ALOIS MARTINAS / Un anillo dorado con una piedra en forma de coraz¨®n

Alois Martinas ten¨ªa 27 a?os, era rumano, alba?il, y acababa de liberarse de la deuda que le dio el pasaporte a una vida digna. Hace tres a?os, unos amigos de Zaragoza le prestaron 1.400 d¨®lares para pagarse un visado y el billete a Espa?a. A base de chapuzas como obrero sin contrato hab¨ªa ahorrado para cubrir esa deuda. Ahora podr¨ªa enviar el dinero a su familia.

Era el mayor de una pandilla de j¨®venes que emigraron de la localidad de Sebaoane, en Rumania. Hasta hace seis meses

vivi¨® con otros siete muchachos rumanos que se conocen desde la infancia en su pueblo. Comparten pasado y presente. Cuando los amigos de Alois dicen "vamos todos en ese tren", la frase cobra una veracidad muy concreta en su modesta casa de las afueras de Torrej¨®n de Ardoz.

Su amigo Florin cuenta que a Alois "lo que m¨¢s le gustaba era el f¨²tbol". "Los s¨¢bados nos ¨ªbamos todos al Parque Ocio a jugar, y luego a tomar cervezas". La ¨²ltima vez invit¨® Alois. ?sa era su tranquila vida, "y no quer¨ªa volver", a?ade su amiga Adriana, novia de su primo.

Alois era el mayor de ocho hermanos. Tras estudiar ingl¨¦s y franc¨¦s march¨® a Bucarest para trabajar en la construcci¨®n. De all¨ª, a Espa?a, "aunque la mayor¨ªa de los chicos del pueblo ha emigrado a Italia", dice Florin.

Ten¨ªa todo preparado para casarse con Rodica, la rubia, en agosto, por el rito cat¨®lico. La melena platino de Rodica destaca en una foto reciente de los dos delante de la estaci¨®n de Atocha. "Ella ya ten¨ªa elegido el vestido de novia y hab¨ªan comprado un anillo dorado con una piedra blanca en forma de coraz¨®n", cuenta Adriana. El 11-M, Alois cogi¨® el tren con Rodica y su amigo Tibor Budi. Ella se baj¨® en Vic¨¢lvaro y oy¨® la explosi¨®n que los mat¨® a los dos una estaci¨®n despu¨¦s.