IONUT POPA: Juanillo, el primo de Pedro

Ionut Popa, de 23 a?os, era la alegr¨ªa de sus compa?eros de obra. De chapuza en chapuza y siempre de buen humor. Las costillas de cerdo de Ribs. La casa de las costillas eran su plato favorito. Se pon¨ªa las botas. Cuando lleg¨® a Espa?a, el marisco le daba asco. Ahora empezaba a gustarle. Ionut se iba a casar en mayo con Katia. Juntos iban a viajar a Rumania para celebrarlo. Ionut era hijo ¨²nico. Luego, ¨¦l y Katia volver¨ªan a Espa?a, para seguir trabajando. Ella como empleada de hogar y ¨¦l en la construcci¨®n. Hasta la madrugada del lunes Katia segu¨ªa con una idea fija: su Ionut no estaba muerto. A ¨¦l Espa?a le gustaba mucho, por la gente y las costumbres. Ionut ten¨ªa una risa contagiosa y siempre estaba escuchando m¨²sica rumana. En una imagen, junto a Katia, se le ve tirado en un sof¨¢. En la habitaci¨®n s¨®lo hay una mesa con refrescos, patatas y ganchitos, un p¨®ster de una Menina clavado en la pared y un radiocasete enorme. En su casa la m¨²sica no cesaba. La tele tampoco. Todo el d¨ªa encendida. Ionut hab¨ªa descubierto hace s¨®lo una semana el Rastro. Estaba como loco. El Rastro era lo mejor de Madrid. Quer¨ªa volver cuanto antes. Era un sentimental. Cualquier problema, por peque?o que fuera, lo hac¨ªa suyo. Hablaba mucho. A Ionut le gustaba vestir bien y disfrutaba con los escaparates de Coslada, la localidad donde resid¨ªa con otros rumanos. Se gastaba el dinero en ropa. La ropa, cl¨¢sica. Pantal¨®n de pinzas, cintur¨®n y camisa. Desde que hace un a?o lleg¨® con su primo Petrika a Madrid viv¨ªa sin papeles pero contento. Se hab¨ªa ido a Rumania una sola vez, para ver a su familia. A los pocos d¨ªas llam¨® a sus amigos espa?oles. Todos compa?eros de la obra (la hosteler¨ªa no le gust¨® mucho) donde trabajaba con su inseparable primo Petrika. Les hab¨ªa dicho que no se quer¨ªa ir jam¨¢s de Espa?a.-