La noche dentro del d¨ªa

En sus Diarios, John Cheever escribi¨® que "hay tres mundos: la noche, el d¨ªa y la noche dentro del d¨ªa". Si, de acuerdo con esa frase, hubiera que clasificar a los escritores en tres grupos, Adam Haslett (sin duda, buen lector de Cheever) pertenecer¨ªa al tercero: no al de los nocturnos ni al de los diurnos, sino al de aquellos que se han instalado en esa "noche dentro del d¨ªa". Aqu¨ª no eres un extra?o, el magn¨ªfico libro de relatos con el que Haslett (Nueva York, 1970) se ha dado a conocer, explora siempre los rincones menos luminosos de las existencias m¨¢s corrientes. El hijo homosexual que se averg¨¹enza de las extemporaneidades de un padre con trastorno bipolar, el voluntario que establece una rara complicidad con la anciana esquizofr¨¦nica a la que visita regularmente, el seropositivo en fase terminal que escribe cartas a su padre muerto, el ex profesor deprimido que descubre en la persona de un ni?o moribundo la aut¨¦ntica dimensi¨®n del sufrimiento humano...: los protagonistas de estas narraciones desvelan siempre alg¨²n secreto, y ese secreto, que puede encontrarse fuera de ellos pero tambi¨¦n en su interior, les acerca al lado m¨¢s dolorido y oscuro del coraz¨®n.

Surgidos de un foco com¨²n de inspiraci¨®n y construidos con una coherencia ins¨®lita en un autor primerizo, los nueve relatos de Aqu¨ª no eres un extra?o frecuentan un territorio habitado por fr¨¢giles criaturas que, si no se han roto ya, se romper¨¢n al menor contacto con la realidad. ?Cu¨¢l es el origen de esa fragilidad insuperable? En algunos casos habr¨ªa que buscarlo en un padre o una madre suicidas, pero tambi¨¦n hay una historia en la que una mujer es v¨ªctima de los brotes psic¨®ticos de su hijo: no siempre, por tanto, son el pasado y la herencia los que determinan el presente.

Son pocos los narradores

que han explorado como Haslett el tema del dolor humano, pocos al menos los que, como ¨¦l, lo han hecho desde una intimidad absoluta con ese dolor. Ah¨ª reside la grandeza de este estremecedor volumen, que en cada uno de sus p¨¢rrafos parece hablarnos con la legitimidad de la propia experiencia. ?El orden contra el caos? Por supuesto que s¨ª: el orden estricto de la vida contempor¨¢nea y el desolado caos de quienes se saben incapaces de adaptarse a ¨¦l.

Pero en las historias de Haslett s¨®lo el caos puede salir victorioso. Si en la redacci¨®n de estos cuentos (todos ellos con la enfermedad mental como tema com¨²n) pudo haber alg¨²n componente terap¨¦utico, su autor nos presenta un amplio inventario de heridas y lesiones pero nos niega la posibilidad del b¨¢lsamo. Y finalmente la ¨²nica redenci¨®n que se nos aparece como posible es la que ofrece la literatura, la buena literatura: una redenci¨®n que tambi¨¦n John Cheever habr¨ªa suscrito.