¨ªdo y a m¨ª, aparte de la space opera de Jack Vance, siempre me ha interesado la antropolog¨ªa, desde La rama dorada hasta Marvin Harris. Por otro lado, construir un mundo es el gran reto para los creadores de fantas¨ªa y cuanto mejor estructurado est¨¦ el que te inventas, m¨¢s cre¨ªble resulta. Yo quer¨ªa escapar de esos mundos m¨¢s t¨ªpicos que son los pseudomedievales, pseudogrecorromanos o pseudojaponeses.
P. Es dif¨ªcil sustraerse a la fascinaci¨®n que ejercen las m¨¢scaras omnipresentes en su relato.
R. Provocan una enorme extra?eza, que es algo muy propio del fant¨¢stico. Las m¨¢scaras son un elemento tradicional en el g¨¦nero, basta con pensar en El fantasma de la ¨®pera o en Zardoz.
P. Hay pasajes de su novela que sugieren la pintura de un Moreau.
R. No estoy muy ducho en arte, pero pienso en los prerrafaelitas, y en Klimt, o en Roerich, que tanto influy¨® en Lovecraft.
P. Hay af¨¢n est¨¦tico entonces.
R. La literatura de aventuras no est¨¢ re?ida en absoluto con la ambici¨®n literaria.
P. Tambi¨¦n hay en M¨¢scaras de matar imaginer¨ªa muy cl¨¢sica de la fantas¨ªa heroica, el g¨¦nero lanzado por Robert E. Howard, el creador de Conan. Pienso en las batallas con ba?os de sangre o en los cuerpos esculturales desnudos y aceitados; ?esas l¨²bricas bailarinas!
R. Disiento, la influencia es m¨¢s de Flaubert, de Salamb¨®, que de Howard y sus libros de Conan. Por cierto, ?sabe que a Salamb¨® se la bautiz¨® de forma pionera como novela de "horror heroico"? Lo hizo Alberto Sabino, hermano de Giorgio de Chirico. En todo caso, yo no reniego de Howard: d¨¢rselas de original a ultranza es dilapidar un acervo cultural.
P. ?Es pertinente que una salvaje guerrera armada con dos espadas baile una jota?
R. Si en las novelas anglosajonas en esa situaci¨®n bailan una jiga, ?por qu¨¦ no una jota?, ?por qu¨¦ no hemos de tirar de lo nuestro? Le revelar¨¦ una cosa, la idea de las brujas guerreras de M¨¢scaras de matar es un homenaje a Ram¨®n J. Sender, la tom¨¦ de sus Novelas ejemplares de C¨ªbola.
P. La cosecha de oscars de El se?or de los anillos prueba que el g¨¦nero fant¨¢stico va bien.
R. Ahora tendr¨ªamos que ser capaces de articular un fant¨¢stico espa?ol con par¨¢metros propios. Hay mucha gente a la que le interesa el g¨¦nero.
P. ?Revisitar¨¢ el mundo de M¨¢scaras de matar?
R. La historia es autoconclusiva, pero no me disgustar¨ªa. La dificultad est¨¢ en dar con otra buena aventura. No me interesa la secuela por la secuela, que es uno de los grandes pecados del g¨¦nero. Hay grandes obras con continuaciones pat¨¦ticas. En todo caso, ahora proyecto un thriller esot¨¦rico.
Babelia
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.