SONIA PARRONDO ANT?N / A ella no le gustaba ir en tren

Sonia Parrondo, de 28 a?os, cuidadora de ni?os vocacional, ten¨ªa un apodo: Mo?iguita. Un apelativo cari?oso que le toc¨® por ser la m¨¢s peque?a de siete hermanos. Pero tambi¨¦n la m¨¢s ir¨®nica y la m¨¢s fuerte.

Su marido, tambi¨¦n fallecido en el atentado, bromeaba con hacerle un test de inteligencia por su rapidez. Nunca le faltaban palabras para urdir una observaci¨®n aguda y veloz. Guapa y "ancha de hombros", seg¨²n precisa una de sus hermanas, era muy coqueta. Pero no le gustaba pintarse. Siempre preguntaba c¨®mo le quedaba la ropa: "?No est¨¢ muy holgada?". Cuando atravesaba el umbral de su casa, su familia nunca sab¨ªa qu¨¦ aspecto tendr¨ªa: un d¨ªa llevaba trencitas enroscadas y al otro el pelo corto y rojo. Era muy sensible. Pero tomaba el mando en las situaciones duras. Por ejemplo, durante la enfermedad de uno de sus hermanos. Un d¨ªa, al volver del trabajo, se encontr¨® con un mendigo sentado en un banco. Pas¨® de largo y subi¨® a su casa. Al poco, baj¨® con una tortilla reci¨¦n hecha. El indigente le dijo: "Sab¨ªa que vendr¨ªas". Estuvo tres horas escuchando a aquel hombre, sentada a su lado en el peque?o pupitre.

Pero tambi¨¦n le gustaban las cosas ligeras. La m¨²sica. Apreciaba tanto a Alejandro Sanz que ten¨ªa una foto enmarcada en su cuarto. Sus sobrinas pensaban que era su marido y le llamaban "t¨ªo". Tambi¨¦n disfrutaba con Bustamante. M¨²sica para bailar. Se mov¨ªa de un modo especial. "Llamaba la atenci¨®n su manera de andar". Llevaba s¨®lo ocho meses fuera de la casa materna. All¨ª, ten¨ªa que dormir en la misma cama de su hermana Feli, dos a?os mayor.

No le gustaba ir en tren. Por eso, su marido, Roberto, sol¨ªa acompa?arla en el trayecto desde su casa, en Vallecas. "Hac¨ªan todo siempre juntos".-