El proteccionismo cabalga de nuevo
En una campa?a electoral a la Presidencia estadounidense, el proteccionismo hace invariablemente su aparici¨®n. Pero el actual retorno de Estados Unidos hacia el proteccionismo empez¨® mucho antes, con los aranceles sobre el acero impuestos por Bush en 2001. Ese arancel fue una mala medida econ¨®mica: empobreci¨® a Estados Unidos.
Fue tambi¨¦n mal mercantilismo: quit¨® m¨¢s beneficios y puestos de trabajo sindicados a las industrias consumidoras de acero de los que dio a las industrias fabricantes de acero. Finalmente, fue mala diplomacia: ?por qu¨¦ iba nadie a firmar un acuerdo con un Gobierno estadounidense dispuesto a romper sus compromisos a cambio de los m¨¢s diminutos beneficios pol¨ªticos internos?
Desafortunadamente, la vuelta de Estados Unidos al proteccionismo no par¨® ah¨ª. Sigui¨® el a?o pasado cuando el Gobierno de Bush, reconociendo que no ten¨ªa pol¨ªticas para potenciar el empleo, explor¨® la posibilidad de culpar al infravalorado tipo de cambio chino del cierre de f¨¢bricas en Ohio.
Ahora, el Partido Dem¨®crata ha tomado la batuta proteccionista. Su candidato a la carrera presidencial, John Kerry, explica que el "director ejecutivo Benedict Arnold" est¨¢ traicionando a Estados Unidos al deslocalizar los puestos de trabajo. El ex competidor de Kerry, John Edwards, hablaba de que las diferencias entre ¨¦l y Kerry son amplias y profundas (y Kerry est¨¢ en el lado del libre comercio). En los tres ¨²ltimos a?os ya hemos visto un avance muy escaso en la liberalizaci¨®n del comercio mundial. A no ser que pare el balanceo del p¨¦ndulo estadounidense, el resto de esta d¨¦cada ser¨¢ igual de mala. No se puede contar mucho ni con la Uni¨®n Europea ni con Jap¨®n a la hora de establecer acuerdos de liberalizaci¨®n. Sin un liderazgo resuelto de Estados Unidos -lo que significa un Gobierno estadounidense que crea en el libre comercio- no se producir¨¢ la liberalizaci¨®n comercial, y habr¨¢ m¨¢s aranceles "de emergencia", cupos "extraordinarios" y restricciones "voluntarias" a la exportaci¨®n. Estas medidas tendr¨¢n un impacto m¨ªnimo en Estados Unidos.
Pero pueden causar incontables desastres en los nuevos mercados. Por desgracia, sin un est¨ªmulo repentino, inmediato y fuerte de la demanda interna estadounidense que se convierta en una expansi¨®n duradera, con r¨¢pido aumento del empleo, probablemente haya pocas esperanzas de contener el impulso proteccionista. El descenso del porcentaje de poblaci¨®n activa con trabajo en Estados Unidos en los tres ¨²ltimos a?os ha sido el mayor desde la Gran Depresi¨®n. Una mayor inseguridad en el empleo significa m¨¢s tentaci¨®n de erigir barreras comerciales. Pero hay dos argumentos y un cambio econ¨®mico que podr¨ªan limitar el da?o causado por el actual sentimiento proteccionista y acelerar el balanceo del p¨¦ndulo hacia la liberalizaci¨®n comercial.
Es necesario que el primer argumento lo planteen los pa¨ªses que exportan a Estados Unidos. Tienen que decir a los periodistas, a los pol¨ªticos, a los electores y a los trabajadores estadounidenses cu¨¢ntos puestos de trabajo dejar¨ªan de existir sin sus exportaciones. El temor a que la expansi¨®n comercial destruya puestos de trabajo y trastorne la econom¨ªa estadounidense debe compensarse con el temor a que la reducci¨®n del comercio destruya puestos de trabajo y trastorne la econom¨ªa estadounidense.
El segundo argumento se refiere a la seguridad nacional estadounidense. El siglo XXI contemplar¨¢ a un mundo en guerra constante con el terrorismo, lo cual exigir¨¢ que se d¨¦ forma a una alianza duradera. El aumento del comercio mundial puede ser una parte importante del proceso de construcci¨®n de alianzas. Aparte de eso, Europa y Jap¨®n deben cambiar de la deflaci¨®n a la reflaci¨®n. Un fuerte crecimiento de la demanda en Jap¨®n y en Europa que aumente las exportaciones estadounidenses constituir¨ªa una poderosa fuerza favorable al comercio.
Ser¨¢ m¨¢s f¨¢cil convencer a los electores estadounidenses corrientes de que la liberalizaci¨®n del comercio es una fuerza positiva cuando Estados Unidos deje de ser la ¨²nica locomotora que tire de la demanda mundial.
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