Conocer la vida tal como es

No es la primera vez que un libro carece de contraportada, al poder iniciarse su lectura desde cualquiera de los dos lados. Esta particularidad la explica la autora, Elia Barcel¨®, en una nota inicial que consiguientemente se incluye dos veces. La autora defiende la semejanza entre las narraciones y los seres vivos, el poder m¨¢gico de la literatura y la libertad del lector para organizar el material de la novela a su manera y, por eso, indica al lector que este libro compuesto de dos historias separadas por doce siglos, una situada en el siglo XXI con ep¨ªlogo futurista ubicado en 2025 y la otra en el siglo IX, puede leerlo en el orden que prefiera y si gusta puede intercalar fragmentos de una y otra historia a su capricho. Unas notas que recuerdan las instrucciones de Julio Cort¨¢zar para la lectura de Rayuela, un autor, por cierto, nada ajeno al esp¨ªritu de Barcel¨®. No es descartable, pues, que diferentes lecturas produzcan resultados igualmente diferentes.

Barcel¨® es una autora que ha cultivado con asiduidad g¨¦neros como la ciencia-ficci¨®n y el policiaco o la novela juvenil y que llam¨® la atenci¨®n de la cr¨ªtica en general hace un par de a?os con El vuelo del Hipogrifo (Lengua de trapo), una novela de novelas, arriesgada y sorprendente, donde Barcel¨® sintetiza todo su saber literario. Una de esas obras que el tiempo engrandecer¨¢. La ?roca de Is es una novela escrita en la coherente l¨ªnea habitual de la autora cuando escribe novelas juveniles, algo que autores de bien reconocido prestigio tambi¨¦n cultivan con cierta continuidad. Es el caso de Jos¨¦ Mar¨ªa Merino, Lorenzo Silva o Jos¨¦ Mar¨ªa Latorre y, al menos en una ocasi¨®n, de Juan Jos¨¦ Mill¨¢s con una de sus obras primerizas, Papel mojado. Esta novela gustar¨¢ a los que disfrutaron con algunas de Merino, No soy un libro o la trilog¨ªa Cr¨®nicas mestizas.

Dos jovencitas, Sara del siglo XXI y Enye del siglo IX, son las protagonistas. Relacionarlas por encima de las barreras de espacio y tiempo es una de las habilidades habituales de la autora que acierta al asemejar la experiencia de un d¨ªa en un centro comercial de Copenhague con una visita a una ciudad del siglo IX. Sara acompa?a a desgana a su madre, una famosa arque¨®loga, durante las vacaciones de verano a una expedici¨®n que debe desentra?ar los misterios que esconde un antiguo edificio construido por los vikingos. La chica entrar¨¢ en contacto con estos venerables vestigios de una manera aburrida, pero algunos sucesos extra?os la llevar¨¢n a interesarse por el asunto, sobre todo cuando en sus sue?os aparece una chica desconocida para ella, la normanda Enye, y cuando encuentra una misteriosa vieja que le encomienda una extra?a misi¨®n. Una intriga bien urdida que, sin embargo, paga el tributo que hay pagar a lo que se espera de una novela dirigida a adolescentes simplificando un conflicto entre madre e hija.

En la parte dedicada a narrar la aventura inici¨¢tica de Enye, una chica que aspira a ser una especie de bruja o diosa, la autora se siente m¨¢s en su elemento y recrea una cultura espiritual dominada por las mujeres (como las diosas blancas de Graves). El panorama ofrecido no es nada balad¨ª y en ¨¦l m¨¢s que la exactitud documental de lo que se dice, muy dudosa, cuenta la visi¨®n intemporal de una humanidad que como siempre debe enfrentarse a sus propios demonios. Barcel¨® consigue que la novela pueda interesar a j¨®venes con inquietudes y a adultos simplemente deseosos de leer una consistente historia de aventuras.