12-M y 13-M
El viernes y el s¨¢bado cog¨ª el metro para intentar recomponer mi vida a pesar del miedo. No mucha gente parec¨ªa atreverse a recorrer su camino de todos los d¨ªas. En los andenes hab¨ªa silencio, y en los vagones nos pesaba la soledad esos d¨ªas m¨¢s que nunca. Nadie re¨ªa. Soy madrile?a y he vivido en varias ciudades de Espa?a y mis amigos de fuera dicen de nosotros que somos muy escandalosos y que re¨ªmos a carcajadas. Ya no r¨ªe nadie as¨ª en mi ciudad. Yo fui a manifestarme delante de la sede del PP el s¨¢bado 13-M. Ten¨ªa muchos motivos para estar all¨ª. Hoy todav¨ªa me pregunto de qu¨¦ se nos acusa y no entiendo las perversas afirmaciones de algunos privilegiados en medios de comunicaci¨®n.
Quiz¨¢ fuimos culpables por no poder quedarnos en casa anestesiados, ?acaso creen que con nuestra voz y nuestra presencia violamos la legalidad internacional? ?Qu¨¦ se puede coaccionar desde la calle, en el metro o con un mensaje y que podemos convertir la palabra en palabras de destrucci¨®n masiva? As¨ª reflexionamos los que no os votamos.
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