Estamos en guerra
Lo m¨¢s importante en estos d¨ªas ha sido la guerra en Madrid. Las elecciones son, en parte, una consecuencia de esa guerra indeseada; si no terminan con la implicaci¨®n de Espa?a en esa agresi¨®n y la falsa pacificaci¨®n, Espa?a seguir¨¢ siendo atacada. La perversi¨®n del lenguaje del poder, al que no basta con mentir sino que cambia el significado de las palabras, incluso desde las c¨¢tedras, aplica la palabra terrorismo para mezclar en ¨¦l la acci¨®n de los separatistas locales, los haitianos contra el presidente corrupto, los irlandeses o los pa¨ªses ¨¢rabes atacados con la ficci¨®n de que ten¨ªan armas para acabar con el mundo civilizado. Todav¨ªa hoy dicen que ETA pudo colaborar con Al Qaeda, que el terrorismo es una Internacional que se ayuda, que todos los asesinos son iguales. Excepto los que aprietan botones de misiles, o bombarderos; los que ametrallan desde el aire o el blindado y matan periodistas para que aprendan a no contar lo que ven. Depender¨¢ el crimen seg¨²n reciten vers¨ªculos del Cor¨¢n o m¨¢ximas del general Clausewitz.
Estamos en guerra: est¨¢bamos impunemente, o con s¨®lo muertos militares, que parecen m¨¢s adecuados -es mentira-, y ya tenemos nuestra raci¨®n de muertos civiles, como en todas las guerras. Antes salieron a la calle gritando "No a la guerra": por millones. Todos estaban probablemente en la manifestaci¨®n del d¨ªa sangriento con el guerrero Aznar en la banderola que no pudo avanzar, porque los protagonistas eran los civiles.
Puede ser que Zapatero hubiese tenido m¨¢s votos que el partido que ya no es popular: pero las primeras bombas de una guerra en la que no tenemos ni siquiera el lado justo -?hay alguno justo?- han revelado el negativo de las mentiras del capitalismo a la espa?ola -el europeo no fue a la guerra-, el punto de franquismo residual -y aun Franco evit¨® las guerras de los dem¨¢s-; pero esta especie de apoteosis del bueno sobre la ca¨ªda en el infierno real del malo, como en el cine, le dice que estamos en guerra y que hay que salir de ella ya. Antes de que Bush pierda las elecciones de noviembre. A pesar del telegrama que le mand¨® Powell mucho antes de que se cerraran las urnas -¨¦l ya sab¨ªa- para que no abandone "la lucha contra el terrorismo".
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